nuevo-3Devocional – Tres Caras Del Amor Maduro

 

Pasaje clave: 1º Corintios 13.

 

En estos días estuve pensando en el hecho de que el amor hacia el prójimo no actúa por sí solo, sino que debemos trabajarlo como una planta que necesita del cuidado adecuado para crecer y mantenerse con vida. Toda especie viva si no cuenta con las condiciones esenciales para la vida, tarde o temprano se muere. Lo mismo ocurre con el amor, para mantenerlo vivo hacia los demás debemos crear las condiciones para que no muera.

Les comparto lo que creo es un amor maduro.

 

1. El Perdón

El rencor es un enojo, molestia o dolor producido por alguna cosa que nos hicieron y que nos ofendió. Pero también, es un enojo que permanece desde hace mucho tiempo; esta arraigado, firme y cuanto más tiempo pase mas difícil es eliminarlo. Esta herida se mantiene abierta y solo puede cicatrizar por voluntad propia. Es importante saber que el rencor afecta no solo nuestra relación con la otra persona, sino también nuestra paz interior y nuestra salud física; de ahí la importancia de no dejar que los enojos echen raíces en su corazón.

¿Como deshacer el rencor? El remedio efectivo es el perdón. Parece una locura. Alguno seguramente pensara que la solución esta en que el otro se disculpe o que pague lo que hizo. ¿Y si eso no pasa enseguida? 0 ¿si eso no llegara a ocurrir nunca?

El perdón no es solamente un acto ocasional sino que es una actitud continua, eso hará que los enojos no echen raíces. Un fragmento de la definición mas sublime del amor certifica sencillamente esta verdad: «El amor no guarda rencor». 

 

2. Una Autoestima Saludable

«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» es el segundo mandamiento después de «amarás al Señor tu Dios…». Observa que el amor al otro es proporcional al amor hacia ti mismo. Es decir, tú amas a otro tanto como te ames a ti mismo. Está muy ligado el amor que uno tiene con el amor hacia el prójimo. Si no logras verte saludablemente, será difícil pensar bien de los demás. Si te es difícil perdonar tus propios errores, te será difícil también perdonar a otros. Si tú eres extremadamente exigente contigo mismo serás igualmente exigente con los demás al punto de que nunca nadie podrá dar con la medida con la que mides.

Por el contrario, si estableces una relación sana contigo mismo eso redundara en una relación sana con los demás. Mientras más saludable seas contigo mismo mejor será su relación con los demás.

 

3. La Incondicionalidad

Existe una verdad que es irrefutable: Nadie puede cambiar a otro por más que se lo proponga. En muchas relaciones ese es el objetivo de una de las partes, tratar de cambiar al otro. Pero eso, mas allá de generar algún tipo de resultado, provoca todo lo contrario, un deterioro mayor en la relación. Quien no se siente aceptado por otro, en lugar de tener apertura al cambio, se cierra mucho más creando un blindaje.

Pero el amor que produce transformaciones es aquel que ama a pesar de… es incondicional.

La idealización del otro es lo que te lleva a querer cambiarlo, es la imagen que tienes en tu imaginación de cómo debería ser la persona que te interesa. Entonces, cuando te encuentras con el que realmente es te decepcionas. Por eso, el camino es la aceptación. Acepta, pero no te resignes. Y en lugar de querer cambiar, se influyente con ese amor incondicional.

Espero que estas reflexiones te enriquezcan hacia el amor maduro. Se feliz.

 

Por Cesar Ruggeri

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