Sanidad Interior – Saliendo de la Vergüenza 1

 

Pasaje clave: Mateo 13:21, Lucas 11:10.

La vergüenza es la creencia dolorosa en una deficiencia de uno mis­mo. Cuando alguien hace algo malo, se siente culpable. Entonces, aquel que tiene vergüenza dice: «No hice algo malo, sino soy malo; soy culpable». Eso es la vergüenza.

La vergüenza no es hacer algo, sino sentir que somos inadecuados. Es pensar que somos defectuosos y que los demás nos van a abandonar por ello. Por eso, cuando tenés vergüenza, inmediatamente la ocultás. A nadie le gusta pasar ver­güenza; uno quiere que nadie se dé cuenta.

En la antigüedad nuestros abuelos o papás usaban la vergüenza como método de disciplina. En el pasado era muy común humillar en público porque se creía que era un método de disciplina; cuando lo único que hacía era traumatizar a la persona.

 

La Vergüenza es Negativa Porque Frena Nuestro Potencial.

Recordá eso que quisiste hacer y porque alguien se burló, lo dejaste de hacer. Hay gente que empezó a cantar, a hacer un negocio o inició una tarea y como alguien se burló, se rió o lo humilló, inmediatamente pospuso la tarea y frenó ese proyecto.

La persona que tiene vergüenza y frena su potencial, dice: «Me quedé quieto, no pude hacer nada». Son personas que tienen muchos deseos, pero por vergüenzas sufridas no los pueden retomar; se aislan, tienen ganas de escaparse.

Por ejemplo, ¿te da vergüenza hablar en público? Si tu respuesta es sí, segura­mente en ese momento querés huir, escaparte, hacerte chiquitito. Los demás se te hacen grandes y la mirada del otro parece que te toca. Cuando tenés vergüenza sentis un dolor en todo tu ser, sentís humillación, sentís que tu estima se desintegró por completo. La vergüenza siempre es negativa.

¿Por qué hay gente que avergüenza? ¿Por qué hay gente que tiene la necesidad ocasional o permanente de humillar en público, de burlarse; tal vez de nuestra fe, de nuestro color, de nuestro peso, de nuestra forma de cantar, de nuestra manera de vestir, de pensar, de llevar la Biblia, de que somos cristianos? Porque las personas que avergüenzan necesitan diferenciarse. Cuando una persona se burla de otra, está diciendo: «Esto te pasó a vos, no me pasó a mí; yo soy mejor que vos».

Aquellos que avergüenzan son inseguros y necesita humillar, descalificar al otro para sentirse mejor. Por eso, cuando una persona tiene la autoestima sana y tiene seguridad interior, nunca va a recurrir a humillar o a avergonzar a nadie. La persona que avergüenza a otros es tan insegura que necesita exagerar tu error para sentirse mejor.

La Biblia dice que hay una maldición que cae a todos los que nos avergüenzan. Todos los que nos avergonzaron, caerán en el juicio de Dios.

Salmo 6:10: «Todos mis enemigos quedarán avergonzados y confundidos; ¡su repentina vergüenza los hará retroceder!»

Salmo 25:3: «Quien en ti pone su esperanza jamás será avergonzado; pero quedarán en vergüenza los que traicionan sin razón».

Salmo 40:14: «Sean confundidos y avergonzados todos los que tratan de ma­tarme; huyan derrotados todos los que procuran mi mal».

 

¿Cómo Salir de la Vergüenza?

Para que nadie pueda avergonzarte, tenés que deshacer la voz interior que te avergüenza. La vergüenza es una voz interior que se va a activar inmediatamente cuando alguien se ría o te quiera humillar. Esa voz interna puede ser deshecha, si tenés la actitud bíblica correcta frente a los errores. En otras palabras, cuando aprendas a tratar tus errores de manera bíblica, es decir, por revelación; la voz que avergüenza será deshecha.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Emociones Lastimadas”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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