Familias Cristianas – Padres Que Oran 2

 

Continuemos.

La Palabra de Dios Como Arma.

La batalla por la vida de nuestros hijos, se libra sobre nuestras rodillas. Cuando no oramos, es como si nos sentáramos a un lado observando a nuestros hijos en una zona de guerra recibiendo disparos desde todos los ángulos. Cuando noso­tros sí oramos, estamos en la batalla junto a ellos, apropián­donos del poder de Dios en su favor. Si declaramos la Palabra de Dios en nuestras oraciones, entonces empuñamos un arma poderosa que ningún enemigo puede vencer.

La Palabra de Dios es «viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos» (Hebreos 4:12) y atraviesa todo lo que toca. Dios dice que su Palabra,»…no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié» (Isaías 55:11). Expresado de otra forma, su Palabra nunca es inefectiva o sin frutos. Es por ello que he incluido un número de versos de la Biblia a continuación de cada ejemplo de oración.

Cuando estás orando por tu hijo, incluye un verso de la Escritura apropiado en tu plegaria. Si no te viene ninguno a la mente, en ese momento, no dejes que eso te detenga, pero cita un verso o dos siempre que puedas y serás testigo de cosas poderosas.

Mientras lees la Palabra durante tu tiempo devocional y oras por tus hijos, con la dirección del Espíritu Santo, encon­trarás muchas otras Escrituras para incluir. No tienes que tener un verso diferente para cada oración. Puede que tengas uno o dos versos que uses con frecuencia durante un tiempo específico de intercesión por tus hijos. Por ejemplo, cuando mi hija atravesó un periodo de lucha en el colegio, cada vez que orábamos juntas sobre el asunto yo le animaba a citar: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4:13). Cuando clamaba a solas sobre el asunto, incorporé el verso «claman los justos y el Señor los oye, y los libra de todas sus angustias» (Salmo 34:17).

Cuando incluimos la Palabra de Dios en la oración, esta­mos aferrándonos a las promesas que Él nos da y apropián­donos de ellas, para la vida de nuestros hijos. Por medio de su Palabra, Dios nos dirige, habla, y recuerda que Él es fiel. De esa forma, El edifica fe en nuestros corazones y nos capacita para comprender su corazón. Esto nos ayuda a orar en fe osadamente, sabiendo con precisión cuál es su verdad, su voluntad, y nuestra autoridad.

Cuando Jesús le habló al Diablo, Él lo reprendió. En ocasiones al hacerlo, citó Escrituras. Por ejemplo, cuando Satanás le dijo a Jesús: «Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás» (Lucas 4:7-8).

Jesús es nuestro modelo a seguir. Nosotros debemos observarlo e imitarlo. Él dijo: «De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará porque yo voy al Padre» (Juan 14:12). También dijo: » Si permanecéis en mí, y mis palabras perma­necen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho» (Juan 15:7).

Podemos resistir al diablo con mayor efectividad si oramos a Dios de acuerdo a sus instrucciones encontradas en las Escrituras, y si comprendemos el poder y la autoridad que nos ha sido conferida por medio de Jesucristo.

Si noso­tros…

Le OBSERVAMOS a Él.

CAMINAMOS con Él.

ESPERAMOS en Él.

Le ADORAMOS a Él.

Y VIVIMOS en su Palabra.

Él GANARA la batalla por nuestros hijos.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “El Poder de los Padres Que Oran”

Por Stormie Omartian

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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