Devocional Diario – ¿QUÉ CLASE DE FRUTOS HAY EN MI ARBOL?

Devocionales Cristianos – ¿Qué Clase de Frutos Hay en mi Árbol?

 

Pasaje clave: Juan 15:2-8.

 

1. Introducción.

Conocemos a un árbol por el tipo de fruto que da. Con sólo ver su fruto identificamos al árbol. De la misma forma sucede con nosotros.

A. Los que están a nuestro alrededor saben qué tipo de personas somos por el fruto que llevamos en nuestra vida diaria. ¿Qué piensan los demás de mí?

B. Cada uno de nosotros da lo que tiene. Si tengo paciencia voy a mostrar paciencia. Si tengo mal carácter voy a mostrar mal carácter. Si tengo gratitud voy a dar gratitud. Si tengo amargura voy a dar amargura. ¿Qué tengo para dar?

C. Muchos están más preocupados en recoger frutos que en producirlos, en recibir que en dar. “¿Qué tienen para mí?”, en lugar de “¿Qué puedo darles yo a ellos?”. 

 

2. Demos Fruto exitosamente.

A. Tenemos que estar conectados a la fuente correcta. (vs.4 y 5).

Muchas personas que están frustradas por la falta de frutos positivos en sus vidas nunca han tenido una relación correcta con Dios. Lo que tienen no los satisface. Se han secado interiormente y es muy limitado lo que su vida espiritual produce.

Pero cuando estamos conectados con Dios ¡su poder es nuestro!

¿Cómo puedo permitir que el poder de Dios fluya a través de mí?

¿A qué debo renunciar para que Dios me use con total libertad?

 

B. Tenemos que ser podados y disciplinados para producir fruto. (vs.2).

Dios está interesado en que yo lleve fruto. Él desea que lleve más fruto. Pero para esto tenemos que aprender a ser disciplinados con nuestras propias vidas.

El desorden, el descontrol, la pereza, el desgano, la indecisión, el esperar que otros hagan las cosas por nosotros, el tiempo mal invertido, son obstáculos que tienen que ser quitados de nuestras vidas, para que podamos ser fructíferos. Todos queremos el éxito pero solamente lo obtienen aquellos que son disciplinados.

¿En qué áreas de mi vida necesito ser más ordenado y disciplinado?

 

C. Debo entender el propósito de Dios para mi vida. (vs.8).

¡Y su propósito es que produzca frutos! Cuando entiendo el propósito es más fácil hacer su voluntad.

¿Qué clase de fruto estoy dando?

¿Qué es lo que habitualmente sale de mi corazón?

¿Qué decisiones tengo que tomar para ser más productivo?

Por Edgardo Tosoni