Sectas – La Gran Babilonia y el Plan Secreto de la Masonería 2

 

Continuemos.

La Masonería ha pretendido siempre gobernar toda la tierra. Esta estructura religiosa y gubernamental que rige el sistema de este mundo, la Biblia la llama «La Gran Babilonia, la gran ramera que ha fornicado con todos los reyes de la tierra». Lo que se podría interpretar como una serie de alianzas corruptas entre los gobiernos y las religiones que están comprometidas, íntimamente con ellos.

«…la gran Babilonia se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella y los mercaderes se han enriquecido de la potencia de sus deleites» (Apocalipsis 8:2-5).

Cuando las escrituras hablan de «Copa» o de «Vino», al igual que en la simbología esotérica, la mayoría de los exégetas concuerdan en que se refiere a pactos espirituales. Esto nos habla de la confusión o mezcla de conceptos filosóficos y ritualistas que se encuentran en la Masonería.

Unir al mundo ha sido uno de los más grandes ideales o utopías de la humanidad. La mente del hombre clama en su interior por poder lograr esta unificación y sueña con la fuerza indescriptible de un poder que gobierne toda la tierra. Así lo vimos anteriormente en el pensamiento de Weishaupt, el creador de los Illuminati, y éste es, precisamente, también uno de los pilares del pensamiento masónico.

 

Hipótesis del Plan Perfecto.

1. No podemos dejar de ver que el hombre es un ser espiritual. Por tanto esta necesidad tiene que ser concretada.

2. No es posible eliminar las religiones que tanto han dividido a los pueblos y aniquilar la búsqueda espiritual de cada hombre, como lo ha demostrado el fracaso del comunismo. Entonces la única solución es tachar a los sistemas religiosos de ser un conjunto de dogmas obsoletos. Calificar el verdadero mensaje de la Biblia como un fanatismo para gente ignorante y convertirla en un libro cabalístico y simbólico; significaría dejar al hombre carente de todo fundamento para su existencia.

Por tanto hay que presentar una alternativa: Una religión universal, que una a todos los hombres respetando sus creencias bajo la más amplia tolerancia (al menos en teoría), llevándolos a la paz y a la fraternidad mundial. Una NUEVA ERA para la expresión del espíritu. Una religión que nos una a todos por el único eslabón que todas tienen en común: «El lenguaje de los símbolos», que cada quien pueda interpretar conforme a su propio razonamiento y respetar el de los otros. Una religión que tenga como meta más sublime hacer del hombre un dios, pleno en sí mismo, lo que sólo se puede alcanzar llevando la razón y la mente a su más alto potencial… «¡Y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal!»…

Conseguir esto quitando todos los dioses históricos causantes de casi todas las guerras, y erigir el monumento que seduce a todas las mentes: «El Superhombre». La suprema conciencia edificada en un ser autosuficiente y perfecto. El hombre liberado de todo lo que le impide ser plenamente hombre. Experimentar, a través de la filosofía de «Los Grandes Iniciados» o los «Avatares del Conocimiento Universal», que la razón está por encima del Espíritu.

Debemos destacar aquí que todo lo que acabamos de decir está perfectamente simbolizado en el «Ara» masónica cuando según el grado, la escuadra, el compás y las espadas se colocan en forma específica sobre la Biblia, que simboliza la vida espiritual.

De este Superhombre exaltado por Zoroastro, Nietzsche y Voltaire también habla el libro de Apocalipsis cuando en el capítulo 13:18, dice: «Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es 666». Seis, según la simbología bíblica aceptada comúnmente, simboliza al hombre sin Dios, esto es la naturaleza Adámica que perdió su comunión con Dios al contaminarse con la semilla del mal.

A esta cifra también da una explicación John Yarker, Gran Maestro del Rito Antiguo y Primitivo en su libro «Speculative Freemasonry»: «El lugarteniente de Hiram, Adonhiram, es nombrado jefe de los trabajos; seis maestros le asisten en su tarea, siendo el número seis el símbolo del hombre físico. Esta cifra se repite tres veces en el caso de la marca de la bestia mencionada en el Apocalipsis, porque tres, representa la trilogía de lo perfecto por lo que concluyo entonces, que 666 es el hombre perfecto en sí mismo; el que no necesita un Dios redentor, o sea: el Superhombre«.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “GADU: Gran Arquitecto Del Universo”

Por Ana Méndez Ferrel

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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