Matrimonios Cristianos – Matrimonios Sanos

 

¿Tiene problemas en su matrimonio? ¿Siente que el amor se está enfriando? ¿Se está acabando la tolerancia, la paciencia en tu vida matrimonial?

Si ésta es su experiencia familiar, es hora de cambiar algunas actitudes y acciones en tu vida que transformarán su realidad.  Recuerde que siempre hay esperanza si realmente quiere ser feliz y está dispuesto, dispuesta a entregar el “timón” de su matrimonio a Dios.

He aquí algunos consejos que le podrán orientar y ayudar a superar sus conflictos matrimoniales:

 

1. No se Enfoque sólo en las Debilidades de su Cónyuge.

Debe reconocer que usted tampoco es perfecto, así que no es justo ver sólo lo malo en el otro. Recuerde las cosas que admiraba de su pareja y los buenos tiempos que pasaron juntos. Las diferencias entre ustedes no son una amenaza, sino deben transformarse en elementos que enriquecen al otro, tiene lo que al otro le falta y viceversa. Trate de pensar positivamente. Se puede mejorar la relación. No está todo perdido. No hay peor lucha que la que no se pelea.

 

2. No Puede Cambiar al Otro, pero Puede Empezar a Cambiar Usted.

Seguramente su cónyuge necesita cambiar cosas en su vida, pero no lo hará bajo su presión y su insistencia. Piense qué actitudes y acciones suyas podrán ayudar a la actual situación y realícelas. Elimine las quejas constantes y la crítica de su vocabulario, lo único que logra es empeorar la situación. Acuérdese de las cosas qua hace o dice que molestan a su cónyuge y evítelas. Exprese su grandeza en los pequeños detalles. Todo cambio comienza en uno mismo.

 

3. Perdone a su Cónyuge para Liberarse.

Mantener el recuerdo vivo de las ofensas sufridas contamina su mente y su corazón, y no le permite pensar con claridad. Perdone a su cónyuge por las ofensas, humillaciones, falta de amor, etc. Perdónelo aunque crea que no lo merece, aunque no lo vea cambiar. El perdón produce una liberación en su propia vida. Por otro lado, aprenda a reconocer sus propias fallas. Sea valiente y pida perdón.

 

4. Al Casarse Asumieron un Compromiso Serio.

Luche por mantener su compromiso, su palabra. No se rinda ante las dificultades. El fracaso es la oportunidad para volver a empezar con mayor inteligencia. Se puede cansar pero nunca se rinda. El matrimonio no es un duelo, es un dúo. El valor que le da al matrimonio marcará la vida de sus hijos. También se trata de todas las vidas que vienen detrás de usted. Haga su mejor esfuerzo. Todo sacrificio vale la pena con tal de salvar su familia. Si asume un compromiso con Dios, Él no le dejará solo en esto.

 

5. Dios no se Equivocó al Crear el Matrimonio.

Dios conoce su frustración, soledad, angustia, sus luchas, problemas familiares y quiere ayudarle a vencerlos. Dios tiene un futuro diferente para su vida y familia. El poder que necesita para cambiar esta situación sólo se lo puede dar Dios. No viva alejado de Dios que es la fuente de bendición, alegría, paz y prosperidad para su vida y familia. Busque a Dios. Reconozca que se equivoca, que tiene pecados, y pídale perdón a Dios.

Hace 2000 años Jesús murió en la cruz del Calvario para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Sólo debe poner su fe en Él y aceptarlo en su vida como su Salvador y Señor.

Por Pastor Rubén Kassabián

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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