Artículos Cristianos – El Aborto 1

 

¿Qué problemas puede acarrear un aborto?

¿Tengo derecho a abortar?

¿Qué métodos se usan para practicar un aborto?

¿Cuáles son las causas que inducen a tomar esta trágica decisión?

¿Cómo salgo de esta amargura y dolor constante?

Estas son algunas de las preguntas que intentaré responder en este artículo.

Escribo estas reflexiones para ayudar a muchas mujeres que se debaten en dos campos: uno, quienes ya abortaron y ahora no pueden lidiar con su sentido de culpa; y el otro, aquellas que están en el vértice de un aborto, pero que todavía son capaces de detenerse y escuchar una voz de prevención y ayuda.

Casi matan a Beethoven…

Cierto profesor, queriendo probar a sus alumnos universitarios, les presentó un caso real:

“Basados en las siguientes circunstancias, ¿qué consejo le darían a una señora que está embarazada de su quinto hijo?

El marido sufre de sífilis; ella es tuberculosa. Su primer hijo nació ciego. El segundo murió al nacer. El tercero nació sordo y el cuarto es tuberculoso.

Ella está pensando seriamente en abortar. ¿Qué le aconsejarían?”

Teniendo en cuenta los datos presentados, la mayoría de los alumnos estuvo de acuerdo en que el aborto sería la mejor alternativa…

El profesor le dijo a sus alumnos: “Si ustedes le aconsejaran el aborto a esta señora, acabarían de matar al gran compositor Ludwig van Beethoven”.

Aborto, una palabra engañosa que promete alivio, solución, salvación de una desgracia… palabra que cuando se ve una criatura inocente riendo, cambia el brillo de los ojos de miles de vecinas, alumnas y mujeres en general, en un aguijón que penetra hasta la conciencia amenazando robarles la sanidad mental y la estabilidad emocional.

Aborto, palabra que responde al grito silencioso que se repite en las madrugadas de insomnio… “Dios mío, yo maté a mi bebé”.

Aborto, una palabra que nos avergüenza y nos aleja cada vez más de la sensibilidad y la sensatez de Dios, único Dador de la vida.

El aborto no beneficia a nadie, no ayuda a nadie, no salva a nadie de nada. Al contrario, hunde en la desesperación, crea un fuerte sentido de culpabilidad y siempre mata a un inocente.

El aborto siempre provoca problemas de orden físico, emocional, social y espiritual a la mujer que lo practica…

Problemas físicos: debido a su ilegalidad, el personal que hace los abortos, los métodos que se utilizan, etc. traen consecuencias sobre todo en el sistema reproductor femenino. Además las estadísticas nos hablan no sólo de la muerte del niño, sino también de la madre.

Problemas emocionales: porque la madre no puede desligarse del hecho de que ha destruido la vida de un ser que ella misma cargó en su vientre, y una y otra vez se ve acusada por su propio sentido de culpabilidad.

Problemas sociales: porque los seres humanos se están atribuyendo el derecho de decidir quién vive y quién no. Hoy son los niños no nacidos, mañana serán los enfermos terminales, los ancianos, los minusválidos, etc… 

Problemas espirituales: porque en todo pecado se rompe la relación con Dios.

 

¿Cuáles son algunas causas que inducen al aborto?

Probablemente la más frecuente de las causas de aborto son las “relaciones sexuales prematrimoniales”.

Una pasión…

Un descuido…

Un  embarazo…

Una angustia…

Una desesperación…

Y el comienzo y el fin de una vida.

Un niño que podría sonreír, gatear, correr, jugar, cantar y crecer; pero un acto de violencia cometido contra alguien que no puede hacer nada para defenderse y que termina asesinándolo.

La “promiscuidad sexual” es un campo de cultivo fértil para el aborto con el fin de solucionar las consecuencias lógicas de ese estilo de vida.

Aunque parezca mentira, el aborto no es una práctica exclusiva de los solteros que intentan borrar sus errores, ya que aún en los matrimonios esta práctica promete algunas “soluciones” para situaciones molestas.

El “embarazo prematuro en el casamiento”, cuando los recién casados han planeado no tener hijos todavía, pero llegó la noticia del embarazo y esto cambia los planes. Todo matrimonio tiene derecho a planificar, pero no a abortar.

Los “factores económicos desfavorables”, no estamos en condiciones de tener otro hijo, es mucho gasto y la situación económica es apremiante.

Cuando viene “un hijo más de la cuenta”, siempre quisimos tener tres hijos y ahora no podemos tener otro, desequilibra toda la vida familiar.

La “falta de armonía conyugal”, no es justo traer un hijo en un ambiente de peleas, discusiones, etc…

Los “embarazos producto del adulterio”, el aborto es la manera de intentar tapar la vergüenza y evitar que se descubra el error, aunque el precio es muy caro.

(CONTINÚA…)

Por Pastor Rubén Kassabián

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