Maestros de Niños – El Niño y la Escuela 3
Continuemos.
5. Evidencias de Problemas en el Niño.
A. Pérdida de Interés en Asistir al Colegio.
A veces los padres comentan con el maestro de la escuela dominical esta actitud de parte de su hijo. A veces, no. A veces el niño mismo da evidencia de su rechazo del colegio cuando el maestro trata de involucrarlo en trabajos en la misma clase de escuela dominical. Esta reacción puede ser inconsciente por parte del niño, pero, no obstante, lo expresa enfáticamente: «¡No quiero leer!» o «No me gusta escribir». Si el maestro percibe esta actitud en el niño, necesita ayudarlo a dar expresión a los factores que están creando su problema.
B. Cambios en su Rendimiento Escolar.
El niño comienza a demostrar problemas de aprendizaje o cambios en sus hábitos de estudio en alguna materia, donde anteriormente no los tenía. Esta situación va acompañada, generalmente, con un cambio en la autoestima del niño. Algo ha pasado en el hogar o en el colegio que ha creado esta inseguridad en el niño.
C. Problemas Para Relacionarse con los Compañeros de Clase.
A veces las agresiones entre los niños le permiten al maestro saber que existen problemas no resueltos en la vida del niño y que se manifiestan en la escuela, tanto secular como bíblica. Por ejemplo, si un alumno llegara a admitir que ha sacado una mala nota o ha fracasado en un examen, enseguida se pueden escuchar los desprecios (¡Soy un estúpido! ¡Tonto! ¡Burro!, etc.) que él mismo se lanza y que reflejan sus propias inseguridades en cuanto a rendimiento escolar.
Es probable que el que usa estos insultos los esté escuchando en su vida personal, o que se esté atribuyendo esas características, porque cree que se las merece. A veces, un pequeño grupo de trabajo en la clase de escuela dominical rechaza a algún alumno, porque no lo cree capaz de aportar algo al grupo. Otras veces un alumno se niega a leer un versículo en voz alta o a contestar alguna pregunta, porque teme la burla de sus compañeros.
El maestro puede darse cuenta de que esas conductas son solamente un reflejo del complicado mundo del colegio.
6. Sugerencias Para la Ayuda Pastoral.
A. Organizar Encuentros Privados con el Niño.
Entablar una conversación con el niño haciendo referencia a lo difícil que es a veces manejar todas las cosas que representa el colegio para un niño de su edad. Explicarle que es su deseo entender mejor lo que le puede estar pasando para ofrecerle apoyo en lo posible. Si hay relativamente poca confianza en la relación entre los dos, el juego «El Kiosco» puede ayudar a abrir un camino al diálogo.
Si hay bastante confianza en la relación maestro/alumno, un diálogo abierto con el niño utilizando las láminas puede ser suficiente. El maestro puede decir algo así: Yo tengo la impresión de que estás enfrentando algo difícil en el colegio. A veces los problemas que tienen los niños allí tienen que ver con estas cosas que se ven en las láminas.
¿Tú ves algo aquí que es similar a algo que te está pasando? ¿Quieres contarme algunos detalles? Me ayudaría saber algunas de las cosas que eso te hace sentir. ¿Me puedes mostrar con las caritas lo que estás sintiendo frente a este problema?
Es probable que el maestro se dé cuenta desde el principio que los problemas que tiene el niño en el colegio están radicados en alguna dinámica familiar. En este caso, puede preguntarle al niño si quiere mirar las láminas de la familia para ver si encuentra algo para explicar lo que le está pasando en su hogar. El maestro tendrá que determinar si la situación demanda una ayuda más cabal y de qué manera buscar esa ayuda.
De todos modos, su responsabilidad pastoral se limita a la vida del niño en cuestión. Si lo que surge es algo complicado dentro del seno familiar, el maestro no debe llevarlo a niveles mayores sin el permiso del niño, pero puede orar con él sobre el problema.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Más Que Maestros”
