Hombres Cristianos – La Posición del Varón 3

 

Continuemos.

Y ahora, mírate a ti mismo, tú has regresado a la presencia de Dios, y tú estás contento de que has encontrado aquello que estabas buscando todo este tiempo.

Es muy bueno regresar a Aquel a quien tú has estado buscando. Si esta ha sido tu experiencia, parece que tú no tienes ningún miedo de predicar el Evangelio, porque tú sabes exactamente lo que los hombres están buscando. Oh, pero ellos se esconden en todo tipo de cosas, en los portafolios, en automóviles muy lujosos, en su terquedad, en sus malas palabras, en sus peleas y en el alcohol, pero muy profundo en sus corazones, ellos están buscando a Dios. Y tú puedes decirles: «Cuando ustedes acaben de buscar, yo estaré aquí. Y los voy a guiar hacia Dios», porque tú ya has estado ahí donde ellos están.

¿Acaso no sería fantástico que una familia pudiera tener un esposo o un padre en el hogar que ellos supieran que ha estado en contacto con Dios, de tal manera que ellos pudieran obtener la dirección para sus vidas? La clave es la relación. Dios puso al hombre en el Jardín del Edén debido a que Él quería que el hombre siempre estuviera relacionado con El en comunión y en compañerismo.

 

3. Un Lugar de Entrenamiento.

La instrucción de Dios para el hombre fue, «Llenad la tierra y sojuzgadla» (Génesis 1:28). Pero de hecho, Dios le dijo al hombre, «Tengan dominio sobre este lugar aquí, para que ustedes se acostumbren a gobernar primeramente en una escala pequeña».

La implicación de esto es que Dios quería que este hombre creciera en su habilidad para dominar, por medio de aprender a dominar el área en la cual fue colocado inicialmente. Si tú has sido fiel en lo poco, entonces tu liderazgo se va a expandir mucho más (Mateo 25:14-23).

Dios es muy bueno con todos nosotros. Él nunca nos da más de lo que podemos manejar. Él siempre nos da lo que es suficiente para poder entrenarnos para el resto. Yo espero que tú puedas entender este principio. Dios siempre te va a dar aquello que es suficiente, de tal manera de que puedas acostumbrar a la idea de tener más. La mayoría de nosotros lo queremos todo en este mismo momento.

Hacemos corto circuito a los planes de Dios, porque siempre tratamos de tomarlo todo de una sola vez. Y de hecho, Dios está diciendo, «Tú vas a tenerlo todo pero no en este momento. Tú todavía no has desarrollado el carácter, ni la experiencia necesaria, ni el ejercicio adecuado de tu potencial, como para que estés listo para manejar más».

La historia del hijo pródigo nos ilustra este punto (Lucas 15:11-32). El hijo demandaba de su padre todo aquello a lo que tenía derecho. Realmente, él siempre lo había tenido todo, debido a que él era el hijo amado de su padre, y de esta manera, iba a recibir su herencia. Sin embargo, su padre quería que él trabajara junto con él en los negocios de la familia primero.

El padre quería que él obtuviera experiencia por medio de ayudarle a administrar sus propiedades y por medio de aprender a asumir las diferentes responsabilidades. Entonces, él podría ser capaz de manejar cualquier dificultad que se le presentara en el futuro.

Tú deberías encontrar aquello para lo cual Dios te ha escogido, y entonces, pedir por ello. Si tú recibes más de lo que puedes manejar, entonces, lo que tú recibes es muy probable que te va a descalificar, debido a que tú no estás preparado para manejarlo.

Por esto Dios colocó al varón en el Jardín del Edén a fin de prepararlo. Pero, tal y como veremos, el hombre ni siquiera pudo manejar o administrar el Jardín del Edén. ¡Imagina lo que hubiera sucedido si él hubiera tenido toda la tierra sólo para comenzar! Es muy peligroso tenerlo todo de una sola vez. Yo le doy gracias a Dios por el proceso que El usa en nuestra vida. Dios no sólo nos promueve. Él nos capacita para esa promoción.

Nuestra pregunta a Dios no debería ser, «Dios, ¿cuándo me vas a promover?» sino, «Dios, ¿estoy listo para ser promovido?»

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder del Hombre”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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