Introducción.

No cabe la menor duda de que todo consejero cristiano debe estar preparado frente al tema del ocultis­mo. ¡Cuántas sorpresas nos hemos llevado al ver la incursión en el ocul­tismo por parte de creyentes y de no creyentes!

Nos hemos encontrado con muchí­simos creyentes que tenían en sus casas algún objeto del mundo del ocultismo (sea porque se lo habían regalado o porque lo habían hereda­do). Hemos visto también a muchos creyentes que habían consultado en su vieja o nueva vida a algún curande­ro o brujo; algo más frecuente de lo que nos imaginábamos.

Cuando estamos escribiendo este párrafo, acabamos de ministrar a una hermana en cuya familia se practicaba el espiritismo desde la cuarta genera­ción; ella, desde muy pequeña, escu­chaba ruido de cadenas, sombras negras sobre su hombro derecho, ruidos en la casa y movimientos de objetos. Ella misma vio desde pequeña cómo sus abuelos y fuego sus padres incorporaban espíritus y cómo hablaban por sus bocas. Estuvo con pesadillas, temores y opresiones espirituales desde el mismo nacimiento. Hoy esta joven con ideas de suicidio y con «cosas extrañas» que le sucedían, está libre por la sangre de Cristo, al romper toda maldición desde ¡a cuarta generación y toda herencia espiritual maligna sobre su hogar.

Muchos casos así podríamos nombrar y llenaríamos varias páginas. Hemos visto creyentes que tenían en sus casas, objetos de ocultismo, crucifijos espiri­tistas, ekekos, estampitas que guardaban «como un recuerdo del abuelo», libros de control mental, de ocultismo, de la Nueva Era, etc.

De ninguna manera lo que aquí escribimos es determinante; creemos que la luz recibida por la gracia del Señor aún es tenue sobre estos temas. Solamente compartimos aquí parte de la experiencia que el Señor nos ha permitido vivir. Hasta hace un tiempo jamás habíamos visto (con ojos humanos y espirituales) lo que el reino de las tinieblas podía hacer en ¡a vida de las personas. Ver esto, cambió nuestra vida espiritual; nos dio otra dimensión de lo que significa la guerra con lo oculto, del accionar del enemigo, pero también del todo poder de la sangre de Cristo.

Damos aquí un modelo de una entrevista pastoral específicamente para sondear lo incursionado en el ocultismo. La misma puede ser modificada y adaptada a cada caso. Con el pasar del tiempo se nos hizo necesario poder confeccionar algo sistemático que pudiese ayudarnos a que nada importante se nos escapase y a la vez poder ordenar el proceso de sanidad.

Hay personas que todavía están bajo ataduras espirituales por sus incursiones en el mundo de lo oculto. Están atadas y muchas ni lo saben, sólo sienten sus consecuencias, pero desconocen su origen; quiera Dios que este trabajo pueda dar más luz sobre el mismo y que muchos sean LIBRES DE VERDAD.

Hemos podido comprobar claramente que cuando se renuncia a estas prác­ticas, cuando las ataduras se rompen y se reprende todo espíritu inmundo, las personas quedan liberadas y sanadas espiritualmente. Nosotros lo hemos compro­bado con muchísima claridad tanto en hermanos y personas ministradas como en nuestra propia vida. Somos testigos de lo que significa ser libre en Cristo de las ataduras demoníacas.

No estamos diciendo que esto es una panacea ni estamos afirmando que si la persona rompe con todas las ataduras espirituales con lo oculto será 100% una persona madura en Cristo. La madurez como ya hemos escrito en otros libros, es un proceso que lleva toda la vida, pero la libertad que Dios ofrece sí es instantánea. Él desea romper AHORA toda cadena de oscuridad, toda influencia satánica sobre nuestras vidas, todo espíritu inmundo que está aún hablando a nuestra mente para inducirnos mentiras.

Esto nos lleva a aclarar dos conductas erróneas:

Creer que los problemas de ¡as personas se reducen SOLAMENTE al tema del ocultismo.

Esto es falso. Muchos problemas no tienen que ver con lo oculto o con las prácticas ocultas que la persona haya podido tener. Creer que todo se REDUCE a lo oculto es perder de vista que el aconsejamiento pastoral es mucho más amplio. Sí creemos que es un aspecto importante que debe tratarse sí o sí en todo aconsejamiento pastoral.

Comenzar a romper todo objeto.

Hace un tiempo hemos visto a una joven creyente a la que le habían hecho tirar todo en su casa. Le decían que Patoruzú (el personaje de una revista de dibujos) es un indígena pagano, que el rojo era de umbanda, que el verde era de los rosacruces, que la camisa sin cuello era de adoración pagana, y así le hicieron tirar ¡todo!

Entiendo que con ciertos objetos a veces es difícil trazar la línea, pero creo que no debemos ser extremistas. Proponemos quemar y romper todas aquellas cosas que pueden tener vinculación con lo oculto directamente. Es decir, los objetos que pertenecen tanto a lo sectario como a lo oculto.

(CONTINÚA… DALE CLICK ABAJO EN PÁGINAS…)

1
2
3
Artículo anteriorSanidad Interior – SINTOMAS DE DEMONIZACIÓN
Artículo siguienteSanidad Interior – PRE-ENTREVISTA
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre