Sanidad Interior – Viviendo Sin Culpas 2

 

Continuemos.

4. Cómo Caminar en Libertad.

A. Si te equivocás, confesás tus pecados y sos libre para siempre. Si la culpa es real por un error que cometimos, entonces pidamos perdón. Saber pedir perdón al Señor es un acto de grandeza y la manera de sacarte las culpas es sabiendo confesar los pecados que cometemos. Muchas veces, además de confesar nuestros errores a Dios, necesitamos repararlos también.

La reparación es un elemento muy importante; es decir, si robaste plata a alguien, confesalo a Dios, y cuando lo devuelvas, hacelo con intereses. Si podés reparar el daño hacelo porque te va a traer mucha más paz. Otro ejemplo de reparación: si trataste mal a alguien, pedile perdón a Dios, y cuando vuelvas a ver a esa persona, bendecila, felicítala, alentala, hacé lo contrario a lo que hiciste. Todos necesitamos reparación.

 

B. Todo lo que tenés en tus manos es para disfrutarlo con el Señor. Jesús estaba en la casa de Lázaro; todo el mundo se juntó porque que­rían ver a Lázaro resucitado. María tomó un frasco de perfume, lo rompió y lo derramó a los pies del Señor. Esta mujer entendió que si ella tenía ese frasco era para disfrutarlo con el Señor. Pero ahí estaba Judas (que era el tesorero de los discípulos y ladrón), que empezó a meter culpa: «Cuánta pla­ta gastada, podrían haberlo vendido y el dinero dárselo a los pobres». ¡Sus comentarios no estaban relacionados con el amor a los pobres! Esto significa que no todos los que te di­cen algo manifiestan su verdadera motivación. Es por eso que tenés que disfrutar sin culpa. ¡Todos los «perfumes» que han llegado a tu mano te los ha dado Dios para que los dis­frutes!

 

C. No sos responsable de las decisiones de nadie. Cada uno decide lo que quiere. No dejes que los demás te achaquen que por vos ellos reaccionaron así, porque el cordón umbilical está roto dependés de nadie y nadie depende de vos.

 

D. Alejate de los recordadores de tu pasado. Van a venir los «Judas» a acusarte que lo que estás haciendo está mal; para meterte culpa de lo que estás gastando, lo estás haciendo mal; de que estás adorando mal, de que no sabés tener prioridades. Nunca permitas que nadie te recuerde tus pecados pasados, porque tus pecados han sido perdonados en la cruz, y si el que murió en la cruz no te los recuerda ¿quién tiene autoridad para hacerlo?

 

5. Viviendo Sin Culpas.

María entró con el perfume y fue directo a los pies a derramarlo. Esa tiene que ser tu actitud: «Permiso, permiso, no vine a verte a vos, ni a vos, yo vine a ver al Señor». Además, sabé que el perfume no simboliza a la adoración, ya que la adoración es el resultado del perfume derramado. El perfume es el amor que está en el frasco de tu corazón. En otras palabras, cuando tu amor es derramado delante del Señor ahí comienza la adoración y lo más valioso que tenés es derramar tu amor delante del Señor. Cuando vivas sin culpas:

 

A. Ungirás su Presencia.

Cuando camines sin culpas tendrás una revelación especial de la Presencia de Dios y serás el tema de conversación del Señor. El tema de esta historia no fue Judas, no fue Lázaro, ni Marta limpiando, sino María la adoradora. Serás el centro del tema que Dios hablará porque Dios sólo habla de los que le adoran y le buscan sinceramente, estarás en la boca de Jesús.

 

B. Llenarás las casas del perfume divino.

La Biblia dice que cuando ella rompió el perfume, la atmósfera de la casa se llenó del perfume. Donde vayas, vas a imponer la atmósfera del cielo. La at­mósfera no la determina Judas, la atmósfera la determinan los adoradores.

 

C. Tendrás una Herencia memorable.

El pasaje paralelo dice que de esta mujer se hablará toda la vida; de Judas no se habla más, pero de esta mujer adoradora se sigue predicando. Los que te condenaron pasarán como una estrella fugaz, pero de vos se seguirá hablan­do, de tus hijos y de los hijos de tus hijos porque has impuesto atmósfera de adoración al Rey.

 

D. Volvé a la sencillez.

Solamente levantá tu mano y derramá tu amor, dejá de mirar lo que dice Judas, dejá de mirar lo que Marta limpia, dejá de mirar a Lázaro resucitado, dirigite adonde está Él, no desvíes tu mirada y simplemente adórale; destapá el amor que Él puso en tu corazón.

Extracto del libro “Emociones Lastimadas”

Por Bernardo Stamateas

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

4 Comentarios

  1. VERDADERAMENTE DIOS ESTA HUSANDO SU VIDA.. SON ENSEÑANZAS ECHAS CON EXELENCIA COMO SOLO LOS HIJOS DE DIOS LO SABEN HACER . QUE DIOS BENDIGA SU VIDA …. OLGA

  2. Hola buen dia. Bendiciones en el nombre de Jesus. para mi es un deleite estos mensages , son un refrigerio para mi alma, me encanta disfrutar de estas enseñansas…

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