Devocionales Cristianos – Un Lugar Fuerte Llamado Hogar

 

Pasaje clave: 1º Samuel 23:13-14.

 

Estar En Lugares Fuertes.

23:14. David y su gente estaban en el desierto, pero en “lugares fuertes”.

¿Qué son los lugares fuertes? Son aquellos lugares en donde nos encontramos seguros. Podremos tener problemas y pasar por tiempos de “desiertos” en nuestras vidas, pero estar en lugares fuertes nos hará sentir seguros y confiados hasta que los problemas acaben.

Veamos un “lugar fuerte” en donde encontrar seguridad:

 

A. Nuestro hogar, el primer lugar fuerte.

Lucas 11:17. Una casa dividida se cae. ¿Cómo está nuestro hogar? ¿Nos sentimos seguros con nuestra familia? ¿Estamos cómodos con nuestros padres? ¿Nos sentimos cómodos con nuestros hijos? ¿Amamos a nuestras esposas y esposos? ¿Hay paz en nuestro hogar? ¿Hay un ambiente de alegría y confianza? ¿O preferimos “escaparnos” de nuestra casa porque nos sentimos incómodos?

 

B. ¿Es un lugar fuerte mi hogar?

En él pasamos el mayor tiempo de nuestras vidas. Si nuestras relaciones familiares no son fuertes, si no estamos unidos, anhelando lo mismo y trabajando para lo mismo, entonces habrá grietas por las que se meterá Satanás para dividirnos y destruirnos.

Peleas por dinero, peleas por deudas, peleas por terceros que no deberíamos dejar que influyan en nuestro hogar, peleas por los hijos, peleas por los padres, son todas grietas que nos dividen y destruyen. Y nuestro hogar se hace débil en vez de fortalecerse.

Si permitimos que Satanás destruya nuestra confianza mutua y nuestra comunicación, si permitimos que nos separe y nos tratamos como enemigos, entonces nuestra casa se caerá. Pero también se caerá nuestra vida espiritual y se caerá nuestro ministerio.

 

C. ¿Quieres que tu hogar sea un lugar fuerte?

Entonces tiene que haber presencia de Dios. Si hay presencia de Dios en mi hogar entonces será un lugar fuerte de paz, de amor y de comunicación, aunque haya problemas económicos, aunque a veces haya escasez o aunque tengamos opiniones distintas en algunas cosas. Si hay presencia de Dios disfrutaremos nuestro hogar.

Si buscamos al Señor y tenemos comunión con Él, en forma personal y como familia, donde el hombre toma la iniciativa y la mujer lo respalda y apoya, entonces levantaremos un altar para adorarlo y bendecirlo, y su presencia se manifestará en el hogar.

Pero si no hay presencia de Dios, hasta el más mínimo problema nos deprimirá, nos pondrá violentos y nos hará pelear y discutir por cualquier cosa.

Ahora vamos a orar y a clamar a Dios por nuestros hogares. Vamos a clamar por la vida de nuestros hijos. Vamos a clamar por la vida de nuestros esposos y esposas. Vamos a clamar por la vida de nuestros padres que no conocen al Señor, o que lo conocen pero que reaccionan o actúan como si no lo conocieran. Vamos a clamar por paz en nuestros hogares. Vamos a clamar por perdón en nuestros hogares. Vamos a clamar por hambre y sed de Dios en nuestros hogares. Vamos a clamar para no permitirle a Satanás destruir nuestros hogares. Que nuestro clamor llegue al cielo y conmueva el corazón de Dios para que Él haga una obra poderosa. Ahora, comienza a clamar a Dios. Clama a Dios por tu hogar.

Por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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