Predicaciones Cristianas – La Llave de la Oración 2

 

Continuemos.

Algunos tal vez piensan que Abraham debió haber continuado suplicándole a Dios y que no debió haberse detenido con tan sólo diez justos. Sin embargo, las Escrituras muestran que Abraham conocía a Dios y conocía la llave de la oración. El escuchó al Señor decir: “El clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo… El clamor… ha venido hasta mí” (vs.20-21).

Si no hubiesen ni siquiera diez justos en una ciudad, ¿qué clase de ciudad es ésa? El Señor ama la justicia y aborrece la iniquidad (Hb.1:9). Él no puede encubrir el pecado y abstenerse de ejercer Su juicio. La destrucción de Sodoma y Gomorra era la terrible consecuencia de su pecado y era la manifestación de la justicia de Dios.

Cuando Dios destruyó esas ciudades, no cometió ninguna injusticia en contra de ningún hombre justo; El “rescató al justo Lot, oprimido por la conducta licenciosa de los inicuos” (2 P. 2:7). La oración de Abraham fue concisa y recibió respuesta. No hubo injusticia en Dios. El no hizo morir al justo con el impío (Gn.18:25). Nosotros lo adoramos y lo alabamos por esto.

 

2. Josué Inquiere en Cuanto a la Derrota en Hai

Josué 7.

Cuando los hijos de Israel atacaron la ciudad de Hai: “Huyeron delante de los de Hai. Y los de Hai mataron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los siguieron desde la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron en la bajada; por lo cual el corazón del pueblo desfalleció y vino a ser como agua” (Jos.7:4-5). Después de un triunfo tan poderoso en Jericó, ¿por qué los hijos de Israel sufrieron una derrota tan aparatosa en Hai?

Lo único que Josué podía hacer era postrarse ante Dios, acudir a Él, esperar, y preguntarle por la causa de la derrota. Josué estaba afligido por el peligro en que se hallaba Israel, pero se afligía aún más a causa de la deshonra que esto había traído al nombre del Señor; por lo tanto, inquirió: “¿Qué harás tú a tú grande nombre?” Esta fue la llave de su oración. El honró el nombre de Dios. ¡Su preocupación era qué haría Dios por Su propio nombre!

Cuando Josué llegó a este punto, Dios habló. Dijo: “Israel ha pecado por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos… ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema de en medio de vosotros” (vs.11-12). A Dios le importaba Su propio nombre, y no podía tolerar el pecado entre Su pueblo. El escuchó la oración de Josué y lo instruyó a que descubriera el pecado que había causado el problema y le pusiera fin.

Después de que Josué esclareció la causa de la derrota de Israel, se levantó muy temprano para dar por terminado el asunto y descubrió que el pecado era la codicia de Acán. Cuando Israel eliminó ese pecado, la derrota se convirtió en victoria.

Tolerar y esconder nuestro pecado es hacer que el nombre de Dios sea blasfemado y es darle a Satanás ocasión para atacar al pueblo de Dios. Josué no se limitó a orar con celo y sin discernimiento, y tampoco le pidió a Dios que salvara a Su pueblo y le diera la victoria una vez más. La deshonra que esto trajo al nombre de Dios le causó gran dolor, y su súplica le recordó a Dios que solucionara este asunto por causa de Su propio nombre.

Su oración fue al grano y produjo una respuesta de parte de Dios. Josué primero tuvo que encontrar la razón del fracaso. Él tuvo que descubrir el pecado y ponerle fin para que se le diese gloria a Jehová, el Dios de Israel.

(CONTINÚA…)

Por Watchman Nee

Lee La Llave de la Oración 3

Lee La Llave de la Oración 4

Artículo anteriorSermones – LA LLAVE DE LA ORACIÓN 3
Artículo siguienteSermones – LA LLAVE DE LA ORACIÓN 1
Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa para comentar!
Por favor ingresa tu nombre