Estudios Cristianos – El Equilibrio Emocional del Líder 1

 

1. Los Médicos Opinan Sobre las Consecuencias Físicas de la Ira (o Enojo).

El Dr. Leo Madow (Director-Profesor del área de psicología y psiquiatría de la Facultad de Medicina de Filadelfia, EE.UU.) – En su libro «Anger» (ira) dice que la ira puede provocar hemorragias cerebrales (apoplejía), por estallido de arterias enfermas a causa de una repentina suba de la presión. El enojo reprimido causa desde jaquecas hasta hemorroides, agrava enfermedades físicas ya existentes y hace más largo el pe­ríodo de convalescencia. Complica también la hipertensión y la arterioesclerosis.

El Dr. Norman Wrjght (Profesor de Psicología en la Universidad de Biola, EE.UU.). En su libro «An Answer to Anger and Frustration» (Una Respuesta a la Ira y la Frustración) hace notar que la ira puede producir dificultades para tragar, náuseas, vómitos, úl­ceras gástricas, estreñimiento o diarreas. La causa más frecuente de la colitis ulce­rosa es la ira reprimida. También puede provocar urticaria, picazón, varias formas de dermatitis, asma, trombosis coronaria, etcétera.

Los Dres. W.J.Grace y D.T.Graham, expertos en enfermedades psicosomáticas y au­tores de un libro titulado «Relationship of Specific Attitudes and Emotion to Certain Bodily Diseases (Relación de Actitudes y Emociones Específicas con Ciertas En­fermedades Corporales), demuestran, mediante estadísticas obtenidas en un con­sultorio, que la ira, además de las dolencias ya enumeradas, también produce eczemas, coriza o rinitis vasomotora, úlcera duodenal, dolores de cintura, etcétera.

El Dr. Theodore I. Rubin, psiquia­tra anglosajón, en su libro «The Angry Book» (El Libro Airado) señala que el estado de ira conduce al insomnio, las enfermedades que se prolongan demasiado, las fobias, las compulsiones, las obsesiones, el «sentirse enfermo» de algo continuamente, etcétera.

Los Dres. Meyer Friedman y Ray H. Rosenman, autores del libro «Type A Behavior and Your Heart» (La conducta tipo «A» y su corazón) dicen que el tipo «A» es el carácter agre­sivo y hostil de mucha gente insegura que entra en dura competencia con otros, lo que aumenta el nivel de colesterol, predispone a la diabetes y desarrolla una tendencia a perder los elementos coagulantes de la sangre. Esa actitud también aumenta las po­sibilidades de adquirir o agravar alguna enfermedad del corazón.

En general, los especialistas nombrados, y otros, agregan también que la ira facili­ta los accidentes, favorece la extrema delgadez o la excesiva obesidad, contribuye al glaucoma, produce diversos dolores y engendra todo tipo de males. Por supuesto, muchos problemas de salud no se deben a la ira… Pero, a la luz de los informes médicos de los mejores especialistas de nuestros días, es mejor no enojarse demasiado y no guar­dar resentimiento mucho tiempo.

«Airaos, pero no pequéis no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo» (Efesios 4:26-27). Es un consejo bíblico para el líder de grupo.

 

2. ¿Estás Enfermo? Aquí Tienes Algunas Preguntas.

Este test no vale para todas las enfermedades, pero sirve para muchas. Si te enfermas con frecuencias, si estás enfermo ahora, si estuviste enfermo hace poco, puedes probar.

¿Cuántas veces estuve enfermo este último año?

¿Cuando me enfermé la última vez?

¿Tuve algo muy emotivo, ira, etc., antes de la enfermedad o en esos días?

¿Me sirve para algo estar enfermo?

¿Me ayuda esta enfermedad a evitar un encuentro con alguien?

¿Me sirve para evitar alguna tarea o alguna responsabilidad?

¿Me ayuda esta enfermedad a vengarme de alguien o «castigar» a alguien?

¿Estoy usando mi enfermedad como un arma, para hacer que otro se arrepienta de lo que me ha hecho o me está haciendo?

¿Utilizo mi enfermedad para obligar a otros a ocuparse de mí?

¿Uso esta enfermedad para «presionar» a alguien y obligarle a someterse a mis deseos, o a hacerle cambiar sus planes para que haga lo que yo quiero?

(CONTINÚA…)

Por Samuel O. Libert

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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