falsas-proyeccionesSanidad Interior – Falsas Proyecciones 1

 

Pasaje clave: 1 Crónicas 4:9-10.

Debemos ser libres de proyecciones falsas. Desde que nacemos la gente proyecta cosas sobre nosotros y todos las hemos recibido. La proyección es un mecanismo natural donde una persona traslada cosas propias en otro. Se proyecta, especialmente, lo negativo que uno no acepta ni reconoce en sí mismo y por eso lo traslada y asume como que el otro lo posee.

Por ejemplo, alguien te dice: “Che, que cara tenés ¿estás mal?”. Y vos estás normal pero, como el que te lo dice está mal, lo proyectó en tu vida.

Quizás te han dicho, “cuando hablas lo hacés enojado” y no estás enojado pero la persona sí y lo proyecta en vos. El celoso dice: “Me vas a engañar” y en realidad es él que quiere engañar y como no lo reconoce en sí mismo, lo pone en otro.

El racismo también es la proyección de las frustraciones en los demás. Escuchamos decir: “ese negro peruano”, “ese boliviano”, “ese gallego”, porque la persona tiene broncas, conflictos que no reconoce y las pone en los blancos, negros, amarillos, en los judíos, en los evangélicos.

Proyectamos enojos, emociones, broncas, desconfianzas, todo lo malo y esto lo recibimos desde chiquitos. “Yo no valgo porque mi papá no me quiso”, “Mi mamá dijo que no quería que yo naciera, que vine al mundo por casualidad”, “Siempre me rechazaron”. Es que tus padres tuvieron conflictos que proyectaron en vos diciendo que les arruinaste la existencia y cuando algo te lo repiten permanentemente, terminás creyéndolo.

Varias personas en la Biblia proyectaron cosas negativas en otros marcando sus historias con:

1. Tristeza.

Génesis 35:17. “Aconteció que al parir, Raquel llamó a su hijo Benoni”.

Benoni quiere decir “hijo de mi tristeza.” La mamá estaba triste y simplemente proyectó sobre su hijo la tristeza que tenía.

Muchos estamos atados a la tristeza, a la melancolía, a la nostalgia, a la depresión, pero no es algo propio sino proyectado por otro y que abrazamos. Por eso, la canción preferida de la persona triste es “Nostalgia”, su libro favorito “Lamentaciones”, usa los muebles viejos del abuelo muerto, tiene poca luz en su casa, su programa favorito “Gente que busca gente”, la palabra preferida “pobrecito”.

Cuando la tristeza es mayor, la persona no disfruta y no puede caminar en bendición. Dolor no es tu herencia, Dios no puso tristeza en tu vida ni en tu espíritu. “La bendición de Jehová es la que enriquece y no añade tristeza con ella». El 2013 no será para tristeza sino un año de fiesta, alegría, gozo y bendición.

 

2. Enfermedad.

Rut 1:1-2. Noemí puso por nombre a sus hijos, Mahlón y Quelión, que significa enfermo y débil.

Los ató con el nombre, ¡cómo no iban a morirse! Mucha gente guarda las cenizas de sus familiares muertos en su casa; llevan por nombre el de familiares que ya desaparecieron y viven enfermos, con miedos, angustias, quejándose siempre por algún dolor, yendo a un médico y a otro y automedicándose. Dios no puso las enfermedades sino que alguien se lo proyectó. Hay que romper con todo eso.

Dios nos llamó a caminar en victoria, prosperidad y unción. Jesucristo no resucitó en vano sino para que tengamos vida en abundancia.

 

3. Vergüenza.

1 Cr. 9:40. “El hijo de Jonathan fue Merib baal”.

Su nombre significaba “el que pelea contra Baal” y fue cambiado por Mefibosét que es “avergonzado”, o sea lo ataron y proyectaron a “esto es vergonzoso”.

Hay gente que tiene miedo de hablar, emitir su opinión, decir “acá estoy”, porque están atados a la vergüenza. Dios no te llamó a la vergüenza, sino a ser luz en la tierra. Si Dios está es para brillar, engrandecer Su nombre y no para esconderte. Los próximos años serán de victoria. Si tuviste miedo o enfermedad confiá porque Dios te exhibirá con bendición y verán que la obra en tu vida es grande, poderosa.

 

4. Salvar a todo el mundo.

Génesis 3:20. “El hombre llamó Eva a la mujer porque sería la mamá de todo ser viviente”

Cuando Dios creó a la mujer después de Adán, éste la mira y le dice: “Hueso de mis huesos y carne de mi carne” (Varón es ish y mujer isha). Al desobedecer y comer del fruto, Adán le cambió el nombre, ya no la llamó isha sino “mamá”.

(CONTINÚA…)

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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