Estudios Bíblicos – Celebra la Santa Cena
Qué es la Cena del Señor
Jesús la instituyó horas antes de ser llevado a la cruz y morir. Veamos en qué consiste:
1. Es un acto sencillo. El Señor Jesús no hizo una gran y elaborada ceremonia. La Cena de Señor es un acto muy simple. Él tomó pan y vino y se los dio a las personas. No es un ritual elaborado.
2. Es un recordatorio. (vs.24-25). “Háganlo en memoria de mi” dijo Jesús. El propósito de la Cena de Señor es para que recordemos lo que Jesús hizo en la cruz por cada uno de nosotros.
3. Es un símbolo. (vs.24-25). Cuando Jesús dijo “este pan es mi cuerpo y esta copa es mi sangre”, estaba dando un ejemplo, no lo dijo literalmente. No nos estamos comiendo un pedazo de su cuerpo (¡eso sería canibalismo!) ni estamos tomando sangre real (¡eso sería vampirismo!). El pan y la copa con vino representan, simbolizan, su cuerpo muerto en la cruz y su sangre derramada en la cruz para el perdón de nuestros pecados.
4. Es una declaración de fe. (vs.26). Cuando tomamos la Cena de Señor estamos declarando dos grandes verdades:
Jesús murió y resucitó para darnos una vida nueva.
Jesús vuelve otra vez.
Quiénes Pueden participar de la Cena del Señor
Únicamente los que ya son creyentes en Jesús. Él les ofreció el pan y el vino a sus discípulos que eran verdaderos creyentes. Él no se los ofreció a las multitudes que lo seguían.
La Cena de Señor es principalmente para los creyentes. Celebramos la Cena de Señor una vez al mes, el primer domingo de cada mes. Recordamos lo que Jesús hizo por nosotros y declaramos que Él vuelve.
Cómo me Preparo Para la Cena del Señor
1. Necesito examinarme a mí mismo (1º Co.11:28). La Biblia dice que debemos examinarnos cada vez que tomamos la Cena de Señor. Nosotros decimos: “Dios, ¿hay algo en mi vida que necesito confesar y ser libre antes de tomar la Santa Cena?”.
2. Necesito confesar mis pecados (si he pecado). (1º Juan 1:9). Y volver a consagrar mi vida a Dios. “Señor soy tuyo, quiero hacer tu voluntad”.
3. Necesito restaurar las relaciones. (Mateo 5:23-24). Si estás amargado, enojado o resentido con alguien no debes tomar la Cena de Señor. Primero tienes que solucionar el problema con esa persona y entonces podrás participar del pan y de la copa.
Extracto del libro «MÓDULO 1: Programa Para Nuevos Miembros Conozco a Cristo»
Por Edgardo Tosoni
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