Devocionales Cristianos – Ceguera Espiritual

 

Pasaje clave: 2 Corintios 4:3-4.

 

En esta semana dedicada al tema libertad a los cautivos nos toca hablar de algo sumamente interesante como es la ceguera espiritual. En 1 Pedro 5:8 podemos ver con claridad porqué hay cautivos que necesitan ser libres. Aquí se desarrolla muy bien el concepto de adversario, qUe busca constantemente a su presa.

Es este mismo adversario, Satanás, el diablo, quien busca por todos los medios destruir a la suprema creación de Dios, al ser humano. Él sabe que la mejor forma de destruir al ser humano es alejándolo del «camino, la verdad y la vida», que es Jesús.

Para esto el diablo opera como lo revela 2 Corintios 4:3-4 pone un velo en las personas para que no les resplandezca la luz del Evangelio de Cristo. Esto deja más que claro la idea de que si nuestro Evangelio está aún encubierto (sin ser descubierto, escondido, tapado) en el mundo, es debido a que nuestro adversario realiza la tarea de cegar a las personas, para que Cristo no resplandezca en ellos.

Hemos ya identificado entonces al principal responsable de la incredulidad de las personas que nos rodean, nuestro adversario. Al tener esto claro debemos saber qué nos dice Jesús para solucionar este gran problema. En Efesios 6:12 la Biblia nos revela dos verdades muy importantes: tenemos una lucha y no es contra las personas, sino contra Satanás y todo su ejército.

Como Iglesia de Jesucristo debemos pelear, guerrear, luchar contra el diablo para que suelte las vidas que tiene atrapadas (cegadas), y cuando esto ocurre a las vidas les resplandece la luz del Evangelio de Cristo.

En Daniel 10:12 tenemos revelado unos de los secretos más importantes de la oración como arma de la guerra espiritual. La oración, como la de Daniel, en comprensión y humillación, tomando los pecados del pueblo como suyos y en clamor y gemido desde lo más profundo del corazón, genera respuestas, y nos permite acceder a la victoria.

¡Gloria a Dios! En Jesús tenemos la solución para el problema de la ceguera espiritual de los incrédulos. Prepárese para la batalla, y recuerde que la victoria ya es nuestra.

 

Aplicación Práctica.

Evangelizar es hacer guerra espiritual, porque es atacar al diablo para que suelte las vidas que tiene cegadas, e inmediatamente después llegar con el Evangelio de Cristo para que resplandezca en sus vidas. Tome la decisión y hoy mismo hable de Cristo a alguna persona de su entorno.

 

Motivos de Oración.

1. Señor, que sea un agente de tu Reino para destapar los ojos de quienes me rodean.

2. Señor, que como Iglesia entendamos la prioridad del evangelismo para deshacer las obras del diablo.

3. Señor, que la Argentina pueda ver tu poder manifestado en la transformación de las vidas.

Extracto del libro “40 Días de Ayuno, Oración y Renovación Personal”

Por Carlos Annacondia

Lee Liberación de la Idolatría

Artículo anteriorDevocional Diario – LIBERACIÓN DE LA IDOLATRÍA
Artículo siguienteDevocional Diario – MALDICIÓN SOBRE CIUDADES
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

4 Comentarios

  1. Excelente tema: Hoy con el evangelio moderno, somos salvos siempre salvos, no importa que pelee, calumnie, robe, adultere y fornique, no tiene importancia el tener malos pensamientos y maquinar algo malo en contra de alguien, porque no somos salvos por la ley sino por la gracia de Jesucristo: y fácilmente se oye decir ese versículo: que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús pero obvian lo que sigue: que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, pero para aquellos que andan según el espíritu y no según la carne.
    Bendito y alabado sea el nombre de nuestro Dios. Somos faltos delante del Señor, porque a pesar de tener un exquisito conocimiento de la palabra de Dios, la que ella nos encierra en un modelo de vida diferente al mundo, caímos fácilmente en el error de los Fariséos, Escribas y Sacerdotes, que conocían la palabra de Génesis hasta Apocalipsis, pero escaseaba en esos corazones el amor y la misericordia, sino que solamente tenían en mente la ley y debido a ello solo buscaban lo malo en los demás para tener excusas para acusarles y condenarles, así estos personajes probaron a Jesús cuando llevaron a aquella mujer que fue pillada en el adulterio, y ellos no lograban entender que aquella ley que Dios había dejado a través de Moisés Jesús la quebrantara con dar una oportunidad al pecador para que se reconociera, se arrepintiera y se convirtiera de corazón al Señor. Así hoy en día abundan Fariséos y Escribas, estudiosos de la palabra que solamente la guardan para ver lo malo en los demás, todo lo que miran lo ensucian porque ven solo lo malo, y ellos se sienten justos y rectos delante del Señor.
    Dios no quiere estudiosos ni sabios en la palabra, sino quiere hombres y mujeres sencillos y humildes que necesiten conocer más a Su Señor para hacer de acuerdo a lo que está escrito porque ciertamente haremos prosperar nuestro camino y todo nos saldrá bien. Aprender a amar y hacer misericordia, de poder frenar esta lengua de murmurar, de hablar mentiras y engaños, de pedir a Dios que limpie nuestros ojos con Colirio para que podamos ver a nuestros hermanos hermosos y santos, porque todos fuimos lavados y redimidos por una misma Sangre, por tanto ninguno es mejor que el otro, por tanto todos pecamos estábamos destituidos de la gloria de Dios, más Jesús cargó en El el pecado de todos nosotros y nos justificó delante del Padre como reyes y sacerdotes para Dios el Padre.
    Dios tenga misericordia de todos los que hemos recibido el llamado del Señor, y podamos evitar caer en el Fariseísmo y podamos amar así como hemos sido amados por El Señor, recordemos que con la vara conque medimos un día todos seremos medidos, y lo que sembremos hemos de cosechar. Para Dios honra y gloria y para mi, Su misericordia. Amen y amen

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre