Guerra Espiritual – Cinco Espíritus Que Atacan a la Iglesia 4

 

Continuemos.

¿Cuál fue el final de Absalón? Murió colgado mientras que a David, le fue restaurado su trono. «La batalla se extendió por todo el territorio, y aquel día el   bosque causó más muertes que la espada» (2 Samuel 18.8).

Necesitamos guardar nuestra mente de este espíritu. Cuidemos las áreas por donde este espíritu viene. Pueden ser ambiciones personales u ofensas no resueltas.

¿Cuál es el final de una persona que se deja influenciar por este espíritu? Enfermedad, muerte y destrucción. No permita que en su corazón haya falta de perdón, porque eso lo llevará a la amar­gura, al odio y al pecado, y eventualmente, el enemigo lo destruirá.

 

3. El Espíritu Farisaico.

Este espíritu está lleno de hostilidad mortal. Este espíritu fue el que mató a Abel, crucificó a Jesús, apedreó a Esteban y trató de destruir a Pablo. Por naturaleza, el espíritu Farisaico odia la gracia y ama el legalismo. (El legalismo es otro espíritu que hay que echar fuera). El espíritu Farisaico milita en contra de la verdadera adoración y relación con Dios. Vemos esto en Caín, que se enojó cuando Dios aceptó la ofrenda de Abel y no aceptó la de él.

¿Cómo lidió Jesús con los legalistas?

  • Les llamó tal como son (Juan 8.44).
  • Les llamó hijos del diablo.
  • Les llamó sepulcros blanqueados.

¿Cómo opera este espíritu en el creyente?

  • Ama la alabanza de los hombres.
  • Está muy preocupado por posición y honra en la iglesia.
  • Insiste en gobernar sobre las personas con sus propias tradiciones y leyes.

Los religiosos de las iglesias, los «sumamente» espirituales que fingen tener una súper espi­ritualidad, pero no se dejan corregir porque creen que lo saben todo.

  • Es de los que no hace ni deja hacer.
  • Tiene un espíritu de crítica terrible (Mateo 23.13).
  • Le interesa más cumplir con el tiempo que con el mover de Dios.
  • No lleva fruto para Dios y vive de apariencias.
  • Antepone sus creencias y tradiciones a la palabra de Dios.

 

4. El Espíritu de Brujería y Hechicería.

Éste es un espíritu que subyuga y controla a las personas a través del miedo y de tradiciones de hombres.

Este tipo de espíritu está relacionado muy cerca­namente con el espíritu de Jezabel. La meta de este espíritu es subyugar y destruir las enseñanzas bíblicas, y subsecuentemente, la vida cristiana. El espíritu de brujería usa la fuerza y, algunas veces, el poder emocional para manipular a otros (Gálatas 5.19-21).

Por ejemplo:

  • Las oraciones de manipulación y control.
  • El uso del miedo para que las personas sirvan y no se vayan de la iglesia.
  • Mensajes de condenación para hacer que las personas se sientan mal.
  • El sembrar contienda entre hermanos.

Todo lo que hagamos por manipulación y control será una piedra de tropiezo en el futuro.

¿Qué sucede cuando una persona tiende a manipular a otra? El manipulado comienza a sentir resentimiento y amargura contra el manipulador.

Muchas veces, piensan que están ganando posi­ciones a través de la manipulación y el control, pero eso es como un castillo que se edifica en la arena, que en cualquier momento se derrumba por completo.

 

5. El Espíritu de Tibieza Espiritual.

Opera en algunos creyentes que no son fríos ni calientes.

¿Cómo sabe una persona si un espíritu de tibieza espiritual lo está influenciando?

  • Cuando ha perdido o disminuido su amor ha­cia Dios.
  • Pierde el hambre por las cosas de Dios, la Palabra, la oración e ir a la iglesia.
  • Pierde la sensibilidad a la presencia de Dios.
  • Pierde la sensibilidad a la necesidad de la gente.
  • La vida de oración se vuelve una rutina.

Todo creyente que camina bajo este espíritu es vulnerable al enemigo y puede ser usado en cual­quier momento. Pídale perdón al Señor y vuelva al primer amor del cual Cristo habló para que sea agradable a Sus ojos.

Cada iglesia local debe vigilar a través de la inter­cesión para que estos cinco espíritus no la ataquen y las personas no sean usadas para destruir sus ministerios. La solución para vencer a estos espíritus es orar y velar, usando las armas espiri­tuales que Dios nos ha dado, las cuales son poderosas para la destrucción de fortalezas. ¡Amén!

Extracto del libro “Sanidad Interior y Liberación”

Por Guillermo Maldonado

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

7 Comentarios

  1. Es emocionante, justo ayer en nuestra segunda clase de intercesión nos hablaron de este terreno y hoy los consigo todos, Dios es bueno.

  2. impresionante, ciertamente esta enseñanza desde mi punto de vista tiene que ser difundida en la iglesia a la que asisto, ya que debemos estar preparados para hacerles frente a estos espiritus que atacan en cierta forma a la iglesia y alos hermanos.

    gracias. Dios los Bendiga.

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