Sanidad Interior – Saliendo de la Vergüenza 3

 

Continuemos.

«Pero si alguien sufre por ser cristiano, que no se avergüence» (1 Pedro 4:16). Si alguno se te ríe al evangelizarlo, no te avergüences jamás; porque el que hoy se ríe de vos, a la primera crisis va a venir arrastrado, llorando, pidiéndote oración y recibiendo a Cristo también.

Pablo decía: «No me avergüenzo del evangelio». No te avergüences de com­partir que sos cristiano, no que sos evangélico, sino que sos del reino de Dios, que amás al Señor; que caminar con el Señor es la cosa más maravillosa que podemos experimentar. Aunque se burlen de vos… tranquilo… porque la Biblia dice: «No me avergüenzo, porque el evangelio en el que creo no es un sistema humano; es el poder de Dios que cambia las vidas».

Los discípulos se acercaron a Jesús y le dijeron: «Señor, enséñanos a orar». Le pedían la fórmula. Jesús les dice: «Orareis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…». Esta es una oración poderosa de guerra.

Jesús dice: «Venga tu reino». Eso quiere decir: «Todo reino, todo gobierno hu­mano que no tenga tu gobierno, que se caiga». Es una oración de golpe de estado, todo gobierno que no sea tu gobierno que se caiga, que se rompa, que se pudra.

Después dice: «El pan nuestro de cada día».  O sea, el pan de cada día de mi vida dámelo hoy; así no te tengo que pedir más pan. Cuando Jesús termina toda esta oración, les dice: «Les voy a mostrar algo, les voy a enseñar el espíritu de esta oración». Dice: «Esto es como un hombre que le llega un amigo a la casa y no tiene nada para comer y a media noche va a la casa de su amigo a pedirle panes». En la antigüedad la gente dormía en el piso, el padre contra la pared, al lado la esposa y cada uno de sus hijos a continuación. Después estaba la puerta. De noche el padre, para abrir la puerta, tenía que pasar por encima de los cuerpos de cada miembro de su familia. Por eso nadie iba de noche a las casas.

En este relato de Lucas 11:5-10 dice que el hombre le grita: «¡Es de noche! ¿Qué venís ahora, que estamos acostados y mis hijos conmigo?» Y el visitante dice: «Soy tu amigo, dame tres panes». «Y viendo su importunidad» en el original es viendo que era un sin vergüenza (literalmente es sinvergüenza); le dio el pan. La enseñanza de esta historia es que tenés que ser un sinvergüenza; un desvergonzado perseverante.

El hombre dijo: «De acá no me voy hasta que no me des lo que vine a buscar, voy a ser tu mosca; de acá no me voy». A Dios le encanta la gente sinvergüenza. A Dios le encanta la gente que ha recibido una promesa y la declara, la declara: «Llamo a la prosperidad, llamo a la prosperidad, llamo a la prosperidad».

Jesús dice: «Sé que van a terminar haciendo una fórmula, pero les voy a dar el espíritu de la oración; el espíritu de la gente que pide y recibe, que llama y se le abre. La gente que golpea y recibe es la gente desvergonzada, la gente que ha abrazado una promesa y dice: «Yo voy a perseverar, me voy a mantener firme, no me voy a mover de mi lugar. Voy a estar sobre la Palabra porque Dios me lo dijo y soy un sinvergüenza perseverante. Y todo lo que se perdió, volverá a mi vida»

Te bendigo e imparto bendición para conquistar las cosas prometidas. La Palabra dice que cuando la semilla sale siempre trae fruto y bendición. Declaro que el enemigo ha puesto límites, ha burlado, ha avergonzado, pero nos levantamos desvergonzadamente; nos paramos sobre la prome­sa; sobre la Palabra. Declaramos que todo lo que se nos dijo proféticamente viene a nuestra vida. Declaramos que cuando golpeemos, se nos abrirá; y si no se nos abre, seguiremos golpeando, golpeando y golpeando hasta que todos seamos prosperados y bendecidos.

Extracto del libro “Emociones Lastimadas”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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