Familias Cristianas – Cuando un Padre Reconoce a su Hija 3

 

Continuemos.

Mujeres Seguras de Sí Mismas.

Viene el tiempo en el cual las mujeres van a dejar de seguir a otros para decir: «Síganme a mí, porque Dios está conmigo». Débora nunca necesitó un hombre. Ella dijo: «Si Dios está conmigo, y me dio un sueño y una palabra, con eso me alcanza».

Él levantará una generación de mujeres llenas de Dios. Va a haber hombres que serán conducidos por mujeres que habrán escuchado con claridad la voz poderosa del Señor; habrá mujeres que libertarán naciones enteras. La gloria de las próximas batallas será dada por Dios en la mano de las mujeres que digan: «Dios está conmigo».

Dios va a levantar mujeres con capacidad de gobierno, mujeres que van a libertar naciones, porque sabrán lo qué están haciendo. No importa mujer que tu papá te haya rechazado, hay un padre más grande que puede validarte y darte lo que nunca tu papá te dio. Dios no es un bonito cuadro, un rezo en una estampita, Dios es el Papá grande que está en tu corazón que cada vez que te mira dice: «Sos lo mejor, sos lo máximo, Jesucristo murió por vos, y lo volvería a hacer todas las veces que sean necesarias, te amo, donde vayas estaré contigo, cuando te acuestes estaré a tu lado, cuando te despiertes iré contigo, y aun cuando te equivoques te seguiré amando».

 

Mujer, quiero que pienses en tu papá biológico.

Tal vez fue un papá como el papá de Lea, un papá que rechazó, que sistemáticamente te alejaba de él.

Un papá que directamente te dijo: «No te quiero».

Quizás tu papá no te fue a ver al nacer por haber sido mujer.

Quizás tu papá nunca pensó en un nombre para darte porque el único nombre que habían pensado era para un varón.

O tal vez tu papá te lastimaba con crueldad, te pegaba, te maltrataba, un papá que nunca te abrazó, nunca te dijo: «Te amo». Incluso tocó tu cuerpo, te abusó y nunca dijiste nada porque tuviste vergüenza que se mezcló con el temor, la indigna­ción y la culpa.

Tal vez fue un papá que llegaba borracho o con otras mujeres, y que no le interesaba amarte y validarte.

O quizás tu papá es pasivo, depresivo, y los pocos recuerdos de él que tenés son: tirado en la cama, llorando, en silencio. Cuando hablaba una palabra, sentías algo especial porque nunca hablaba; a este papá no le interesaba nada, era tan pasivo que tu mamá hacía todo.

O tal vez viviste con un papá que fue idealizado, que te trató como la favorita, te hizo sentir muy especial y la culpa está en tu vida por ese lugar que nunca quisiste, si bien te gustó pero no a ese nivel.

Tal vez no tuviste papás de ningún tipo.

Por eso ahora, como padre espiritual me pongo en el lugar de tu papá biológico y te digo:

Hija, te pido perdón por no haber estado al lado tuyo.

Hija, te pido perdón por no haber participado de tus alegrías.

Hija, te pido perdón por no haber estado cerca cuando más lo necesitabas.

Hija, te pido perdón por no haberte ayudado en tus errores.

Hija, te pido perdón por no haberte dado el dinero que necesitabas.

Hija, te pido perdón por haber desaparecido, por haber sido tan duro, por no haberte entendido.

Hija, te pido perdón por las veces que me quisiste contar esas cosas tan importantes para vos, pero que yo consideré insignificantes.

Hija, te pido perdón por haberte criticado y descalificado.

Hija, te pido perdón por no haber estado en tu casamiento y cuando nació tu hijo, en esos momentos tan lindos.

Hija, te pido perdón por haberte exigido cosas tan estúpidas.

Hija, te pido perdón por haberte abandonado.

Hija, te pido perdón cuando te violé y te abusé.

Hija, te pido perdón por no haber estado en tus cumpleaños.

Hija, te pido perdón por haberme muerto.

Hija, te pido perdón porque cuando me separé de tu madre desaparecí formando otra familia que siempre quise más.

Hoy te pido perdón. Hija mía, hoy te valido, te reconozco, quiero decirte que te quiero.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Emociones Lastimadas”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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