Sanidad Interior – El Sentido de Culpabilidad 2

 

Continuemos.

¿Por Qué no nos Podemos Perdonar a Nosotros Mismos?

La culpabilidad es el resultado de no perdonarnos a nosotros mismos. Algunas razones por las cuales se nos hace difícil perdonarnos son:

A. Por creer en el perdón basado en las obras. El perdón de Dios no está basado en lo que hagamos, sino en la obra redentora de Jesucristo en la cruz del Calvario. Recibimos ese perdón por su gracia.

B. Por un espíritu de incredulidad. No estamos ejercitando fe en Dios si no nos perdonamos a no­sotros mismos. La incredulidad es un gran obstáculo para recibir ese perdón. Muchas personas quieren sentir algo especial al recibir el perdón, pero éste debe recibirse por fe.

C. Por amoldarse y rendirse al sentido de culpa. Emocionalmente, se puede vivir por mucho tiempo bajo culpabilidad y autocondenación, creyendo que el ser libre no puede ser una realidad. Muchos hacen lo que saben que está bien, pero no pueden evitar sentirse culpables por todo y en ese momento, se le abre las puertas al espíritu de condenación.

D. Por esperar repetir el pecado. Sabemos que Dios puede perdonarnos, pero la razón por la que muchos no se perdonan a sí mismos es porque creen que van a volver a repetir el mismo pecado. Cristo no murió solamente por los pecados de ayer y de hoy, sino también, por los pecados del mañana.

 

¿Cuáles son las Consecuencias de la Culpabilidad?

1. La Culpabilidad Drena su Energía y le Lleva a Enfermarse Física y Mentalmente.

2. La Culpabilidad Bloquea su Relación con Dios.

A una persona que se siente culpable, se le hace difícil tener una relación intensa con Dios y con los demás. ¿Habrá algún pecado que hayamos come­tido que Dios no pueda perdonar? La blasfemia contra el Espíritu Santo es el único pecado que Dios no perdona. Todos los demás, la sangre de Cristo los perdona y los limpia.

Veamos algunos ejemplos bíblicos de personas que pecaron y Dios las perdonó: Pedro, cuando negó a Jesús, y Pablo, que en un principio fue per­seguidor de la iglesia (Hebreos 4.15-16, 1 Juan 3.18-21).

 

¿Cómo ser Libre de la Culpabilidad?

  • Arrepintiéndose del pecado de incredulidad.
  • Renunciando a todo espíritu de culpabilidad y a la razón de esa culpa.
  • Confesando su libertad y decidiendo recibirla por fe.

 

¿Qué Hacer si el Enemigo Viene a Acusarle y a Recordarle su Pasado?

A. Confiese la Escritura.

Romanos 8.32-37.

B. Camine en el Espíritu.

«Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu». Romanos 8.1

«Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu». Gálatas 5.25

La conclusión a todo esto es que, si ha nacido de nuevo, tiene que apropiarse de la obra redentora de Jesucristo. Primero, recibiendo el perdón de Dios en su vida, y segundo, perdonándose a usted mismo. Recuerde que todo esto hay que aceptarlo por fe.

 

¿Cómo Podemos Permanecer Libres de Heridas Emocionales?

Hay muchos creyentes a quienes el Señor ha hecho libres de heridas, traumas, raíces de amargura, falta de perdón, rechazo, culpabilidad; y sí, permanecen libres por un tiempo, pero cuando los ofenden de nuevo, vuelven a lo mismo. Necesitamos aprender a mantener nuestra libertad en Dios. Jesús dijo que eran necesarias las ofensas o los tropiezos (Mateo 18.1-7). Siempre seremos ofendidos, heridos y lastimados, pero debemos aprender a vivir libres de ello.

Después de que somos libres, debemos llenar los va­cíos que quedan en nuestro corazón.

Los vacíos debemos llenarlos con:

  • El fruto del Espíritu
  • La palabra de Dios

Si la persona no llena esos vacíos, fácilmente cae otra vez en lo mismo.

Recuerde que el vivir en el Espíritu implica sacrificio, entrega y disciplina. Necesitamos la autodisciplina. Si Dios lo ha liberado y sanado interiormente, llénese de la palabra de Dios, medite en ella y vívala, desarro­llando así el fruto del Espíritu en su corazón.

Tengamos en cuenta que la sanidad no sustituye la crucifixión de la carne. El Señor nos habló de negar nuestro ego todos los días. Seremos ofendidos y heridos, pero aun así el perdón tiene que ser un estilo de vida para nosotros, si queremos permanecer libres.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Sanidad Interior y Liberación”

Por Guillermo Maldonado

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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