Devocionales Cristianos – La Ley del Reconocimiento

 

Pasaje clave: Hechos 16:20-40

Aplicar esta ley te permitirá reaccionar y reconocer tu realidad espiritual.

«Reconocer» es darse cuenta. Uno puede ir por la vida y no darse cuenta de muchas cosas, por ejemplo: cuando nos duele el estómago, nos damos cuenta que tenemos estómago, cuando tenés una contractura, reconocés que hay una emoción puesta en tu cuello.

«Darse cuenta» es una experiencia fuerte de contacto donde reconocemos algo.

Un reconocimiento espiritual, que es cuando tu espíritu se da cuenta, se conecta, reconoce, y experimenta la Presencia de Dios.

¿Por qué nos cuesta darnos cuenta de las cosas?

Porque muchas veces reconocer nos trae angustia, ¿y entonces…qué hacemos?

A. Proyectamos: Ponemos en el otro eso que sentimos, porque admitir que lo sentimos nos trae angustia.

¿Cuántas veces te encontrás con alguien que te dice: ¿por qué me odiás? y vos decís: “yo no te odio”, y en realidad el que te lo dice es el que te odia?

Eso se llama proyección.

B. Negamos: ¿Cuántos alcohólicos toman y dicen que sólo lo hacen en las fiestas?

El drogadicto dice: “Yo entro y salgo cuando quiero de la droga”, las personas que son anoréxicas, bulímicas, que son un palito y se ven gordas, lo niegan porque reconocer ese problema les trae angustia.

Y muchas veces no reconocemos las cosas que nos pasan porque estamos tan familiarizados que no nos damos cuenta. Por ej. Cuando vivís en una casa sucia, te acostumbrás y no te das cuenta porque te familiarizaste con la suciedad.

Para Pensar: ¿Estás disfrazando alguna situación en tu vida? ¿Te animás a verla como realmente es?

¡Este es el momento!

 

Tenés que Cuidarte de estos 3 Tipos de Personas:

A. Los que se enojan: tené cuidado con la gente que te odia. No tenés que juntarte con gente que tiene espíritu de venganza, resentimiento o dolor, justificado o no. Debés alejarte.

B. Los necios: son aquellos que te matan el sueño. Hay gente que va a matar tu potencial, y para Dios, el que quita la vida es tan culpable como el que quiere matar tu sueño. Hay mucha gente que se te acerca para matar tu sueño… “si ya estás viejo”…“no, sos gorda”… “no, es muy difícil”. Estos son los asesinos de las aspiraciones, son los que te desmotivan, los que te dicen que no hagas nada porque Cristo viene pronto.

El que te quita la ropa te desnuda, pero el que te mata el sueño, te golpea. Tenés que alejarte de esta gente.

C. Los fatuos: son los peores, son los que matan tu personalidad. Hay gente que quiere destruirte, que quiere hacerte su esclavo. Gente demandante que creen que los demás son sus objetos, que Dios puso para satisfacer sus necesidades. Debés alejarte.

El espíritu tiene que reconocer cuatro cosas para entrar en el mover de Dios:

 

1. Reconocer que el pecado no es una opción para mí.

La mentira, el engaño, la venganza… ya no están más en vos. ¿Por qué? Porque cuando decidís por una mentira, siempre vas a necesitar otra mentira para tapar la anterior y después te encontrás en un pozo llorando para que Dios te saque. Pero Dios te dice: “no te saco porque yo no te metí”

El pecado no es una opción para nosotros.

 

2. Debo Reconocer a mis Padres Espirituales.

La Biblia dice: “Honra a tu padre y a tu madre para que te vaya bien”. Honrar es reconocer, darse cuenta, celebrar.

Si tu mamá y tu papá biológicos te amaron y te bendijeron, gloria a Dios, sé feliz; pero si no lo hicieron, perdonalos para que puedas estar limpio, bendecilos para que puedas reconocer a los que te bendijeron y te amaron.

 

3. Debo Reconocer las Bendiciones que Tengo.

Dejá de pensar en lo que te falta y celebrá lo que tenés. “Estoy cansado de caminar”, dale gloria Dios que tenés piernas, porque hay gente que no las tiene. Tenés que aprender a celebrar lo que tenés; para que cuando aprendas a celebrar lo que tenés, consigas lo que te falta.

 

4. Debo Reconocer la Presencia del Señor.

“En el lugar donde reconozcas que Dios está, es donde Él va a gobernar”. Si en tu casa no celebrás al Señor, Él no gobierna tu casa. Por eso hay gente a la que le va mal en su trabajo, porque lo celebran en la iglesia, pero no en su trabajo.

El problema de los religiosos es que vienen a celebrar el domingo acá y cuando se van dicen: “Chau papá, hasta el domingo que viene”.

Cuando aprendas a celebrar la presencia del Señor entrarás en el repente del Dios.

Lo que tardabas diez años en lograr, de repente “lo lograrás en un día”.

La lluvia temprana y tardía van a venir juntas.

«De repente» vas a ser prosperado, bendecido.

Se te van a abrir todas las puertas, todo lo que pidas al Padre te lo va a dar.

Extracto del libro “Las Leyes del Éxito”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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