Matrimonios Cristianos – El Lenguaje del Amor: El Toque Físico 1

 

Hemos sabido desde siempre que el contacto físico es una manera de comunicar amor. Numerosas investigaciones en el campo del desarrollo infantil han llegado a esta conclusión: los niños que son tenidos en los brazos, abrazados y besados desarrollan una vida emocional más saludable que los que son dejados solos por largo tiempo sin contacto físico. La importancia de tocar a los niños no es una idea moderna.

En el primer siglo, los hebreos que vivían en Palestina, reconociendo que Jesús era un gran maestro, traían a los niños «para que los tocara». Usted recuerda que los discípulos de Jesús reprendieron a esos padres porque pensaban que Jesús estaba demasiado ocupado para una actividad «tan frívola». Pero las escrituras dicen que Jesús se indignó con los discípulos y les dijo: «Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios. De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía».

Los padres sabios, en cualquier cultura, son los padres que tocan a SUS niños.

El contacto físico es también un poderoso vehículo para comunicar el amor marital. Tenerse de las manos, besarse, abrazarse y tener relaciones sexuales son los medios de comunicar el amor al cónyuge. Para algunos individuos, el contacto físico es su lenguaje amoroso principal. Sin eso, no se sienten amados. Con eso, su tanque emocional está lleno y se sienten seguros del amor de su cónyuge.

De los cinco sentidos, el tacto, a diferencia de los otros cuatro, no se limita solamente a determinada área del cuerpo. A través de todo el cuerpo se encuentran localizados unos diminutos receptores táctiles y sensoriales. Cuando esos lugares son tocados o presionados, los nervios llevan esos impulsos al cerebro. El cerebro, por su parte, interpreta estos impulsos, por lo que percibimos que la cosa que nos tocó es caliente o fría, dura o suave, si causa dolor o placer. También podemos interpretarla como amante u hostil.

Algunas partes del cuerpo son más sensibles que otras. La diferencia se debe al hecho de que los diminutos receptores táctiles no están esparcidos indistintamente por el cuerpo, sino colocados en grupos. Así, la punta de la lengua es altamente sensible al tacto, mientras que la espalda o los hombros son menos sensibles. Las puntas de los dedos o la punta de la nariz son otras áreas extremadamente sensibles.

El contacto físico puede producir o romper una relación. Puede comunicar odio o amor. Para la persona cuyo lenguaje principal de amor es el contacto físico, el mensaje sonará más alto que las palabras: «Te odio» o «Te amo». Una bofetada en la cara es perjudicial para cualquier niño, pero es devastador para un niño cuyo lenguaje principal es el toque físico. Lo mismo sucede con los adultos.

En el matrimonio, el contacto de amor puede tomar muchas formas. Como los receptores al tacto están localizados por todo el cuerpo, el tocar cariñosamente a su cónyuge casi en todo el cuerpo puede ser una expresión de amor. Eso no significa que todos los toques son iguales. Algunos traerán más placer a su cónyuge que otros. Su mejor instructor es su cónyuge mismo, por supuesto. Después de todo, es el único al que usted quiere amar. Él sabe mejor que nadie lo que es un toque de amor de su parte.

No insista en tocarlo a su manera o cuando usted quiera; aprenda a hablar su dialecto de amor. Su cónyuge puede encontrar algunos toques incómodos o irritantes. Insistir en continuar esos toques es comunicar lo opuesto de amor. Eso indica que usted no es sensible a sus necesidades y que le importan poco las percepciones de su cónyuge acerca de lo que es agradable. No cometa la equivocación de creer, que, el toque que le brinda placer a usted, también le brindará placer a su pareja.

El contacto de amor puede ser explícito y demanda toda la atención, ya sea para un masaje de la espalda o para las caricias sexuales que culminan en el coito. Por otro lado, el contacto sexual puede ser implícito y requiere sólo un momento, tal como poner su mano sobre su hombro mientras sirve una taza de café, o rozar su cuerpo cuando va a la cocina.

Los contactos explícitos obviamente toman más tiempo, no solamente para el contacto sino para desarrollar el entendimiento de cómo comunicar amor a su cónyuge de esta manera. Si un masaje de la espalda comunica el amor en voz más alta, entonces el dinero, el tiempo y la energía que se gasta en aprender a ser un buen masajista estará bien invertido. Si la relación sexual es el dialecto principal de su compañero, leer y aprender sobre el arte del amor sexual mejorará su expresión de amor.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Los Cinco Lenguajes del Amor”

Por Gary Chapman

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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