Devocionales Cristianos – La Iglesia… Su Esposa

 

La Biblia utiliza muchas imágenes del lenguaje para describir a la iglesia. Cada una de estas representaciones, algunas de las cuales veremos en este capítulo, está llena de significado acerca de la iglesia. Pero hay una palabra, una imagen que parece ser la más impactante. Nos ayuda a ver no solo el propósito de Dios para nosotros, la iglesia, sino la profundidad de su amor y compromiso con nuestro bienestar. Pablo nos dice que Cristo ve a la iglesia como el novio ve a su futura esposa.

Que Jesús llamara a la iglesia su esposa nunca tuvo mucho significado para mí. Es decir, hasta el día de mi boda. No puedo recordar todos mis pensamientos y emociones al ver a mi esposa avanzando por el pasillo. Sin embargo, en medio de mi fascinación, recuerdo que me impactó la idea de que estaba viendo apenas un atisbo de cómo se siente Cristo con respecto a todos nosotros, sus seguidores.

La gozosa anticipación…

El amor puro…

La esperanza sin límites…

Mi experiencia en esos momentos me daba un indicio de la pasión que Cristo siente por su iglesia. Jesús nos llama a usted y a mí su esposa.

Quiero ayudarle a ver sus experiencias con la iglesia desde un ángulo nuevo. A la iglesia local la llamaremos “iglesia con minúsculas”. Pero primero quiero que usted piense en la Iglesia con mayúscula. Esta Iglesia no se refiere a un edificio, congregación, denominación o tradición. Es la familia de Dios en todo el mundo, compuesta por todos aquellos que han recibido el regalo de la salvación por gracia solo a través de la fe en Jesús.

Y quiero que piense en un misterio: ¿Qué nos dice esa palabra, esposa, sobre la naturaleza del amor de Jesús por esta Iglesia con mayúscula?

 

Un Profundo Misterio

En Efesios 5:25-32, Pablo instruye a los esposos a amar a sus esposas así como Cristo amó a la iglesia. Es probable que haya oído leer este pasaje en una boda. Por lo general se aplica a las obligaciones de los esposos de cuidar y amar a sus esposas. Esta aplicación es adecuada y maravillosa, pero estos versículos también revelan mucho en cuanto a lo que piensa Jesús de su iglesia y cómo elige amarnos.

Intente leer los versículos tan conocidos de nuevo desde una perspectiva diferente. En lugar de enfocarse en lo que debieran hacer los esposos, mire lo que dicen estos versículos sobre lo que ha hecho Jesús por nosotros y sobre lo que hará por quienes están unidos a Él por la fe: Efesios 5:25-32.

Es obvio que cuando este pasaje habla de la iglesia, está hablando de algo más que de una congregación en particular. Se refiere a la Iglesia con mayúscula, o universal.

Esta es la familia viviente y espiritual a la que nos unimos, y a la que permanecemos unidos, en el momento en que somos salvos y bautizados, siendo el bautismo el símbolo exterior de nuestro renacimiento espiritual interior (Hechos 2:38).

¿Cuánto ama Cristo a la iglesia? Nos ama tanto que se entregó a sí mismo por nosotros. Entregó su vida para redimirnos. Y ahora está de continuo obrando para purificarla y prepararnos para la eternidad.

El amor de Cristo por su iglesia no es cambiante, es eterno y paciente. El intercede por nosotros de forma constante ante el Padre. Nutre, atesora, sostiene, protege.

El amor de Cristo por nosotros es tan profundo y su identificación con nosotros tan real que nos ve como su propio cuerpo. En nuestra unión con El, su vida se extiende a nosotros. Esto significa que cuando somos rechazados, Él es rechazado. Cuando somos perseguidos, Él es perseguido.

Cuando nos regocijamos, Él también lo hace.

Ahora observe que el pasaje de Efesios arriba mencionado termina con una referencia a Génesis 2, que dice que en el matrimonio el esposo y la esposa se vuelven una sola carne. Luego Pablo nos dice que el pasaje de Génesis en realidad hace referencia a Cristo y la Iglesia. ¿Qué está diciendo? ¿Es posible que Dios no haya obtenido su inspiración para amar a la Iglesia a partir del matrimonio, sino que la razón por la que Dios creó el matrimonio era la de ilustrar su amor por la Iglesia?

Así lo creo. ¡No es de sorprender que Pablo llamara a la metáfora de la Iglesia como esposa de Cristo un profundo  misterio!

Dios inventó el romance y la búsqueda y la promesa del amor que no muere entre un hombre y una mujer para que a lo largo de nuestras vidas tuviéramos apenas un débil atisbo del intenso amor que Cristo tiene por aquellos por los que murió. ¡Por su Iglesia!

Aun si usted jamás ha estudiado la Biblia, ha oído los ecos de este asombroso amor a lo largo de su vida. Toda verdadera historia de amor apunta a esto. Todo novio que se siente desmayar al ver a su radiante novia ha susurrado acerca de esto. Todo matrimonio fiel, comprometido y lleno amor lo señala.

Cada uno es un eco imperfecto del perfecto canto de amor de los cielos.

Extracto del libro “Deje de Coquetear con la Iglesia”

Por Joshua Harris

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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