Maestros de Niños – Ayudas Para Entrar en el Mundo del Niño 3

 

Continuemos.

Un niño de cada pareja será el que tira el dado para sacar cuántos cuadros se puede avanzar en el juego. El otro hará las veces de «pieza» parándose sobre los cuadros de cartu­lina. Cada uno comienza parado sobre el cuadro que dice «Comienzo». Avanza hasta el número de cuadros que sacó el compañero tirando el dado.

El niño que es la «pieza» contesta la pregunta primero. Tiene dos oportunidades durante el juego de pedir que lo haga el compañero.

Esta actividad también se puede preparar como juego de mesa para utilizar entre el maestro y un alumno. Para esto, se preparan tarjetas de cartulina con las preguntas usando un color, y se colocan en una pila a un costado. También se prepara otra pila de tarjetas con los elementos graciosos, usando otro color.

El tablero se hace dibujando una serie de casi­lleros sobre una cartulina grande, marcando el comienzo y el fin. Dentro de algunos de los casilleros se dibuja una cara sonriente. Cuando el jugador llega a uno de éstos, debe sacar una tarjeta de la pila de consignas divertidas. Se juega utilizando un dado para sacar el número de casilleros que se debe avanzar en cada turno. Se usan fichas para avanzar de un cuadro a otro.

 

C. Juego: «La Bolsa de Palabras» (El Kiosco).

Esta actividad ofrece múltiples oportunidades para comunicarse con un niño a niveles diferentes. Combina el elemento de juego con la técnica de la historia y provee un contexto natural y cómodo para charlar con el niño y escuchar sus experiencias y opiniones. Un niño que gustaba mucho de esta actividad decidió llamarla «El Kiosco» por la posibilidad que ofrecía de comprar golosinas. Es otra variación del juego «El Kiosco» explicado aquí.

Materiales necesarios: Hace falta una bolsa de tamaño mediano, puede ser de papel o de tela, identificada con las palabras «La Bolsa de Palabras». Debe haber una cajita de fichas (pueden ser redondelitos de cartón, si no dispone de otra cosa). Tiene que haber una caja de premios (caramelos, chicle-globos, chupetines, lápices, chocolatines, etc.).

Se preparan pequeñas tarjetas con palabras escritas. El maestro coloca las palabras que crea conveniente para la circunstancia que está viviendo el niño, agregando nuevas y qui­tando las que considere que no tienen relación con lo que el niño necesita comunicar. Pue­den ser palabras de la siguiente lista, pero se deben seleccionar o agregar de acuerdo con las circunstancias que está viviendo el niño.

La cantidad de palabras que el maestro incluya depende del tiempo que desee dedicar al juego. Por ejemplo:

  • Funeral
  • Adulto
  • Bautismo
  • Oración
  • Valiente
  • Papá
  • Operación
  • Accidente
  • Solo
  • Castigo
  • Niño
  • Divorcio
  • Enojado
  • Enfermedad
  • Amigo
  • Preocupación
  • Morir
  • Llorón
  • Dios
  • Hospital
  • Abuelo
  • Insulto
  • Cuerpo
  • Infierno
  • Chica
  • Miedo
  • Amor
  • Maestro/a
  • Bebé
  • Ambulancia
  • Estúpido
  • Malo
  • Cruel
  • Cielo
  • Triste
  • Alegre
  • Deseo
  • Iglesia

Procedimiento: El maestro y el niño se ponen de acuerdo en cuanto a quién comienza el juego. Se inicia sacando al azar una palabra de la bolsa. El que saca la palabra puede ganarse una ficha, si usa la palabra en una frase. Se ganan dos (o más) fichas, si se cuenta una historia con la palabra. A veces el niño se entusiasma y prefiere jugar solo, sin esperar el turno del maestro.

La finalidad del juego es dirigir los comentarios del niño hacia elementos importantes que pueden ser la causa de su problema. La «historia» que cuente tendrá mucho que ver con su propia experiencia, y el maestro atento puede enterarse de elementos impor­tantes para luego ir ofreciéndole una ayuda adecuada.

Después de un tiempo fijado de antemano, el niño puede elegir un premio de la caja de acuerdo con el número de fichas que se haya ganado. Los premios tendrán su valor fijado de antemano en fichas.

 

D. Juego: » Completa la Frase».

Hay niños que encuentran ayuda en hablar de sus problemas emocionales utilizando un método que llamamos «Completa la frase». El maestro puede introducir la actividad como un juego y participar junto con el niño. Por lo general, el niño mayor se encuentra más cómodo escribiendo su respuesta, mientras que el niño menor responde con más facilidad verbalmente.

La consigna es sencilla. El maestro lleva preparados papeles escritos con algunas frases seleccionadas. Son frases incompletas que el niño debe completar a su gusto. Si el maestro está participando junto con el niño en la actividad, se turnan leyendo sus frases una vez completadas. El niño puede hacerle preguntas al maestro sobre sus frases y viceversa. De esta manera, se abre un diálogo sobre las áreas específicas que el maestro quiere enfocar.

A continuación incluyo algunas frases, pero el maestro debe inventar otras que apuntan más a las áreas problemáticas en la vida del niño.

 

Frases sobre las Emociones:

  • “No me gusta sentirme triste porque…”.
  • “Yo odio a…”.
  • “Sentí mucha vergüenza cuando…”.
  • “Me da miedo cuando…”.
  • “Estaba contentísimo cuando…”.
  • “No me gusta llorar porque…”.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Más Que Maestros”

Por Betty S. de Constance

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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