El objetivo de este capítulo es que usted aumente la calidad de sus relaciones personales y profundice su conexión con aquellas personas que más le importan. ¿De qué sirve alcanzar un gran nivel de éxito si no se tiene alguien con quien compartirlo? Si queremos alcanzar una plena realización hemos de aprender a cuidar y mejorar nuestras relaciones. Veamos algunas claves que pueden ayudarnos a crear relaciones verdaderamente extraordinarias.

  1. Preocúpese por conocer cuáles son los valores y las reglas de la persona con quien comparta una relación. Debe saber qué es importante para la otra persona y en base a que reglas estructura su vida. Por mucho que se aprecien y amen dos personas, si una de ellas rompe las reglas de la otra o vulnera alguno de sus valores, aparecerán problemas en la relación. Desde luego que es inevitable que en ocasiones se choque al tener reglas diferentes, pero conociéndolo por anticipado se pueden prever los conflictos y evitar que lleguen a convertirse en crisis.
  2. De a sus relaciones la importancia que merecen. Conviértalas en una prioridad de sus días. Muchas veces, agobiados ante las urgencias que día a día nos demanda nuestro trabajo y nuestros compromisos, dejamos de lado en un segundo plano nuestras relaciones. Cuando esto sucede la relación empieza a enfriarse y la pasión comienza a desaparecer.
  3. Para que una relación tenga éxito hay que entrar en ella con la mentalidad de dar, no de recibir. Muchísimas personas establecen relaciones con el único fin de obtener algo, de conseguir que la otra persona le trate bien. Es un gran error. El gran desafío de una relación queda superado cuando uno realmente se enfoca en dar de corazón.
  4. Aprenda a conocer las señales que le indican que algo ha de mejorarse en una relación. Existen básicamente cuatro fases que pueden progresivamente acabar con una relación:

Fase 1. Sentir resistencia. Es frecuente en una relación en algún que otro momento sentir cierta resistencia ante algo que haya dicho o hecho su compañero/a. Cuando esta resistencia aparece, surge el problema cuando no expresamos nuestros sentimientos y como resultado esa resistencia continúa creciendo y puede desembocar en… (siguiente fase)

Fase 2. Resentimiento. En esta fase hemos pasado de estar simplemente molestos a enojarnos con la otra persona. Comienza a levantarse entre ambos lo que se denomina una “barrera emocional”. Cuando se continúa sin comunicación, generalmente se desemboca en… (siguiente fase)

Fase 3. Rechazo. En este punto se ha llegado ya al extremo en el que se buscan formas de meterse con el otro. Se comienza a ver todo lo que la otra persona hace como irritante y ofensivo. Es la fase crítica porque si no se controla la situación y se ataja el problema se llega a la fase definitiva…

Fase 4. Muerte emocional de la relación. El ser humano siempre tiende a comportarse de modo que evite el dolor. Esto es lo que sucede en esta fase. Después de la sensación de rechazo no quedan ganas de ser desengañado de nuevo y se entra en un estado como de parálisis emocional. Ese es el punto en el que la relación muere emocionalmente porque ya no existe pasión ni excitación.

Ahora bien, todas esas cuatro fases jamás llegan a producirse cuando existe una comunicación sincera utilizando un vocabulario adecuado que ayude a enfocar en lo positivo. Es bien sencillo. En lugar de decir “No aguanto que hagas esto”, transfórmelo en “Preferiría que hicieras…”. Como ve son las pequeñas acciones hechas consistentemente las que marcan al final la gran diferencia.

  1. Enfóquese cada día en buscar formas de potenciar todavía más su relación. ¿Qué podría hacer hoy para convertir su relación en algo mágico? Comience a plantearse preguntas en su mente que le centren en lo positivo de su relación. Preguntas del tipo de: ¿Por qué soy tan afortunado de tener a mi lado a esta persona? ¿Cómo puedo hacer sentirse especial a la gente que quiero? ¿Cómo puedo crear momentos especiales que sean inolvidables para ambos?

Estos cinco pasos que acabamos de ver están fundamentalmente destinados a nuestras relaciones más cercanas e importantes. Pero aparte de estas relaciones, diariamente cada uno de nosotros interactuamos con muchas personas y es igualmente importante que dominemos algunos principios elementales del arte de hacer amigos.

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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