perder-para-ganarPredicaciones Cristianas – Perder Para Ganar 1

 

Pasaje clave: 2º Corintios 4:8-9.

 

Cada cual ve lo que quiere ver. Un día, mi esposa me lo mostró de esta forma. Yo le dije: “Sonia, cierra la puerta, porque está mal cerrada”. Y ella me dijo: “No está mal cerrada, sino que está mal abierta”. Las cosas dependen de la forma en que tú las miras.

Tú decides ver cuánto te hace falta, o ver cuánto has avanzado. Lo que tú veas es una decisión. El apóstol Pablo decía: “Si bien es cierto que estoy atribulado, pero no estoy angustiado; estoy en apuros, pero no desesperado; en verdad me andan persiguiendo, pero Dios no me ha desamparado; y si bien es cierto, estoy derribado, pero no derrotado”.

¿Cuál es la diferencia entre sentirse derribado, pero no derrotado? La forma en que lo ves. Todos en nuestra vida sentimos más de alguna vez el sabor de fracaso, pero lo importante no es lo que nos haya ocurrido, sino lo que vamos a hacer al minuto siguiente.

La gente muchas veces acostumbra a pensar que de la noche a la mañana se alcanza el éxito o se es millonario. La mayor parte del tiempo, la gente tiende a pensar que el éxito puede conseguirse en hora y media; y en realidad, eso no es así, solamente ocurre en las películas.

El éxito es cuestión de tiempo y de la actitud que tomemos entre el pasado y el presente. La diferencia entre derrotado y derribado es volverlo a intentarlo. Mientras te vuelvas a levantar en la pelea, sólo fuiste derribado, no derrotado.

Tú mismo determinas si eres derribado o eres derrotado. La diferencia la vas a marcar tú. Cuando te veas derrotado, no andes buscando la compasión de los demás, porque te sientes mejor rodeado de gente orando por ti. Eso es un triste consuelo nada más. Por esa razón, muchos cuando se sienten derrotados, empiezan a decir: “es que nadie me llamó”. En otras palabras, se sienten así porque no tienen gente que los acompañe. No digas: “Es que nadie estuvo conmigo en mis momentos difíciles”, eso es lo normal. No esperes a que alguien esté contigo, Dios siempre ha estado a tu lado, y eso es lo que cuenta.

La diferencia entre derribado y derrotado es que sí continúas. Hay gente que ha sido herida y ya se considera muerta. ¿Cuándo vas a tener la actitud de una persona de éxito? Jesús fue perseguido, lo maltrataron, pero no se dio por vencido. Él fue llevado a la cruz del calvario, y aunque hubo un momento en que quiso dejarlo todo, oró y continuó, tomó nuevas fuerzas y llegó a la cruz. ¿Por qué no imitamos al Señor en nuestra conducta y forma de vivir?

La actitud con que vivamos es muy importante porque determina las cosas que vamos a obtener. Cuando tienes una buena actitud, haces parecer más fáciles las cosas de lo que en realidad son.

Lee Proverbios 24:16. Los justos suelen ser derribados, pero vuelven a levantarse. Date por derribado, pero no por derrotado. Nadie te vence, es tu actitud la que te puede traer abajo. Debes decir: “Ya no aguanto, pero me levanto otra vez”.

No es sencillo encontrar el éxito muchas veces. El éxito es para todos, pero no lo alcanza “cualquiera”. Los “cualquiera” nunca alcanzan el éxito. Ahora bien, si tú te crees un “cualquiera”, ya sabes por qué no alcanzas el éxito.

Hasta que decidas creer un día que eres hijo de Dios, heredero con Cristo, la niña de los ojos de Dios, el consentido del Señor, hasta entonces, vas a alcanzar el éxito.

El fracaso comienza cuando uno se cree fracasado, y el éxito cuando uno se cree exitoso. El éxito lo consigues cuando crees que todo lo puedes con Dios.

(CONTINÚA…)

Por Cash Luna

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