Estudios Cristianos – Seguros Para Siempre 9
Pasaje clave: Juan 10:28 al 30.
La Biblia nos muestra que la duración de nuestra salvación es eterna, no temporal. Una vez que un cristiano es salvo no existe la posibilidad de que se pierda. Esto no significa que uno viva como se le dé la gana, porque Dios disciplinará en su Tribunal de juicio a los cristianos después de salvos y perderán su recompensa si no fueron fieles. Y si un cristiano tiene pecados de los cuales no se ha arrepentido es seguro que recibirá un castigo en el reino venidero. Sin embargo “ser disciplinado”, “perder la recompensa” o “recibir un castigo” no significa perder la salvación.
La Biblia nos da poderosas razones para confirmarnos que nuestra salvación es eterna:
1. Por la gracia y el amor de Dios.
2. Dios nos salva con un Plan.
3. Por la Regeneración y la Vida eterna.
4. Nosotros somos los Miembros de Cristo.
5. Somos la Casa espiritual que Él esta edificando.
6. Tenemos el Espíritu Santo como el Sello.
7. Tenemos el Espíritu Santo como las Arras.
8. Los creyentes fuimos Dados por Dios al Señor Jesús.
9. Dios es quién nos Guarda.
10. Por las Promesas de Dios.
Si todo lo anterior llegara a resultar insuficiente y aun dudáramos de la seguridad de nuestra salvación, Dios nos ha dado promesas con el propósito de mostrarnos que no podemos perdernos eternamente.
Todo el capítulo 10 de Juan nos muestra cuál es nuestro destino y estas palabras de Jesús por si solas son más que suficiente para asegurar nuestra salvación.
Dios es un Dios eterno. Todo lo que hace es eterno, y Dios lo hace de una vez y para siempre, Dios no cambia. Él no te va a dar vida eterna hoy y mañana te va a echar en el infierno, te va a volver a dar vida pasado mañana y la semana que viene te vuelve a condenar.
Si así fuera Dios tendría un gran problema y su libro de la vida (Ap. 21:27) estaría todo borroneado y tachado.
No podemos morir eternamente porque una vez que Dios nos salva somos salvos para siempre.
¿Qué pruebas tenemos para afirmar esto? Además de que Dios no cambia, “nadie puede arrebatarnos de sus manos”. La palabra “nadie” significa “ninguna cosa creada”. Ninguna cosa creada puede arrebatarnos de las manos del Señor Jesús. Y en el versículo 29 dice que estamos en las manos del Padre. Estamos doblemente guardados y sostenidos.
¿Quién es el Padre? El Padre es mayor que todos. Todas las cosas están incluidas en este “todos”. Todas las cosas creadas, los ángeles y los hombres, los espíritus inmundos, todo lo conocido y lo desconocido están incluido en este “todos”. Y el Padre es mayor que todos.
Nadie puede arrebatarnos de sus manos por lo tanto no podemos perdernos.
Si la salvación pudiera perderse esto significaría que el pecado puede arrebatar a un creyente de las manos de Dios; significaría que el diablo y el mundo pueden arrebatar a un creyente de las manos de Dios; y si esto fuera así entonces quiere decir que los demonios son mayores que el Padre de toda la creación. ¡Él es mayor que cualquier bicho inmundo del infierno por lo tanto nuestra vida está segura en Él!
Mirá Romanos 8:30.
Desde nuestra perspectiva humana tal vez falten cientos de años para ser glorificados, pero desde la perspectiva de Dios ya estamos glorificados. Dios nos ve como glorificados, porque Él puede ver lo que nosotros todavía no vemos.
El versículo 31 pregunta: “ ¿ Qué, pues, diremos a esto? No tenemos nada que decir. Si Dios es por nosotros, ¿quién puede estar en contra nuestra para impedirlo? Dios ya lo ha dicho así, ¿puede haber un insignificante demonio que cambie lo que Dios decidió? ¡Imposible!
Mirá los versículos 32 al 39. Dios está preguntando, gritándole a todo el universo: ¡¿Quién es capaz de separar a mis hijos de mi amor?! ¡¿Quién lo hará?! ¡¿Quién estará en contra de nosotros?!
Pablo no dijo: ¿Quién hará que no amemos a Cristo? Muchas veces no amamos a Cristo. Muchas veces nuestro amor se enfría, tal vez no amemos siempre a Cristo pero, ¿quién puede lograr que Cristo no nos ame o deje de amarnos a nosotros? ¡No hay nada ni nadie!
Por medio del amor con el que Jesús nos ama “somos más que vencedores”. Su salvación en nuestra eternamente. Nadie puede cambiar esta realidad. ¡Vívela! ¡Gózala! ¡Disfrútala!
(CONTINÚA…)
Extracto del libro «El Evangelio de Dios»
Por Watchman Nee
Adaptado por Edgardo Tosoni
