(7)Sanidad Interior – Quebrando el Factor Limitante 1

 

Pasaje clave: 1º Crónicas 11:4-6, 2º Samuel 19:22.

 

A Dios le interesa más nuestro carácter que nuestras bendiciones

Es cierto que Dios trabaja en nuestras vidas y hace todo lo posible para bendecirnos ya que es un Dios de bendición. Pero, paralelamente, Él va a trabajar en nuestro carácter porque a Dios le interesa más quién sos que las cosas que tenés y lográs. En consecuencia, Dios trabaja en nuestra manera de ser.

Cuando venís a Cristo, El te recibe como sos. Pero después Dios te dice: «Ahora ya no te acepto como sos, ahora quiero que crezcas y que desarrolles tu carácter».

Dios esta interesado en que seas inteligente, sabio en conocerte y superarte a vos mismo. En otras palabras, cuando Dios te llama, lo primero que hace es trabajar en tu vida antes de que trabajes para El. Dios formará tu carácter, porque está interesado en quién sos en verdad.

Por ejemplo: Moisés perdió 40 años de su vida por un error de carácter. Cuando se le pasó el enojo, Dios le dijo: «Ahora voy a formarte».

Otro ejemplo en las escrituras es cuando Dios llamó a Pablo. No fue enviado directamente a las misio­nes, estuvo doce años en Arabia entrenándose y formando su carácter.

Por otro lado, David, antes de tener la tercera unción (la cual tuvo antes de ser rey) Dios lo confrontó con Saúl. Es decir, Dios lo enfrentó con un gigante, le puso obstáculos en el camino… ¿Por qué? Porque David tenía que ser formado en su carácter.

 

El factor limitante

Por lo que se refiere al «factor limitante» debemos comprender que siempre existe una bendición para nuestras vidas la cual todavía no capturamos porque hay algo de nuestro carácter que lo impide.

Dicho de otra manera, ¡existe algo en nuestra forma de ser que está impidiendo tomar algo que Dios ya nos dio! Es por eso que, hasta que ese factor limitante de tu carácter no sea quebrado, no vas a poder recibir esa bendición.

Es más, si ya recibiste bendición en tu vida, aún así existe otro factor en tu carácter que te está limitando para que seas todavía más bendecido.

 

El principal impedimento

Así pues, nosotros somos el principal impedimento que determina la rapidez con la que llegaremos a nuestras metas. El 80% de las restricciones que tenemos en nuestras vidas están dentro de nosotros. Si sos sabio, te vas a mirar para adentro todos los días en lugar de mirar a los demás… y te vas a preguntar: «¿Cuál es el rasgo de mi carácter que está limitando mi bendición?»

En algunas personas, el factor limitante ha sido «la pasividad». La única manera de quebrar esta limitación es conociendo a Jesús. Luego de nuestra conversión, Dios nos hace activos y así logramos prosperar en todas las áreas de nuestra vida. Logramos cosas que siempre estuvieron a nuestro alcance pero que eran limitadas por nuestro carácter, el cual impedía que nos acercáramos a nuestra bendición.

Por ejemplo, existe gente que dice: «No puedo estudiar», «No puedo ahorrar», «No puedo progresar», «No puedo liderar», «No puedo servir»… sin darse cuenta que esa no es una buena frase. Esta gente debe descubrir cuál es el factor de su carácter que está poniendo freno a su potencial. En otras palabras, deben quebrar lo que los frena y así lograr su primera meta.

Así como nuestra manera de ser nos acercará o alejará las bendiciones de Dios, también nos acercará o alejará de la gente y nos cerrará o abrirá puertas.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro «Emociones Lastimadas»

Por Bernardo Stamateas

Artículo anteriorSanidad Interior – QUEBRANDO EL FACTOR LIMITANTE 2
Artículo siguienteDevocional – LOS BENEFICIOS DE LA PALABRA DE DIOS 2

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre