Matrimonios Cristianos – Diferencias Emocionales Entre Hombres y Mujeres 3

 

Continuemos.

La Solución que Tiene 5000 años de Antigüedad.

Es imposible sustituir la sabiduría de los mandamientos bíbli­cos referentes al matrimonio.

El hombre ha sido designado por Dios para que sea la cabeza de la familia, y para asumir la responsabilidad de sostener el bienestar de su hogar. Ese designio es precisamente la base de una relación feliz entre los miembros de la familia humana. Y puede encontrarse expre­sado como mandamiento en textos muy antiguos, como los libros de Moisés que se remontan a 5.000 años atrás en la historia del pueblo de Israel.

«Cuando alguno fuere recién casado, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa, para alegrar la mujer que tomó» (Dt.24:5).

¡Imagínese! El recién casado en aquel tiem­po disponía de todo un año para ajustar su vida matrimonial, sin muchas responsabilidades ni deberes que lo distrajeran de su obligación de «alegrar a la mujer que tomó». (Debo confesar que me cuesta un poco de trabajo imaginar a que se dedicaría en sus horas libres después de las tres primeras semanas del casamiento). Aunque me parece muy bien la liberación de cualquier otra responsabilidad que no fuera la de atender adecuadamente a su mujer.

Vamos a comparar el primer año del matrimonio de aque­llos tiempos, con el de nuestros matrimonios en la actualidad. Mientras los primeros se dedicaban a regocijarse mutuamen­te, los actuales deben trabajar y estudiar juntos, así como enfrentarse a los cambios biológicos, físicos y emocionales del primer embarazo. Pero mi objetivo al citar el versículo bíblico anterior es para destacar su última parte: «Y el marido libre estará por un año para alegrar a la mujer que tomó«.

Desde entonces la ley mosaica dejaba bien establecido que el bienestar emocional y físico de la mujer dependían de su marido. La mujer debe ser «alegrada» por su hombre, y en esto consiste básicamente la tarea del marido. ¡Estimado lector, este principio tiene plena validez en nuestros días!

Este men­saje está dirigido especialmente a los hombres que tienen tal necesidad de satisfacer sus egos que emplean la mayoría de su tiempo en trabajar y obtener méritos, consumiéndose a sí mismos en los afanes constantes de aumentar el poder econó­mico y el prestigio profesional que los convertiría en «triunfa­dores». Les puedo asegurar que si no le dedican tiempo a sus esposas y sus hijos, al final van a enfrentar serios problemas con ellos.

El mensaje también está dirigido a los esposos que invierten su tiempo libre en su propio deleite personal. Algu­nos se dedican a salir de pesca todos los fines de semana; otros a pasar todas las horas frente al televisor o a jugar al golf o a practicar cualquier otro deporte. Cada una de estas activida­des desempeña una función positiva para renovar la fatiga y el estrés, pero si la distracción personal excluye a los que necesitan de nosotros (esposas e hijos), entonces el asunto ha ido demasiado lejos y exige una rápida enmienda.

Derek Prince ha expresado este mismo punto de vista en un estilo más fuerte y directo. El estima que los problemas que se están enfrentando relacionados con la familia pueden ser rastreados hasta lo que él llama «hombres desertores».

El verbo desertar significa huir, echar a un lado los deberes que nos corresponden. Y el hombre está ignorando la responsabilidad que Dios le encomendó sobre el cuidado y el bienestar de la familia, la disciplina de los hijos, la supervisión de los gastos y sobre todo el liderazgo espiritual en todo lo que se refiere al amor, la protección y la atención a su esposa e hijos.

Entonces, ¿tenemos que sorpren­dernos de que nuestras mujeres se sientan escasamente estimadas en sí mismas?

¿Nos asombrará que la soledad, la falta de comunicación y el hastío hayan alcanzado proporciones tan alarmantes?

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Lo Que Las Esposas Desean Que los Maridos Sepan Sobre las Mujeres”

Por James Dobson

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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