Devocionales Cristianos – Plan Para un Devocional Diario: Tiempo de Petición

 

Luego de emplear tiempo escuchando a Dios, confesando los pecados, leyendo y meditando en la Palabra y de pedirle que bendiga a otros, estará listo para pedirle a Dios que atienda a sus necesidades personales. Quiere que le presente todo a Él, todas sus necesidades físicas, emocionales y espirituales. Y quiere que lo haga con una buena actitud del corazón.

Al llevarle la lista de necesidades y deseos a Dios, tenga estas cosas en mente:

A. Ore con la actitud de “Sea hecha tu voluntad”. Cuando oramos por otros, nuestros motivos generalmente son buenos. Pero cuando oramos por nosotros, nuestras emociones y pensamientos complican la cuestión y nuestros motivos no son siempre puros. Pedir en oración «sea hecha tu voluntad» purifica nuestros motivos y ajusta nuestra voluntad a la de Dios.

B. Ore pidiendo que se cumpla la voluntad de Dios. Esto no es una muestra de debilidad ni falta de fe. Cuando Jesús oró: «No se haga mi voluntad, sino la tuya», sometió su voluntad a la de Dios. Cada vez que demandamos cosas de Dios, solo mostramos inmadurez. Es irónico, pero quienes tienen madurez espiritual se acercan a Dios con la fe de un niño.

En nuestras oraciones debemos pedir a Dios que nos ayude a hacer lo que Él bendice, no que bendiga lo que hacemos. Dios no está tan interesado en nuestras circunstancias como en nuestras actitudes. Cuando nuestra actitud es buena, nuestras oraciones concuerdan con su voluntad y finalmente nos beneficia, a menudo de muchas mejores maneras que aquellas que planeamos o imaginamos.

Esta oración, que se le atribuye a un soldado, lo expresa bien:

Pedí a Dios fuerzas para obtener logros.

Obtuve debilidad para aprender a ser humilde y obedecer…

Pedí salud para poder hacer grandes cosas.

Obtuve enfermedad para poder hacer las cosas mejor…

Pedí riquezas para poder ser feliz.

Obtuve pobreza para poder ser sabio…

Pedí poder para obtener alabanza de los hombres.

Obtuve debilidad para poder necesitar de Dios…

Pedí todas las cosas para disfrutar la vida.

Obtuve vida para poder disfrutar de todas las cosas…

No obtuve nada de lo que pedí,

Sino todo lo que esperaba.

Aun a pesar de mí mismo, mis oraciones tácitas se contestaron.

¡Soy, entre todos los hombres, el más bendecido!

C. Sea sincero con sus sentimientos, problemas y necesidades. Aunque Dios ya sabe todo lo que necesita y siente, aun así quiere que vaya a Él y que lo haga con franqueza. No hay nada malo en expresar sus verdaderas emociones en la oración. A decir verdad, es apropiado porque profundiza nuestras relaciones con Dios. Él siempre nos encuentra donde estamos.

D. Háblele a Dios sobre las pequeñas cosas que le preocupan. A menudo oigo a personas decir: «Solo le digo a Dios acerca de las cosas importantes. No quiero molestarlo con cosas triviales». Eso me divierte. ¿Puede pensar en algo de su vida que no sea pequeño comparado con Dios? Sin embargo, dice que sabe cuándo cae un pajarillo a tierra e incluso el número de cabellos que hay en nuestra cabeza (Mateo 10.29–30). Me pregunto con cuánta frecuencia nos perdemos lo que Dios tiene para nosotros solo porque tratamos de hacer las cosas pequeñas por nuestra cuenta. No se pierda lo que Dios tiene para usted al no contarle todo.

Extracto del libro “Compañeros de Oración”

Por John C. Maxwell

Artículo anteriorDevocional Diario – PLAN PARA UN DEVOCIONAL DIARIO: TIEMPO DE APLICACIÓN
Artículo siguienteDevocional Diario – PLAN PARA UN DEVOCIONAL DIARIO: TIEMPO DE INTERCESIÓN
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre