Predicaciones – Una Vida Disciplinada 1

 

 

El Propósito de la Disciplina.

Que seamos consecuentes en revelar a Jesucristo. Jesús mismo disciplinó cada acto y cada palabra para revelar al Padre (Juan 12:49-50). También disciplinamos nuestra vida por causa de los que está alrededor nuestro » (Stg.1:8). Si somos niños fluctuantes afectaremos con nuestra inconsecuencia la fe de nuestros hermanos. Tampoco Dios está dispuesto a respaldar la obra de los indisciplinados. Nos disciplinamos para proteger nuestra salvación (1ºCo.9:24-27).

 

Una Definición.

La palabra disciplina tiene la idea de instruir; que lo aprendido se incorpore a nuestra vida sin deteriorarse ni que se pierda; que constituya la plataforma para recibir mayor aprendizaje. De esta manera llega a ser la cultura y el estilo de vida del que se disciplina. Por lo tanto los que no se disciplinan, ni crecen ni se desarrollan.

 

¿Cómo Disciplinamos Nuestras Vidas?

1. Primero, Dios como Padre tiene derecho a hacerlo (Hb.12:5), Él nos ama, nos corrige y nos instruye. Una gran parte de las Escrituras está dedicada a las crónicas del trato de Dios con su pueblo, con otras naciones, con familias o individuos. El continúa tratando con nosotros soberanamente, no nos consulta que trato preferimos, ni cuándo comenzarán, ni cuando concluirán. Solo nos deja saber el propósito de esas disciplinar: es conformarnos a la imagen de Jesús y sin duda cuando tenemos claro el propósito del porqué fuimos creados, entonces todas las cosas ayudan a bien.

2. En segundo lugar los que nos discipulan. Un discípulo es una persona que está bajo disciplina de otro, voluntariamente nos ponemos bajo su autoridad para ser instruidos en tres aspectos: en el conocimiento de Dios, en la información de su voluntad y en la formación del carácter del hijo de Dios.

3. En tercer lugar, nosotros mismos también tenemos que disciplinarnos. El valor que le damos a las cosas, se ve por como tratamos con ellas, como las cuidamos y como las desarrollamos. Para los cristianos que consideran que hallar a Cristo fue el hallazgo mayor de sus vidas, luego el ser como Cristo era la vocación suprema. Desearan que todo su ser, íntegramente exprese a Cristo. Así que la totalidad de la persona será sometida a una recia disciplina al principio, para luego disfrutar del hábito más placentero experimentado por el hombre: la relación con Dios y el crecimiento en su gracia y en su propósito. Todo esto redundara en: salud emocional, física y espiritual. Los que nos rodean serán beneficiados y notaran que la nube de gloria queda sobre nosotros: habrá un testimonio coherente y permanente.

 

La Utilidad de la Disciplina         

Dios nos ha  dado instintos naturales para ayudarnos a vivir y sostenernos pero si se salen de su lugar pueden estrangularnos. El sexo disciplinado sostiene, la alimentación disciplinada sostiene, el yo consagrado y disciplinado sostiene, pero si se salen de su lugar estrangulan.

La disciplina es útil para no presentar el testimonio cristiano sin atractivo, sin forma agradable, que ni a nosotros mismo atrae, menos a los que nos rodean. Al disciplinarnos guardamos lo que Dios nos ha dado y ayudamos a otros a hacerlo (discipular) (Mt.26:20). Porque es posible que ocurra los de Cantares 1:6 «me pusieron a guardar las viñas y la viña que era mía no guardé».

Nos disciplinamos porque esta práctica producirá espontaneidad. En 1º Timoteo 1:5, Pablo nos dice: «el propósito de este mandamiento (disciplina), es el amor que fluye…» la disciplina produce un amor que fluye o amor espontáneo.

Un maratonista puede correr con libertad una gran distancia si antes se  disciplinado con dedicación y no podría lograr mucho si comienza a entrenar un rato antes de la carrera. Por lo demás el amor que nace de una buena conciencia, de una fe no fingida, es un amor que nace de una vida disciplinada. No es verdadera libertad aquella que deja un corazón impuro, una mala conciencia y una falsa fe. 

Nos vuelve sencillo porque quita lo superfluo y nos reduce a la esencia, lo superfluo son los agujeros por donde perdemos la gracia de Dios; alguien dijo a un hombre: «Cuida mucho su reputación y poco su carácter». Trataba de disciplinar una reputación dejando intacto un carácter indisciplinado, en relación al carácter, lo superfluo en este caso es la reputación.

 

El Poder Para la Vida Disciplinada

«Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (disciplina)» (2º Timoteo 2:7).

 Tenemos amplia capacidad para la «vida disciplinada que nos librará de la cobardía abriendo las puertas al amor y al poder. Una parte del fruto del Espíritu es la templanza (disciplina) (Gal.5:22-23). Esta parte le da permanencia al amor, gozo, paz, paciencia, bondad, benignidad, fe y mansedumbre.

(CONTINÚA…)

Por Pastor Victor Rodríguez

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5 Comentarios

  1. Muy buenas la palabra hay podemos encontrar aprender, emprender de nuestras vidas disciplinadas es muy bueno que nuestraa vidas estén bien echas en Cristo Jesús y estén disciplinadas y esto es un estudio muy importante y Maravilloso donde nuestros discípulos puedan poco a poco ser disciplinados de una manera que ellos puedan aprender poco a poco

  2. He buscado, como puedo vivir una vida disciplinada que honre al Señor Jesús, en la forma en yo viva en toda circunstancia.

    Gracias que encontré el mensaje que busco.

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