nuevo-1Estudios Cristianos – Seguros Para Siempre 6

 

Pasaje clave: Efesios 1:14 y 2º Corintios 1:22.

 

La Biblia nos muestra que la duración de nuestra salvación es eterna, no temporal. Una vez que un cristiano es salvo no existe la posibilidad de que se pierda. Esto no significa que uno viva como se le dé la gana, porque Dios disciplinará en su Tribunal de juicio a los cristianos después de salvos y perderán su recompensa si no fueron fieles. Y si un cristiano tiene pecados de los cuales no se ha arrepentido es seguro que recibirá un castigo en el reino venidero. Sin embargo “ser disciplinado”, “perder la recompensa” o “recibir un castigo” no significa perder la salvación.

La Biblia nos da poderosas razones para confirmarnos que nuestra salvación es eterna:

 

1. Por la gracia y el amor de Dios.

2. Dios nos salva con un Plan.

3. Por la Regeneración y la Vida eterna.

4. Nosotros somos los Miembros de Cristo.

5. Somos la Casa espiritual que Él esta edificando.

6. Tenemos el Espíritu Santo como el Sello.

7. Tenemos el Espíritu Santo como las Arras.

¿Con qué se compara al Espíritu Santo?

La palabra “arras” en el griego significa “un depósito o un pago anticipado”. Imagínate que quieres vender algo muy costoso pero los compradores no tienen todo el dinero para pagártelo de contado, entonces te dejan algo de dinero anticipado, hacen un depósito por ese objeto que te quieren comprar. Ese dinero anticipado es las arras. Ese anticipo te hace saber que después recibirás el dinero restante.

Dios prometió en Cristo darnos la herencia incorruptible en los cielos (Ef. 1:14 y 18), ¿cómo podemos saber y estar seguros de que esa herencia es totalmente nuestra y que no la perderemos?

Sabemos esto porque Dios nos dió el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es las arras, la primera cantidad de dinero, el depósito que Dios nos dió a nosotros. Sabemos entonces que toda la herencia futura será nuestra porque ya hemos recibido el anticipo.

Si después de creer en Cristo pudiéramos perder nuestra salvación, ¿qué pasaría con las arras que Dios nos ha dado?

Si Dios no nos fuera a dar la herencia futura porque nuestra salvación va a perderse, ¿para qué nos dió al Espíritu Santo? Si no hay herencia futura, las arras no sirven para nada.

Nuestra salvación no puede perderse debido a que Dios nos ha dado al Espíritu Santo como las arras.

Mientras el Espíritu Santo esté con nosotros seremos salvos. La Biblia dice que Él estará con nosotros hasta el día de la redención. Por lo tanto,  podemos decir con total seguridad que obtendremos la herencia futura. Dios ya hizo el depósito y Él nunca invierte mal.

Si llegáramos a perder la salvación, ¿quién sufriría más? ¿Dios o nosotros?

Pensemos en cómo nos ganó Dios. Estábamos muertos en pecados y perdidos. Fue Dios quien se fijó en nosotros y envió a su Hijo a la muerte para que derramara su sangre y nos redimiera pagando un altísimo precio. Es una tontería pensar que si perdemos nuestra salvación los únicos que perderemos y sufriremos seremos nosotros. Dios también perdería y sufriría. Y tal vez Él más que nosotros.

Tenemos una imagen equivocada de Dios. ¡TODA la salvación es de Dios, no nuestra! ¡Somos la posesión adquirida por É! (Ef. 1:14)

No es cuestión de que nos perdamos o no, sino de que Dios quiera o no perdernos. Si Él hizo un esfuerzo tan grande y pagó, en Cristo, un precio tan alto, ¿querrá hoy perdernos? ¡No! ¡Él no cambia!

En Lucas 15, ¿quién busca a quién? ¿La moneda o la mujer? ¿El pastor o la oveja?

No existe la posibilidad de que nos perdamos eternamente porque no existe la posibilidad de que Él nos pierda. El nos ha buscado, nos ha comprado y nos ha sellado. Todo es de Dios.

Sólo Dios nos ha salvado y sólo Él nos preservará. ¡Disfrútalo!

(CONTINÚA…)

Extracto del libro «El Evangelio de Dios»

Por Watchman Nee

Adaptado por Edgardo Tosoni

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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