Devocional Diario – ¡TENTADOS!

Devocional – ¡Tentados!

Pasaje clave: 1º Tesalonicenses 3:5.

¡Todos somos tentados! Y la tentación no discrimina clases sociales, sexos, edades, culturas, niveles socioeconómicos ni capacidades intelectuales. Nuestra inclinación natural hacia el pecado es un imán poderoso para las tentaciones del tentador. Todas las tentaciones vienen de Satanás (Lc.4:2, 13).

Su objetivo al tentarnos es:

• Debilitar nuestra fe.
• Hacernos pecar.
• Alejarnos de Dios
• Robarnos la bendición
• Mantenernos atados a un hábito pecaminoso
• Destruir el propósito de Dios para nosotros.

¿Algunas de estas cosas suceden actualmente en tu vida?

Si es así, ¿a qué tentaciones estás cediendo?

Pero entiende que Dios nunca tienta a nadie (Stg.1:13). Dios no es un Padre sádico ni perverso. Él permite que lleguen a nuestras vidas pero no las provoca. Las tentaciones no vienen de Dios, pero Él permite que lleguen a nosotros para poner a prueba nuestra total  dependencia de Jesucristo.

Job fue probado. Dios permitió que Satanás lo maltrate, pero también fue tentado a maldecir a Dios y morirse (Job 2:9). Y esto ultimo no provino de Dios.

Tentaciones sexuales, de odio, de rencor, de frialdad, de egoísmo, de mentiras, de venganzas, de robo, de abuso, de violencia, de dudas acerca de Dios, de celos, etc., van a llegar a nosotros muchas veces, y esto es inevitable. Pero, por otro lado, muchas veces nosotros mismos nos metemos “en la boca del lobo” y nos exponemos abiertamente a todo tipo de tentación. Tenemos que identificar claramente los lugares, las personas, las cosas y los medios que nos incitan a pecar y ¡huir de ellos! Lo que sí es evitable es ser vencidos por el tentador.

Piénsalo.

¿Puedes identificar cuáles son las tentaciones que frecuentemente experimentas?

¿Qué “bocas de lobo” deberías empezar a evitar para librarte de estas tentaciones indeseadas?

Por Edgardo Tosoni