Hombres Cristianos – Diseñados Para Proteger 4
Continuemos.
Hay hombres que poseen todo tipo de trofeos de deportes, pero que nunca han aprendido a tomar esta cualidad de buscar la excelencia para poder canalizarla y aplicarla adecuadamente a través de la Palabra de Dios, usando la fe para alimentar esta misma cualidad. La marca de un hombre que sí conoce a Dios es ésta: «Yo sé que puedo hacerlo, y no existe nada que me pueda detener».
Así que, el ego en sí mismo no es una cosa mala. El hecho de tener la cualidad para buscar la excelencia es bueno, debido a que es parte del equipo del hombre para el liderazgo. Cuando un hombre tiene que hacer pasar a su familia por una situación difícil, es mejor que él posea algo de ego. Más le vale que pueda tener confianza en sí mismo hasta el punto de que pueda decir: «Esto no va a poder más que yo ni me va a vencer. Mi Dios va a suplir todas mis necesidades». Él puede estar confiado, debido a que él confía en la provisión de Dios. Él puede permanecer fuerte, debido a que él cree que es todo aquello que Dios dice que él es en Cristo Jesús. Esta es la definición de un ego redimido.
El ego necesita ser levantado en la Palabra de Dios, pero cuando ha sido corrompido por el pecado, Satanás lo usa para tentar a los hombres a que engañen, a que cometan actos fraudulentos, y aun, para que se maten los unos a los otros. Esa no fue jamás la intención de Dios. Dios le dio al hombre esta cualidad para que buscara la excelencia y que llegaran a ser buenos ejemplos para sus hijos acerca de cómo permanecer fieles durante los tiempos difíciles. Dios les dio un ego a los hombres para que ellos puedan salir adelante continuamente con más motivación y con más esperanza para las batallas de la vida, para que puedan ser capaces de seguir moviéndose hacia delante aun cuando todo y todos a su alrededor ya se han rendido. Una esposa, cuyo esposo tiene esta cualidad de buscar la excelencia puede decir: «No importa lo que suceda. Él no se va a rendir jamás».
Así que, aunque llegues a perder tu trabajo, tu ego debe ser tan grande que tú puedes regresar a casa y decir, «Me despidieron de mi trabajo el día de hoy, pero esto sólo significa que Dios tiene algo mucho mejor para mí».
Hombres, no importa qué tan difíciles tiempos o situaciones ustedes tengan que enfrentar, yo quiero que ustedes sepan que ya poseen lo que se necesita para poder manejar esas situaciones y momentos difíciles. Dios te ha diseñado para que puedas atravesar en medio de las tormentas más fuertes y para que puedas resolver los problemas más grandes. Él ya te ha dado Su Propio Espíritu Santo. En la Biblia, los hombres que confiaron en Dios siempre estaban llenos de esperanza. Ellos siempre sabían que iban a salir adelante. Dios te ha dado una habilidad extraordinaria y fuerza, y te ha dado armas espirituales para proteger y para guardar todo aquello que Él ha confiado bajo tu cuidado.
Dedícate para que puedas llegar a ser el Hombre de Dios.
Los hombres necesitan entender que ellos son responsables de sus tareas de propósito. Esta revelación te tiene que entrar de lleno: «Como hombre, yo soy un visionario, soy un líder, soy un maestro, soy un cultivador, soy un proveedor y soy un protector». Llegar a ser el tipo de hombre tal y como Dios te diseñó, significa ser todas estas cosas.
Un hombre no decide ir a trabajar, él ya ha sido diseñado para trabajar. Él no tiene que decidir enseñar, a él se le requiere que enseñe. Él no puede decidir proteger, él ha sido hecho para proteger. No existe realización alguna si no llegas a satisfacer tu propósito de vivir. Mi oración es que tú te dediques a ser el tipo de hombre tal y como Dios te creó y tal como Él te diseñó, de tal manera que tú puedas experimentar una realización y una satisfacción tan grande en tu relación con Dios y en tu relación con los demás seres humanos (Colosenses 4:17).
Trabaja y esfuérzate para que puedas llegar a ser un completísimo hombre de Dios y que tú puedas ser una bendición para ti mismo, para tu familia y para todo el mundo.
Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder del Hombre”
Por Myles Munroe
