Sectas – La Simbología Masónica 2

 

Continuemos.

Es importante entender que cuando hablamos de mundo espiritual, únicamente existen dos terrenos a los que podemos penetrar. Uno es el del único Dios verdadero, al cual sólo se puede llegar a través de la puerta estrecha, la cual es Jesucristo, y bajo las condiciones que Él estableció. Él dijo: «Entrad por la puerta estrecha; porque amplia es la puerta y espacioso es el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecho es el camino que lleva a la vida y pocos son los que la hallan» (Mateo 7:13-14). El otro terreno es el de Luzbel, quien trata por todos los medios (léase nombres, religiones, filosofías, espíritus o visiones) de atraer a la humanidad a su «Luz Bella». Esta, aunque en realidad la presenta hermosa, llena de poder y de bondad, no es más que una falsificación de la verdadera.

Veamos ahora la utilización de los símbolos en la Masonería y, sin necesidad de grandes explicaciones, el menos docto puede darse cuenta de sus implicaciones. En la iniciación del primer grado de Masón, éste tiene que hacer un recorrido a ciegas, emprendiendo tres diferentes viajes simbólicos. Durante el recorrido, va pasando por la representación de los diferentes planos del infierno. Es la interpretación del mito egipcio del viaje de los muertos. El alma corrupta va traspasando en el mundo astral, de un plano inferior a uno más elevado hasta encontrar la supuesta luz verdadera.

Al estar toda esta ceremonia planteada de forma simbólica, el iniciado piensa que esto es algo inofensivo y que no es más que una aventura, aunque terrorífica como lo vemos más adelante. Pero veamos lo que pasa en el ámbito espiritual y del cual el principiante no está consciente en ningún modo.

C.W. Leadbeater, masón Grado 33, describe una parte de este ritual: «Según el candidato se acerca al sitial del Segundo Vigilante llega al segundo portal, donde lo presentan a los elementales (espíritus) de la tierra y del agua, pertenecientes a la región a donde simbólicamente acaba de llegar, que puede considerarse constituida por los subplanos sólido y líquido del mundo astral. Primero, se vuelve el candidato hacia el norte y hace una ofrenda apropiada a los elementales de la tierra y después se vuelve al sur para hacerlo con los del agua. No son estas entidades las mismas que intervinieron en la construcción del templo; pero están concretamente bajo su Jefe quien a su vez obedece al «Segundo Vigilante» como guardián del segundo portal. Dichos elementales, que son de la clase de espíritus de la naturaleza, rodean al candidato que les fue presentado, y ya lo reconocen de ahí en adelante. Después de esta ceremonia, si el candidato se ve en algún peligro supra físico o amenazado por una maligna influencia, podrá traer en su contorno una guardia de dichas entidades, a causa de la fraternidad que con ella acaba de establecer».

Como vemos, no se trata de una simple prueba de valor para ser aceptados en la orden, sino que hay una profunda involucración con espíritus con los que, sin saberlo, el Aprendiz ya ha hecho un pacto. Pero ¿quiénes son estos espíritus, y con que se ha aliado el inocente principiante?

En las culturas politeístas estos mismos espíritus elementales están representados por los dioses del sol, de la luna, de la tierra, etc. Si tuviéramos que definir estas deidades, serian espíritus con características específicas que ayudan a quienes los invocan haciéndoles diferentes favores y milagros. Sin embargo, ¿a quién sirven y quién es ese jefe que está atrás de ellos? Jehová el Dios de la Biblia habla, refiriéndose específicamente a este tipo de espíritus y a los que acuden a su ayuda haciéndoles ofrendas: «Le despertaron a celos con los dioses ajenos; Lo provocaron a ira con abominaciones. Sacrificaron a los demonios y no a Dios; a dioses que no habían conocido…» (Deuteronomio 32:16-17).

Aquí vemos que a estos espíritus Dios los llama directamente demonios y lo que parece ser una ceremonia aparentemente simbólica y sin consecuencias espirituales, es la puerta en la que satanás ha empezado a tejer la red de la que muchos no pueden ya escapar.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “GADU: Gran Arquitecto Del Universo”

Por Ana Méndez Ferrel

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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