Mujeres Cristianas – Vivo Comparándome con Otras Mujeres

 

Cuando tenemos envidia no podemos admirar a otra persona, sino que la destruimos. ¿Cómo destruimos lo que envidiamos?

1. Descalificando: Descalificamos a una persona o sus logros. Parece que cuánto más valgas vos menos va a valer la otra persona, o al revés; y esto es una gran mentira porque todos tenemos el mismo valor.
Moisés fue criticado por Arón y María, sus propios hermanos.

2. Difamando: Primero reconocemos que alguien hace algo bueno, pero después decimos ‘no sabés cómo lo logró’. Cuando difamás, le das un sentido contrario al que la otra persona tiene como intención.

3. Perjudicarla: Hacemos algo para que pierda lo que logró.
En la Biblia encontramos muchas historias de envidia. La primera es la de Satanás, él envidiaba a Dios. La envidia no te permite reconocer las capacidades que tenés por mirar la capacidad ajena.
Otro caso fue el de Jacob y Esaú, José y sus hermanos, Lea y sus hermanos, Caín y Abel, Moisés y sus hermanos; Herodes y Jesús.

La envidia es una emoción humana.

La historia de Caín y Abel comienza con dos ofrendas. Caín trajo el fruto de la tierra, Abel trajo de los primogénitos de sus ovejas y lo mejor de su rebaño. Abel buscó la mejor ofrenda para darle a Dios.

Dios no tuvo problema con el tipo de ofrenda sino, con la actitud.

Dios mira con qué actitud hacés todo lo que hacés para Él.

No solo la ofrenda era diferente, sino que el carácter de ambos también lo era. Cuando Caín sintió rechazo de Dios, se enfureció y así nació la raíz de su bronca, del odio y la venganza.

Dios le dio otra oportunidad para que buscase la mejor ofrenda, pero Caín optó por no mirar a Dios. Dejó de ver a Abel como su hermano y comenzó a tomarlo como un rival. Así surgió la envidia.

El envidioso no ve cómo obtuviste lo que hoy tenés, no le importa que te hayas desgastado; sólo siente bronca por saber que tenés lo que tenés. El pensamiento del envidioso es: “si yo no puedo tenerlo, voy a destruir al que lo tiene”.

Caín mató a Abel porque creyó que era la manera de calmarse. Él pensaba que si Abel ya no estaba Dios iba a tener que aceptar su ofrenda. Caín llevó a Abel al desierto; porque cuando nos queremos vengar, llevamos a la persona a un lugar donde esté solo y vulnerable.

Consecuencias de la Envidia.

1. Improductividad: Dios le dijo a Caín; “Cuando cultives la tierra no te dará frutos.” Hay mujeres que sirven al Señor pero no ven resultados en su vida. Cada vez que envidiás te estancás, dejás de producir.

2. Seré fugitiva si no saco la envidia de mí: Dios le dijo que sería un fugitivo errante; eso significa ser inestable.

3. Tu relación con Dios va a estar caracterizada por miedo y culpa: Caín sabía que ya no iba a poder disfrutar de la presencia de Dios. Son esas mujeres que tienen miedo y no pueden relacionarse con Dios.

4. Una mujer envidiosa tiene miedo permanente de perder todo: Caín sintió miedo de perder todo por haber matado a su hermano. Hay mujeres que sienten miedo constante porque miran la vida ajena.

La envidia es carcoma de los huesos. La envidia es un cáncer espiritual, te come interiormente.

Proverbios 30:24 dice que la envidia acorta la vida.

¿Qué hacer con la Envidia?

Caín le preguntó a Dios qué hacer.

Dios le dijo a Caín que nadie iba a matarlo como él pensaba.

Todo lo que vos estás pensando que va a venir a tu vida por tus emociones negativas, no será así.

No esperes castigo, porque lo malo no vendrá. Dios siempre tiene una salida para nuestras emociones negativas.

Para no tener envidia tenés que pedir (Santiago 4:2).

Hablá lo que querés lograr, porque cuando no expresás lo que querés, se transforma en un deseo. No le tengas miedo a tus deseos, hablá tus deseos.

Cambiá la envidia por admiración. Que una persona tenga lo que vos querés, te da la pauta de que podés alcanzarlo.

Dios da bendiciones exclusivas a sus hijas porque también son exclusivas. Dios no repite bendición, sino que las personaliza. No le pidas lo que tiene la otra, pedile lo que es para vos porque eso es único.

Tenés un diseñador exclusivo; vos podés pedirle y Dios va a poner su toque final, su toque de exclusividad.

El talento es lo que te distingue de los demás. Nadie es igual a nadie. Dios es tan grande que nos hizo diferentes a todos. Tenés que amar tu singularidad.

Dios quiere vestirte a su manera. Sos una mujer favorecida y podés ser envidiada; y espero que sepas tratar con ella. Que la envidia no te tire abajo.

Hay un deseo escondido dentro tuyo, y si analizás que envidiás de algunas mujeres te vas a dar cuenta cuál es el deseo tapado.

Atrevete a sacar el deseo oculto para liberarte de la envidia.

Dios te promete que tu bendición no se va a repetir en nadie más; el sueño que te dio es sólo para vos. Sos única; Dios soñó algo con vos que no va a soñar con nadie más.

Por Alejandra Stamateas

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2 Comentarios

  1. Hola Iliana. ¡¡Bienvenida!! ¡Tenés razón!!!!! Hace mucho que no publico nada para las mujeres, ¡y son miles las que nos visitan diariamente!
    Muy pronto te llegará material nuevo. No te desesperes (jejejeeje).
    Bendiciones y gracias por compartir.

  2. por favor pongan nuevas, tengo meses de no recibir algo para mujeres, pongan temas para pastoras, gracias creanme que son de mucha bendicion para mi.

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