Familias Cristianas – Las Funciones Básicas de la Familia 1

 

 

Entre las Funciones Básicas de una Familia se pueden señalar: Enseñanza y Aprendizaje.

La transmisión de la enseñanza por parte de los progenitores y demás familiares se hace mediante el esfuerzo en que éstos incurren para tratar de comprender a la criatura, pero también por los modelos que ellos recibieron a su vez de sus propios padres.

Las pautas culturales vigentes en la sociedad y los conocimientos que la familia posee en general sobre crianza y educación, también inciden en este proceso.

En las últimas décadas la figura del pediatra desempeña un papel peculiar en la transmisión de conocimientos, lo cual también está influenciado por las inclinaciones en la cultura médica de cada momento. Relataba una madre que al llevar a su primer hijo al pediatra que le dijo: «Señora, que coma cada tres horas indefectiblemente». Al transcurrir el tiempo esta mujer tuvo su tercer hijo, y por razones de mudanza tuvo que cambiar de pediatra, éste le expreso: «Señora, que no coma cada tres horas, sino cuando él quiera».

 

¿Cuáles serían las Funciones Básicas de una Familia?

Enseñanza del cuidado físico: Respiración, alimentación, vestimenta, locomoción, lenguaje, higiene, peligros, etc.

Enseñanza de las relaciones familiares: Elaboración de la envidia, los celos, y el narcisismo. Desarrollo del amor, el respeto, la solidaridad y las características psicológicas de cada sexo.

Enseñanza de la actividad productiva y creativa: Del juego con juguetes, de las tareas hogareñas, de la destreza física, de los estudios y tareas escolares, de las artes, de los deportes, etc.

Enseñanza de las relaciones sociales: Con los otros familiares, abuelos, tíos, primos, etc. Con amigos y personas en general.

Enseñanza de la vida espiritual: Conceptos acerca de la ima­gen de Dios; de sus atributos: Amor, Santidad, Justicia, Misericordia, etc. La Regla de Oro: El Amor al prójimo, al necesitado, etc.

Como se ha mencionado, la familia se ve influenciada de muchas maneras por las características relevantes de la cultura de la sociedad a la que pertenece. Las instituciones escolares, jardín maternal, jardín de infantes, escuela primaria, actúan como medios entre la familia y sociedad, pues favorecen el desarrollo de la sociabilización a la vez que brindan la posi­bilidad de conocimientos. De ahí su importancia en la forma­ción de la personalidad y las profundas carencias observables en quienes no tuvieron la oportunidad de concurrir a dichos establecimientos.

Aquellas sociedades que otorgan a la educación escolar un lugar preponderante, tanto científico como afectivo, tienen mayores probabilidades de lograr mejores índices de salud mental. El acceso a la instrucción es considerado universalmente como uno de los requisitos esenciales para el desarrollo pleno y armonioso del niño y, por lo tanto, para su salud mental.

El concepto de normalidad en psiquiatría infanto-juvenil se establece según las siguientes pautas:

En al primer infancia, la posibilidad que ha tenido el Yo del niño de incorporar aprendizajes pertinentes a su edad cronológica, es decir, la capacidad psicomotriz, la inteligencia, la afectividad corres­pondiente y el respectivo grado de resolución de la simbiosis madre/hijo.

En la segunda infancia se agrega la oportunidad de cursar normalmente los estudios primarios, el nivel de socialización, la capacitación deportiva y artística.

En la pubertad y la adolescencia, la normalidad en los estu­dios, en la destreza en general y la inserción laboral; la exi­tosa continuidad de estudios universitarios y la felicidad en las relaciones sentimentales.

Finalmente, al entrar en la juventud, la salud está caracterizada por una buena inserción laboral, por la exitosa consecu­ción de estudios universitarios, por la felicidad en las rela­ciones sentimentales, o por dos de estos tres factores.

 

El Aporte de la Terapia Sistémica.

El nuevo enfoque de la Terapia Sistémica permitió una mirada diferente en cuanto al enfermo, su familia y su enfermedad. El mismo proponía que las conductas de un individuo aislado eran mucho más comprensibles si se las observaba en el marco de las relaciones familiares. Desde esta nueva perspectiva el paciente designa­do pasaba a ser una especie de «víctima» de: por ejemplo, padres que con sus conductas enfermaban a sus hijos. Esto permitió tener una visión más compleja y más rica de ciertas alteraciones emocionales, sobre todo de aquella que se refe­ría a niños y adolescentes con problemas.

Estas observaciones hallaron nuevas posibilidades de acción, a través de intervenciones centradas en los padres, o en padres e hijos en su conjunto, y se lograron resultados alen­tadores, netamente superiores a los obtenidos en consultas individuales. Así nació La Clínica Familiar Sistémica, la cual define a la familia como un sistema, es decir, un conjunto de objetos o personas que se relacionan entre sí, a través de sus atributos o propiedades.

La familia normal tiene tres características esenciales:

  • Capacidad de ir creciendo en el tiempo y de adaptarse a sus crisis evolutivas.
  • Fortaleza para crear nuevas alternativas ante cada circunstancia.
  • Resolución de las situaciones de crisis para la continuidad del sistema.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro «Dejadlos Venir a Mí»

Por Daniel Bravo

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1 Comentario

  1. Es ser responsable,dar el ejemplo bueno a tus hijos, no decir nada malo a tus hijos, enseñalos a respetar ayudar. Yano contestarle a nadie y no los perjudiques. Cuidalos como ati te gustaria que te cuidaran

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