Estudios Bíblicos – Las Relaciones Sociales ¡Gánalos Para Cristo!

 

 

Nuestro 1º Desafío: La Gente Que Nos Rodea.

Después de entregar nuestra vida a Cristo con lo primero que nos enfrentamos es con nuestra familia, o con los amigos de toda la vida, o con los compañeros de trabajo o estudio, que nos preguntan:

“¿Es verdad que te hiciste evangélico?” “¿No creerás todo lo que te dicen allá?” “¿Es verdad que te sacan la plata?” “¿Es verdad que te prohíben tener novia/o?” “¿Ya te dejaste lavar el cerebro?”

¿Cómo actuamos ante ellos?

1º Grupo: La Familia.

Quizá en casa no acepten la decisión que hemos tomado, pero no es el tiempo de ponerse a la defensiva, ni de aislarse, ni de pelearnos con ellos, sino todo lo contrario.

El desafío es que comencemos a construir todo lo que perdimos: el diálogo, la comprensión, la confianza, etc.

Sin embargo hay dos cosas muy importantes que tengo que tener en cuenta:

A. Yo fui transformado al conocer a Jesús y no ellos, por lo tanto es mi responsabilidad velar por ellos en oración y no exigirles a ellos que cambien sino mostrarles actitudes y conductas diferentes.

B. Toda mi familia puede llegar a ser transformada por mi nuevo estilo de vida, pero también puede suceder que ninguno de ellos quiera cambiar. Si se da este último caso no tengo que perder la fe ni desanimarme.

 

2º Grupo: Las Amistades.

Con quiénes me relacione determinará quién voy a ser como persona.

Tienes una nueva vida y necesitas tomar decisiones importantes. Y quizás la más importante de tu vida sea dejar amistades que no te hacen bien (porque con ellos te drogabas, tomabas, robabas o tenías sexo). Deja a esos amigos porque te perjudicarán espiritualmente, y construye nuevas amistades con tus hermanos en la fe.

Por otro lado, debemos tener vidas equilibradas y no irnos a los extremos. No tienes que aislarte de la gente, sino ser una influencia positiva para ellos. Relaciónate con tus amigos (pero no con quienes te perjudican), no para vivir como ellos viven sino para influenciarlos con tu nueva vida. Que ellos puedan ver en vos a alguien realmente nuevo.

 

Nuestro 2º Desafío: Ganarlos Para Jesús.

¿Cómo lo hacemos? En Lucas 10, Jesús envía a los 70 a varias ciudades pero les da algunos pasos muy precisos que tenían que seguir:

Ellos tenían que: Bendecir. Contactar. Sanar. Decir .

 

1. Bendecir.

“Primeramente decid: Paz…” (Lucas 10:5). ¿Cómo lo aplicamos?

A. Haz un listado de oración ahora. Y ora diariamente por el listado de oración bendiciendo a cada una de esas personas.

B. Pedí que Dios te haga sensible a las necesidades de las personas del listado

C. Pedí que Dios te inspire a mostrar amor por quienes estás orando.

 

2. Contactar.

“Y posad en aquella misma casa…” (Lucas 10:7). ¿Cómo lo aplicamos?

A. Acércate amistosamente a las personas de tu listado.

B. Pregúntales: “¿Tienes alguna necesidad o pedido por el cual quieres que ore?”.

C. Anota sus problemas o pedidos en tu listado de oración

 

3. Sanar.

“Y sanad a los enfermos…” (Lucas 10:9a). ¿Cómo lo aplicamos?

A. Pregúntale a las personas si te permitirían que ores por ellas personalmente

B. Ora por sus enfermedades, su familia, su trabajo, etc.

C. ¡El evangelio es poder de Dios! Créelo y espera que sucedan milagros.

 

4. Decir (Predicar).

“Y decidles: se ha acercado a vosotros el Reino de Dios…” (Lucas 10:10b). ¿Cómo lo aplicamos?

A. Luego que tus amigos sintieron el amor de Dios, es el momento de hablarles de Jesús.

B. Preséntales a Jesús en forma sencilla, invitándoles a que lo reciban como el Rey de sus vidas.

 

Ten en Cuenta lo Siguiente:

1. Da un buen testimonio (Col.3:17). Nada es más perjudicial para ganar a otros que decir una cosa y hacer otra. Deja que tu vida refleje el amor de Dios.

2. Recuerda que ahora tienes una nueva identidad en Cristo. No vivas como lo hacías antes de conocer al Señor.

3. Sé sabio. El Espíritu Santo es el que convence de pecado, no nosotros. Evita las discusiones y peleas sobre la fe porque alejan a las personas de Dios. Solo habla del amor de Dios y de cómo Él ha cambiado tú vida.

4. Agrada a Dios y no a las personas (Jn.8:29). Algunos se burlarán o reirán de nuestra fe. No neguemos a Jesús para quedar bien con el grupo o ser aceptados por ellos. No tengas miedo ni vergüenza de ellos.

Extracto del libro «MÓDULO 2: Programa Para Nuevos Miembros Me Afirmo en Cristo»

Por Edgardo Tosoni

 

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Hola Jhon Jairo. ¡¡Bienvenido!! Ante todo gracias por tu respeto, lo valoro muchísimo, y en segundo lugar, ¡gracias por tu excelente aporte!! Entendiste muy bien la idea que quise transmitir y, sumado a la experiencia de tu vida, la reescribiste de forma sencilla y magistral. ¡Gracias!
    Bendiciones para vos y tu familia y que este nuevo año sea para ustedes un año de multiplicación.

  2. Soy un fiel lector todos los días de esta página web. Me encantan todos los temas. Con profundo respeto por lo escrito en el siguiente párrafo:

    «2º Grupo: Las Amistades.

    Con quiénes me relacione determinará quién voy a ser como persona.

    Tienes una nueva vida y necesitas tomar decisiones importantes. Y quizás la más importante de tu vida sea dejar amistades que no te hacen bien (porque con ellos te drogabas, tomabas, robabas o tenías sexo). Deja a esos amigos porque te perjudicarán espiritualmente, y construye nuevas amistades con tus hermanos en la fe.

    Por otro lado, debemos tener vidas equilibradas y no irnos a los extremos. No tienes que aislarte de la gente, sino ser una influencia positiva para ellos. Relaciónate con tus amigos (pero no con quienes te perjudican), no para vivir como ellos viven sino para influenciarlos con tu nueva vida. Que ellos puedan ver en vos a alguien realmente nuevo».

    Yo para eso párrafo lo escribiría de esta forma:

    «Tal vez tus amistades antes de conocer a Jesús generan una gran tentación de volver a caer en las cosas que hacías antes. Si es así, aléjate de ellos un tiempo, mientras te fortaleces en tus nuevas convicciones. Una vez sientas que ellos ya no son tentación para ti, búscalos y empieza a relacionarte con ellos con el fin de que seas una influencia positiva para ellos y tengan la oportunidad también de conocer a Jesús como tú lo has hecho.»

    Esto es lo que ha sucedido en mi vida y ha ayudado a muchos amigos a conocer también a Cristo.

    Una abrazo sincero y bendiciones.

    JHON JAIRO

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