Las personas están juntas mientras quieran estarlo. Ni el deber, ni el honor, ni la moralidad encadenan a una persona a otra. Cuando una persona quiere irse, se va de casa, deja a sus hijos, y hasta a un enfermo terminal. Mientras no lo desee, no se irá. Cuando una persona quiere estar con otra no hay defectos que le molesten. Cuando una persona quiere irse, ni las mejores cualidades lo detendrán.

Sin importar que seas muy feo y nada atractivo, siempre habrá alguien a quien le gustarás. Sin importar lo fascinante y deseable, siempre habrá alguien que te desprecie.

Si te despreciaron eso no significa nada. No te volverás peor o menos, en realidad no pasa nada. Hay alguien para ti sobre la faz de la tierra y te aceptará.

Alégrate porque tienes a una persona que te ilumina. Ilumina tú mismo, mientras más luz haya, menos miedo tendrás, entre menos miedo tengas, habrá menos sombras en tu alma.

La hoja que quiere volver al árbol puede navegar contra la corriente y volar contra el viento. Pero el árbol no lo recibirá en la misma rama, ni será igual. Mientras más amas, mientras más das amor más te queda. Si al dar amor sientes dolor u odio quiere decir que le has dado a una persona veneno en forma en envoltura de chocolate. Seguramente no vale la pena esperar agradecimiento a cambio de eso.

Deja ir. Permite que esa persona sea algo más que el reflejo de tu amor, en especial si es así. Volverse parte de tu ser amado es un talento poco común y una maldición extravagante. Sé tú mismo, se digno, olvídate del miedo, un día esa persona volverá de todos modos, pero hoy no.

Cree y confía, ayuda y agradece. No pienses en lo que puede ser, piensa sólo en lo que hay aquí y ahora. En el agua y en el fuego bajo las estrellas.

Lo que se compró con dinero vale sólo dinero. Lo rogado, lo llorado, lo usurpado y lo robado será arrebatado con creces. Lo que fue dado por voluntad propia, de todo corazón no tiene precio.

¿Cómo reconocer a esa persona? Es muy simple: Irás caminando y te encontrarás con él en medio del camino. Él no sabía, tú no sabías. Se habrán encontrado, y a donde quiera que vayan, ahora van por el mismo camino.

Por Dante Gebel

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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