Artículos Para Líderes – Aprender 1

 

Para mantenerte dirigiendo, mantente aprendiendo.

Si ves a un hombre pequeño con un bigote corto, con un bastón, pantalones bombachos, zapatos grandes y torpes y un sombrero de hongo, inmediatamente sabrás que se trata de Charlie Chaplin.

Casi todo el mundo lo reconoce. En los años entre 1910 y 1920 era la persona más famosa y reconocible del planeta. Si miramos a las celebridades de hoy, la única persona en la misma categoría de Chaplin en popularidad podría ser Michael Jordan, pero para medir quién es la mejor estrella tendríamos que esperar otros setenta y cinco años para saber cómo el mundo recuerda a Jordan.

Cuando Chaplin nació, nadie le hubiera predicho tanta fama. Nacido en la pobreza dentro de un matrimonio de músicos ingleses, se encontró en la calle desde muy pequeño cuando su madre fue internada en una institución para enfermos mentales. Después de años en asilos y orfanatos, comenzó a trabajar en el teatro para sobrevivir. A los diecisiete ya era un actor veterano. En 1914, cuando estaba en la mitad de la década de sus veinte, trabajó para Mack Sennett en los estudios Keystone en Hollywood ganando 150 dólares a la semana. Durante ese primer año en el negocio de la cinematografía hizo treinta y cinco películas, trabajando como actor, escritor y director. Todos reconocieron su talento de inmediato y su popularidad creció.

Un año más tarde, ganaba 1250 dólares a la semana. En 1918 hizo algo sin precedente: firmó el primer contrato de un millón de dólares de la industria del entretenimiento. A los veintinueve años de edad era rico, famoso y el productor de películas más poderoso del mundo.

Chaplin tuvo éxito porque tenía un gran talento y un empuje increíble. Pero esas características eran alimentadas por la habilidad para aprender. Continuamente se esforzaba por crecer y perfeccionar su arte. Aun cuando era el actor más popular y mejor pagado del mundo, no estaba satisfecho con lo que había logrado.

En una entrevista explicó su deseo de mejorar:

Cuando estoy viendo alguna de mis películas presentadas a una audiencia, siempre pongo mucha atención a lo que no los hace reír. Si, por ejemplo, varias audiencias no se ríen en un acto que para mí es cómico, inmediatamente comienzo a desmenuzar ese fragmento para descubrir qué estaba equivocado en la idea o en su ejecución. Si oigo un ligero murmullo de risa por algo que yo no esperaba que fuera gracioso, me pregunto por qué esa parte en particular produjo risas.

Ese deseo de crecer lo hizo exitoso económicamente y le produjo un alto nivel de excelencia para todo lo que hacía. En esos primeros días, el trabajo de Chaplin fue aclamado como entretenimiento maravilloso. Con el paso del tiempo fue reconocido como un genio cómico. Hoy en día muchas de sus películas son consideradas obras maestras y él es apreciado como uno de los más grandes productores de todos los tiempos. El crítico de cine y escritor de guiones James Agee escribió: «En la obra de Chaplin se encuentra la más fina pantomima, la más profunda emoción, la más rica y más conmovedora poesía».

Si cuando alcanzó el éxito Chaplin hubiera sustituido su habilidad para aprender por autosatisfacción arrogante, su mombre hubiera estado exactamente junto con Ford Sterling o Ben Turpin, estrellas de películas silentes que ya se han olvidado. Pero Chaplin se mantuvo creciendo y aprendiendo como actor, director y algunas veces ejecutivo de películas. Cuando la experiencia le enseñó que los productores de películas estaban a merced de estudios y distribuidores, inició con Douglas Fairbanks, Mary Pickford y D.W. Griffith su propia compañía, Artistas Unidos, la que hoy día sigue estando en el negocio.

 

Al Grano.

Los líderes enfrentan el peligro de sentirse satisfechos con el statu quo. Después de todo, si un líder ya posee influencia y ha logrado un nivel de respeto, ¿para qué querer seguir creciendo? La respuesta es sencilla:

  • Tu crecimiento determina quién eres.
  • Quien eres determina a quién atraes.
  • A quién atraes determina el éxito de tu organización.
  • Si quieres que tu organización crezca tienes que mantenerte aprendiendo.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Las 21 Cualidades Indispensables de un Líder”

Por John C. Maxwell

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Deseo seguir recibiendo reflexiones cristianas lo cual me ayudan para mi vida espiritual muchas veces se pasa momentos dificil, aun asi Dios esta conmigo porque se k el nunca me deja.

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