Devocionales Diarios – Hasta Luego, Nazaret

 

Pasaje clave: Marcos 1:14.

La obediencia de Jesús comenzó en un pequeño taller de Carpintería del pueblo.

Su enfoque poco común en su vida común lo preparó para su llamado nada común.

«Jesús tenía linos treinta años cuando comenzó su ministerio» (Lc.3:23).

Para comenzar una vida pública, usted debe dejar la vida frívola. Para que Jesús cambiara el mundo debió despedirse de su mundo.

Jesús debió darle un beso a María, cenar por última vez en la cocina y dar un último paseo por las calles. ¿Ascendió a una de las colinas de Nazaret y pensó en el día en que subiría a la colina cercana a Jerusalén?

Cristo sabía lo que había de suceder. Dios ya lo había desti­nado «antes de la creación del mundo» (1 P 1:20). Ya se había escrito cada pizca de sufrimiento y que simplemente era para representar su papel.

No es que Jesús tuviera que hacerlo. Nazaret era un pue­blo acogedor. ¿Por qué no levantar un negocio de carpintería? ¿Mantener su identidad en secreto? Regresar en la era de las guillotinas o las sillas eléctricas y así evitar la cruz. Ser obliga­do a morir es una cosa, pero es distinto tomar voluntariamen­te su propia cruz.

Me pregunto: ¿qué clase de amor es ese?

Cuando a usted se le ocurra una palabra que denote tal amor, désela a Cristo. El día que El salió de Nazaret es el momento en que declaró su devoción por usted y por mí. Según Pedro, nuestras vidas eran absurdas (1 P 1:18). «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros…» nos abrazó (Ef. 2:4).

Jesús salió de Nazaret y nos dio vida.

Extracto del libro «3:16 Los Números de la Esperanza»

Por Max Lucado

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