Sanidad Interior – El Rechazo 2

 

Continuemos.

Algunas veces, la imagen que percibimos de nuestros padres es la imagen que tenemos de Dios. En muchas ocasiones, no nos sentimos dig­nos de acercarnos a nuestro Padre porque creemos que Él nos va a rechazar, ya que eso es lo que hemos recibido en nuestro hogar.

Padres rechazados producirán hijos rechazados. Los padres que han sufrido rechazo hereditario antes de casarse, no van a poder dar amor a sus hijos.

 

Existen tres tipos de rechazo, los cuales tienen diferentes síntomas. Veamos cuáles son:

1. Raíz de Rechazo con Reacciones Agresivas.

La persona que se siente rechazada tiende a:

Rehusar ser confortada. No le gusta ser tocada físicamente ni tampoco le gusta dar amor físico.

Rechazo de otros. La gente que se siente recha­zada necesita tiempo y espacio para ventilar sus sentimientos, si no tienen ese tiempo, sus actitudes logran que otros los rechacen.

Presentar  señales   de  dureza emocional. Cuando la persona ha sido rechazada, puede ser fría, insensible, introspectiva y egoísta. Además, tiende a usar mucho su arma más poderosa: la lengua.

Ser escéptica e incrédula. Cuando una persona se siente rechazada, pierde su confianza en la familia, los amigos y la gente en general; pierde la fe en los buenos motivos de las personas y sospecha de todo el mundo.

Ser testaruda. Usualmente, esta persona tiende a decir: «éste es el único camino», y nadie la hace cambiar; es una persona de dura cerviz. Tiene la certeza de que lo que hace y piensa es lo correcto, sin tomar en cuenta otra opinión.

Mostrar actitudes agresivas. Actúa con ira para defenderse del rechazo.

Concebir pensamientos de venganza. Las personas que son víctimas de rechazo pueden volverse tan resentidas que pueden llegar a planificar vengarse, sintiéndose después culpables.

Jurar y usar un lenguaje sucio. Un sinnúmero de personas que sufren rechazo hablan pala­bras obscenas y sucias cuando están bajo presión.

Argumentar. Argumentan sin sentido y sin fundamento porque necesitan sentir que están en lo correcto. Cuando pierden, se sienten más rechazados.

Comportarse con necedad. Por ejemplo, una madre que le ordena a su niño que se siente. Como es un niño, obedece y se sienta, pero, en su corazón rebelde se dice a sí mismo: «yo estoy de pie».

La rebelión. Éste es un síntoma muy común en una persona rechazada; le es difícil someterse; siempre está argumentando y razonando por qué tiene que obedecer.

 

2. Síntomas de Rechazo a Uno Mismo.

Ésta segunda parte del rechazo tiene que ver con la persona en su intimidad, con respecto a sí misma, y se refleja en el concepto que tiene esta persona de sí misma.

Baja autoestima. La persona rechazada se considera insignificante y sin ningún valor; se subestima constantemente.

Complejo de inferioridad e inseguridad. Algunas veces, busca seguridad en las perso­nas, en las cosas, en los animales o en el dinero.

Se siente inadecuada. Le da mucho temor emprender proyectos por pequeños que pue­dan ser, y siempre está pensando que no puede.

Tristeza crónica. Éstas son manifestaciones externas de una persona que tiene un espíritu herido; siempre está triste y deprimida.

Auto condenación. La persona se siente por el piso constantemente, culpándose a sí misma por las cosas malas que ocurren a su alrededor. Tiene un temperamento débil, y por lo tanto, es manipulada y controlada fácilmente.

Inhabilidad para comunicarse. Se le hace muy difícil abrir su corazón a las personas porque no puede comunicar lo que siente. No confía en nadie y cree que si es sincera para decir lo que siente, la van a rechazar.

Temores de toda clase. Le teme a todo, siente temor a fracasar, temor a cumplir con sus responsabilidades y temor a estar sola.

Ansiedad, preocupación y depresión. Es muy común ver estos tres síntomas en una persona con raíz de rechazo, debido a la inseguridad de su corazón. Tiene temor y se preocupa de cosas que todavía no han sucedido.

Negatividad, pesimismo y soledad. Constan­temente, la persona rechazada habla de una manera negativa; es pesimista y se siente sola aunque esté con mucha gente a su alrededor.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Sanidad Interior y Liberación”

Por Guillermo Maldonado

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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