Hombres Cristianos – La Creación del Hombre 2
Continuemos.
De la misma manera que un bebé recién llegado es el centro de atención para los pensamientos de sus padres, la raza humana fue y es el centro de atención de los pensamientos de Dios. La maravilla de esta idea le llegó al Rey David un día en el Salmo 8:3-4.
David, de hecho, le preguntó a Dios, «¿Por qué Tú sólo estás pensando acerca de nosotros?» Aunque el Salmo no nos da la respuesta de Dios, yo pienso que Su respuesta sería como ésta, «Cada vez que tú veas la luna y las estrellas y todo lo demás que Yo he creado, Yo quiero que tú sepas que todo eso existe sólo por razón de ti».
Somos tan importantes para Dios que El creó el universo entero para nosotros. No solo eso, Él lo creó con un gran cuidado para asegurarse que íbamos a tener el mejor medio ambiente para vivir. Todo lo que Dios creó mantiene al resto de la existencia en equilibrio. Por ejemplo, cuando El hizo nuestro sistema solar, El creó al sol para que fuera una luz para nosotros, y entonces, El colocó cuidadosamente a todos los planetas alrededor de Él. Yo puedo imaginar a Dios haciendo los ajustes necesarios para que el sistema solar pudiera estar correcto para nosotros.
Yo puedo verlo a Él, pensando acerca de las necesidades futuras del hombre. «Ahora debemos tener muchos alimentos para el bebé. Necesitamos algunas frutas y verduras. También necesitamos separar el agua salada del agua fresca, para que el bebé pueda beber. Ahora todo está en orden. ¡El cuarto para el bebé está listo».
El hombre es la razón de que el universo exista. Yo nunca he dicho que el hombre es el centro del universo. Los humanistas dicen que el hombre es el centro del universo. Eso está equivocado. Dios es el centro de todo lo que existe. El «sostiene todas las cosas por la palabra de su poder» (Hebreos 1:3). Es El quién es el centro de la vida. Todo lo que El creó y cada movimiento de nuestra existencia existe sólo en El. Pero, debido a que somos Su simiente, El creó el universo sólo para nosotros.
Cuando Dios terminó de crear al mundo, Él dijo que todo era bueno (Génesis 1:4-25). Yo creo que Él dijo esto debido a que todo ya estaba listo. Y fue sólo hasta después de que Dios dijo que el mundo físico era bueno que Él dijo: «Hagamos al hombre» (vs.26). Lo que es interesante acerca de esto es que los cielos y la tierra fueron creados primeramente debido a su propósito. Algunas personas pueden decir: «Bueno, si los cielos y la tierra fueron creados primero, ¿acaso eso significa que son más importantes que el hombre?» No. Ellos sólo estaban apuntando a la venida del hombre. El propósito de ellos era ser un medio ambiente perfecto para los hijos de Dios.
Cuando mi esposa y yo estábamos preparando el cuarto, teníamos la cuna, el talco, y todas las otras cosas materiales estaban listas primeramente en ese cuarto. ¿Acaso eso quería decir que todas esas cosas eran más importantes que el bebé? No. Todas esas cosas estaban ahí sólo por razón del bebé. Lo mismo es verdadero en cuanto a la relación del hombre con el mundo físico. Efesios 1:4 explica el orden de prioridades de esta manera: «Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él».
3. Tener Comunión con Dios.
Otra razón de que el hombre fue creado a la imagen de Dios es para tener comunión con El, de la misma manera como es una relación familiar cercana. La única razón de que el hombre puede tener esta comunión con Dios es porque Dios hizo que el hombre fuera espíritu, de la misma manera como Él es espíritu. «Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad» (Juan 4:24).
Aunque Dios es el Creador, Él siempre ha enfatizado que Él es el Padre del hombre. Su primer deseo no fue que el hombre pensara de El como un Dios asombroso o como un «Fuego Consumidor» (Deuteronomio 4:24). Aunque en ocasiones resulta difícil para nuestras mentes religiosas el poder entender este concepto, Dios quiere que nos acerquemos a El de la misma manera como lo haría un niño con su padre amoroso.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder de los Hombres”
Por Myles Munroe
