Sanidad Interior en Niños – Modelo de Entrevista Para Padres y Niños 5

 

Continuemos.

Si se compara el dibujo realizado por el examinado con la familia real, podremos encontrar coincidencias, omisiones y agregados. Las primeras indican una buena integración fami­liar, y las segundas representan una forma indirecta de negar o eliminar a algún miembro de la familia. La omisión de sí mismo implica sentimientos de inadecuación o de no perte­nencia.

La familia tipo se distribuye en una o dos hileras, de acuerdo con la cantidad de miembros que la componen. La valoración o desvalorización de cada personaje va a estar dada por el lugar en el cual se lo ha ubicado.

Al analizar este ítem se tomará en cuenta el orden temporal y espacial. El primero es el orden en que fueron dibujados, el segundo cómo quedó distribuido en la hoja. El temporal indi­ca la preferencia emocional del niño, y el segundo cómo responde a las normas establecidas.

En general se presenta a cada miembro de pie, a pleno rostro y separado del próximo dibujo; comenzando por el padre, la madre y siguiendo por los hermanos de acuerdo con su edad. La situación en la que él se coloca respecto de los demás es muy significativa para conocer sus sentimientos.

La representación de los personajes en planos diferentes refle­ja de algún modo falta de comunicación, y la distancia emocional se proyecta a través de la distancia física entre los mis­mos.

 

G. Indicadores de Rasgos de la Personalidad:

Introversión: Zona izquierda, tamaño pequeño.

Extraversión: Zona derecha, trazos hacia fuera, aumento de tamaño.

Agresividad: Presión del papel, borrones, dibujar objetos angulosos.

Debilidad: Presión débil y líneas horizontales.

Impulsividad: Movimientos bruscos, figuras grandes.

Pasividad: Líneas débiles, figuras sin movimiento.

Autodominio: Dibujo en el centro, con proporción y líneas equilibradas.

Inseguridad: Zona superior, trazos imprecisos.

Timidez: Figuras pequeñas, líneas tenues.

Inhibición: Dibujos sin completar, formas no definidas.

Optimismo: Zona derecha, figuras grandes con brazos y boca.

Angustia: Sombreado, trazos cortados.

Depresión: Zona inferior, figuras achatadas.

Dependencia: Dibujo de objetos u otras personas.

La técnica presentada no es más que una herramienta para ser utilizada en dependencia del Espíritu Santo y en el ámbito exclusivo de la ministración de sanidad interior. De ninguna manera la adquisición de algunos conocimientos del campo de la psicología y las pautas para interpretar dibujos, nos con­vierten en profesionales o nos habilitan para interpretar con­ductas fuera de contexto. Debemos ser muy prudentes y cautelosos si queremos en verdad ser usados por Dios para bendecir.

 

H. Presentación de la Caja de Color Negro.

Esta caja representa las circunstancias traumáticas que la vida plantea. Dentro de la misma se encontrará el tema, o los temas, por los cuales se llegó a la ministración. Si el niño no conoce el significado de la palabra, este deberá ser explica­do.

 

I. Presentación de la Caja de Color Blanco.

La caja de color blanco representa la obra que Jesús hace en las vidas luego de la sanidad. Dentro de esta caja habrá pa­labras como: amor, paz, perdón, bendición, etc.

 

J. Ministración de los Recursos Espirituales.

Oramos por el niño y por su familia.

Lo guiamos a reconocer el o los conflictos y a entregárselos al Señor.

Le enseñamos a renunciar y le explicamos lo que esto quiere decir.

Le animamos a perdonar y a bendecir.

Tomamos autoridad y echamos fuera todo aquello que sea contrario al obrar de Dios.

No utilizamos ninguna terminología que pueda generar mayor confusión: espíritu inmundo, diablo, hombre fuerte, demo­nio, etc. sino que lo hacemos de la siguiente manera: «En el nombre de Jesús declaramos que esta vida pertenece a Dios, y rechazamos todo aquello que ofenda la santidad de Dios o que sea contrario a su voluntad».

Oramos por la llenura del Espíritu Santo.

Cerramos con la Caja Blanca.

 

4. Entrevista de Cierre con los Padres y el Niño.

La familia debe comprometerse a vivir bajo el Señorío de Cristo. Si la pareja tiene que seguir reflexionando o trabajar sobre algún tema, debe comprometerse a seguir un aconsejamiento pastoral.

Extracto del libro “Dejadlos Venir a Mí”

Por Daniel Bravo

Artículo anteriorEstudios Bíblicos – EL LLAMADO DE GEDEÓN 1
Artículo siguienteSanidad Interior – MODELO DE ENTREVISTA PARA PADRES Y NIÑOS 4
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Dios les bendiga. Interesante articulo (lo he leido todo) me queda una duda… ¿Cual es la diferencia entre ministrar al niño y darle terapia psicologia?

    Soy estudiante de psicologia e incluso dan el como calificar un test de la familia (un test que no debe tomarse a la ligera, puesto que se manifiestan cosas muy delicadas de la personalidad del niño y su dinamica familiar) y me llamo la atencion todo el proceso (que es igual que si se tratara terapeuticamente a un niño. ¿Cual es la diferencia entre una cosa y otra?

    • Hola Mónica. ¡¡Bienvenida!! Felicitaciones ante todo por tu carrera de psicología (yo también soy psicólogo). Mira, básicamente la diferencia está en la formación. El terapeuta (si es cristiano y tiene un claro llamado de Dios) puede hacer ambas cosas, porque ha recibido la formación profesional y científica por un lado y la formación bíblica y espiritual por el otro. En cambio, la mayoría de los hermanos que ministran en sanidad interior, solo tienen (además del llamado) la formación bíblica y espiritual y de ahí la necesidad de disponer de herramientas psicológicas (como por ejemplo la entrevista, o un test y cómo calificarlo) para entender mejor a la persona y guiarla a perdonar y renunciar en el nombre del Señor. Pero una cosa es, por ejemplo, renunciar en el nombre del Señor a un espíritu de miedo y otra es tratar terapéuticamente con un historial de miedos. Ambas cosas deben hacerse, por eso lo ideal es trabajar a nivel profesional y a nivel de la sanidad interior en conjunto. Una cosa no anula a la otra.
      Si querés aprender y saber más al respecto te recomiendo los excelentes libros del pastor y terapeuta Bernardo Stamateas.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre