Devocionales Cristianos – Pasión Por Las Ciudades

 

«No ruego sólo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado» (Mateo 17:20-21).

En el Nuevo Testamento descubrimos que la vida, la salud y el crecimiento de la Iglesia de Jesucristo inmediatamente des­pués de Pentecostés, es una de las grandes manifestaciones de la gracia y el poder de Dios a través de los siglos. Un factor clave que contribuyó al éxito de la Iglesia primitiva fue la unidad práctica y la relación de los hijos de Dios en cada ciudad.

Durante años pensamos como iglesias o congregaciones lo­cales, pero si deseamos ajustamos a La Palabra de Dios y de­mostrarle al mundo esa unidad que proclamamos en nuestras canciones y convenciones, pero que rara vez vivimos diariamente en nuestras localidades, necesitamos desarrollar el concepto de «Iglesia de la ciudad».

En Juan 17 encontramos la oración de Jesús por la unidad de aquellos que creerían en Él, a través del testimonio de sus discípu­los. Hay una clara indicación de que esa unidad sería la demostra­ción más poderosa del poder del Evangelio de Jesucristo al mundo.

Nos gustaría analizar brevemente las tres dimensiones en las que los cristianos del primer siglo entendieron el concepto de Iglesia:

La Iglesia universal es la comunidad de creyentes de todas las edades, culturas y naciones en la que cada uno es parte de esta Iglesia, pero no tiene oportunidad de reunirse con todos los demás en ningún momento y lugar hasta que estemos en la eternidad.

La Iglesia de la ciudad es la Iglesia que se encuentra loca­lizada en una misma ciudad geográfica, compuesta por quienes creen en Jesucristo y se reúnen periódicamente para cumplir sus funciones como creyentes. Todo el Nuevo Testamento y las cartas apostólicas mencionan la Iglesia de la ciudad.

La Iglesia en las casas son los creyentes de una misma ciu­dad que se reunían frecuentemente en los hogares de algunos de ellos; se mencionan varios textos en La Palabra de Dios que dan cuenta de esto.

En este último tiempo, la Iglesia ha reconocido rápidamente tanto el concepto de la Iglesia universal como también el concepto de la Iglesia en las casas, pero se le ha dado poca o ninguna atención al concepto de Iglesia de la ciudad. Aun cuando es mencionada en el Nuevo Testamento muchas más veces que las otras dos juntas.

Nuestro desafío como Iglesia.

Los apóstoles veían a la Iglesia de la ciudad como la represen­tación del cuerpo de Cristo en un área determinada. La mayoría de las cartas apostólicas fueron escritas para todos los creyentes de una iglesia en particular: Efesios, Filipenses, Colosenses; o para la Iglesia de la ciudad: 1 y 2 Corintios, 1 y 2 Tesalonicenses. Y lo mismo sucede con las cartas del Señor en Apocalipsis.

Enfrentamos un tremendo desafío como Iglesia de la Argen­tina. ¿Cuál podría ser el impacto en nuestras ciudades si los líde­res espirituales trabajáramos juntos, en una unidad funcional y práctica?

Hasta el día de hoy hemos trabajado bien, pero cada uno en su congregación. No nos hemos tomado el tiempo de pensar que servimos en «la única Iglesia en la ciudad», que Dios tiene otros obreros, otros siervos, otros hijos y como Padre, Él quiere que sus hijos estén unidos.

Una de nuestras mayores satisfacciones es cuando están nues­tros tres hijos juntos. ¡Qué alegría cuando los tres están en casa! ¡Qué alegría es para el Señor ver a sus hijos unidos!, no discutien­do por cosas vanas, por nimiedades, por carnalidades sino pensan­do juntos en cómo llegar a impactar una ciudad.

La presencia del Señor viene cuando los hermanos están juntos y en armonía. ¿Qué pasaría si un número significativo de congre­gaciones se movilizara en unidad para alcanzar a los perdidos, en cada una de las ciudades de nuestra nación?

Nadie podrá hacerlo solo aunque pertenezca a una iglesia o denominación muy importante. Nos necesitamos el uno al otro para traer un gran avivamiento en Argentina. Para enviar un avivamiento, Dios desea ver a sus hijos traba­jando en unidad.

 

Motivos de Oración.

  • Señor, danos una Iglesia unida en Argentina.
  • Señor, danos una Iglesia unida en cada ciudad.
  • Señor, bendice a las demás congregaciones de mi ciu­dad y el trabajo del Consejo Pastoral.

 

Acción Práctica.

Recuerda orar periódicamente por la unidad de todas las con­gregaciones en nuestra nación y aprovecha cada oportunidad que se te presente de participar en aquellas acciones unidas para la evangelización de la «única Iglesia de la ciudad».

Extracto del libro “40 Días de Ayuno y Oración 2012”

Por Juan Pablo Bongarrá

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Les ruego el favor si es posible mandarme todos los dias y en la fecha de cada dia el devocional diario.Es que me esta llegando rara ves y no en la fecha correspondiente al dia sin con fecha atrasada.Les agradesco todo el amor y dedicacion que me brindan.Tambien les pido mucha oracion por mi matrimonio.

    • Hola Maritza. ¡¡Bienvenida!! La razón por la que no lo recibís todos los días es por motivos laborales nuestros. Bendiciones.

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