Devocionales Cristianos – Disciplinas de la Visión: Su Elección
La visión es la clave para una vida efectiva porque cuando usted ve su destino, ella le ayuda a disciplinar su vida en maneras que lo entrenan y preparan, proveyendo para su visión.
Proverbios 29:18 es citado con frecuencia no es totalmente entendido: «Sin profecía el pueblo se desenfrena». La palabra en hebreo para «perecer» significa «desechar la reprensión». Si usted no tiene visión, no hay verdadera reprensión en su vida. Sin embargo, cuando usted tiene visión, usted es capaz de decir no con dignidad. La Nueva Versión Internacional lee: «Donde no hay visión, el pueblo se extravía».
El uso de la palabra «revelación» y «extravío» es muy significativo porque el versículo puede interpretarse como significando: «Donde no hay visión, el pueblo perdió el control». Usted nunca será disciplinado en su vida hasta que tenga verdadera visión.
La disciplina puede definirse como normas y restricciones autoimpuestas motivadas por un deseo o visión que es más grande que cualquier alternativa. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra disciplina y discípulo vienen de la misma raíz de la palabra que significa «alumno». Un discípulo es un estudiante que está dedicado a aprender a pensar como su maestro o maestra. Los seguidores de Jesús, el Maestro por excelencia, fueron llamados Sus discípulos porque ellos estaban comprometidos a cambiar sus pensamientos para poder enseñar como lo hizo El.
A medida que usted sigue al Señor en Su visión, usted llegará a ser más y más disciplinado en la elección que hizo en su vida.
Oración: Padre, muchas escogencias son accesibles para mí. Lo más importante es elegir el amor y servirte. Por favor, enséñame a ser más disciplinado para que pueda hacer elecciones para el resto de mi vida que verdaderamente te honren. En el nombre de Jesús, amén.
Pensamiento: Ver su destino le ayuda a disciplinar su vida de manera que lo entrena y prepara, proveyendo para su visión.
Extracto del libro “Devocional Diario de Poder y Oración”
Por Myles Munroe