Familias Cristianas – Trastornos Relacionados con la Sexualidad en los Niños 2

 

Continuemos.

3. El Transexualismo.

En los círculos científicos se debate hoy en día si el transexualismo es o no una perversión; muchos opinan que no lo es, que nuevamente estamos frente a la posibilidad de «elección» y que la misma debe ser respetada, ya que cada persona es libre de realizar lo que desea con su cuerpo.

El transexual es aquella persona que en forma persistente siente el deseo de vivir como miembro del sexo opuesto. Busca de esta manera el cambio de sus genitales, pues siente que su cuerpo es la prisión de su verdadero sexo. Siente que no pertenece al sexo que posee biológicamente y que no es homosexual ni travestí. La definición de su sexualidad se basa en algo más que un cambio de vestimenta, es el intenso deseo de cambiar de sexo y no constituye de ninguna manera un momento pasajero.

El transexual se ha identificado psicológi­camente con un sexo que no coincide con sus características biológicas, pues cree que la naturaleza se equivocó con él al darle un cuerpo biológicamente diferente de sus sensaciones. «Siente» que está atrapado en un cuerpo equivocado, y que esta sensación nació con él porque la padece desde siempre.

Por lo general se reconoce que muchos transexuales han tenido una deficiencia en lo que se conoce como «sexo del esquema corporal». La pregunta sería cómo elaboró la per­cepción del propio cuerpo: o bien hubo un trauma en la per­cepción de su esquema corporal que los demás confirmaron, o pudo haber existido abuso o violación.

 

4. El Travestismo.

La palabra travestí viene de «tra»: cruzar enfrente y «vestí»: vestido. El travestí se caracteriza por el uso persistente y repetitivo de ropa del sexo contrario. La persona travestí siente placer o excitación sexual al realizar esta práctica. Esta conducta predomina más ampliamente en los hombres que en las mujeres. Ya Kinsey decía que por cada 100 travestís hom­bres apenas habría dos a seis mujeres.

Generalmente son per­sonas heterosexuales, pero también pueden ser homosexuales. En los medios masivos de comunicación siempre son noticia los travestís homosexuales que se encuentran prostituyéndose en la calle. Sin embargo sabemos de la gran cantidad de travestís heterosexuales, es decir, personas que se visten con ropas de mujer pero que mantienen relaciones con personas del otro sexo.

Stoller lo define como: «Un estado en el que el varón se excita sexualmente cuando viste ropas femeninas.»

En la práctica, el travestismo puede ser parcial o total, usar alguna ropa femenina o vestirse completamente como mujer, aun maquillarse. Muchos de los travestís heterosexuales, imi­tan las formas de caminar y de hablar de la mujer; luego de excitarse y de tener relaciones sexuales, dejan esta actitud y vuelven a ser «masculinos». Esta práctica puede coexistir con el fetichismo, sadismo, homosexualidad etc.

Masters señala que muchos trasvestistas heterosexuales son impotentes y recobran la potencia sexual cuando se visten con alguna ropa de mujer. Así el vestido pasa a ser su mejor esti­mulante.

Se hace aquí importante trazar una distinción entre ambas patologías. A diferencia del transexual, el travestí no desea cambiar de sexo. Su conducta sexual se expresa más en el placer de vestir que el acto sexual en sí. Una cosa es usar ropa en forma de entretenimiento sea teatral o circunstancialmente y otra obtener placer en vestir ropas del sexo opuesto.

Muchos travestís han tenido una deficiencia en lo que se conoce como «sexo de vestimenta». La pregunta en este caso sería cómo lo vistieron en su infancia, hay muchos casos de niños o niñas que fueron vestidos por los padres con la ropa del sexo opuesto al que pertenecían biológicamente.

También existen casos de niños que al llegar a la adolescencia se excitaban utilizando bombachas o medias femeninas. Otra posibilidad es que haya habido abuso o violación.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Dejadlos Venir a Mí”

Por Daniel Bravo

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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