“En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión” (Daniel 10.1).

La mayoría de los creyentes han recibido una visión de parte de Dios, esta puede ser de índole ministerial, familiar, profesional o económica, pero en algunos casos no se concreta.
Existen cuatro pasos básicos para concretar una visión, y debemos tenerlos en cuenta:

Primer paso: Verificar. “Y la palabra era verdadera”.
Ver si la palabra es verdadera, es decir, si realmente viene de parte del Señor para nuestra vida y no es una expectativa nuestra o de otros para nosotros.
Vemos muchos creyentes pasar de un “Dios me dijo…” a un “yo creía que era de Dios” y esto sucede por no verificar antes de emprender las cosas. 

Segundo paso. No subestimar. “Y el conflicto grande”.
Dejar de creer que porque algo viene de parte del Señor va a ser fácil de concretar, esta es la forma de pensar de muchos creyentes, y por eso terminan frustrados.
No te engañes, cuanto mayor sea la visión, más grande será el conflicto, pero no te desanimes, Dios te asistirá en aquello que Él quiere que logres. 

Tercer paso. Comprender. “Pero él comprendió la palabra”.
Necesitamos entender qué significa en la práctica llevar adelante esa visión que el Señor nos ha dado, no solo para nosotros sino también para nuestra familia.
Por favor preparate y prepará a los tuyos para el cumplimiento de esa visión, sin magnificarla pero tampoco subestimándola en cuanto a sus implicancias. 

Cuarto paso. Actuar con inteligencia. “Y tuvo inteligencia en la visión”.
Este es el síndrome de muchos creyentes que toman decisiones sabias pero no las instrumentan de forma inteligente, por eso muchas veces la visión los aplasta.
La inteligencia es fundamental para poder llevar adelante la visión y hacerlo de forma adecuada preservando nuestra salud y nuestras relaciones.

Que en este tiempo frente a la visión que Dios te haya dado puedas seguir el ejemplo de Daniel y desarrollar estos pasos a la hora de concretarla.

Yo bendigo tu vida con la capacidad de verificar, de no subestimar, de comprender y de desarrollar inteligencia para llevar adelante todo lo que Dios te haya encomendado.

Por Daniel González

 

Artículo anteriorDevocional Diario – UN MILAGRO PARA DISFRUTAR
Artículo siguienteFinanzas – EL FUNDAMENTO LABORAL
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre