perder-para-ganarPredicaciones Cristianas – Perder Para Ganar 4

 

Continuemos.

Lee Números 11:4-5. ¡Mira el recuerdo que los israelitas tenían de Egipto!, añoran los ajos y las cebollas. ¡Para bueno dijeran la langosta o el caviar!, en lugar de los ajos y pepinos.

Dios no los quería más así, Él les decía: “Piensen en la leche y la miel que fluye en la tierra prometida”. Eran ellos los que decidían si volvían atrás, a los ajos, o seguían adelante hacia la leche y miel.

Tú decides para dónde miras. Vas a tener que dejar tu comodidad, tu seguridad por avanzar a la tierra de las promesas. Tu seguridad es un gran riesgo. Mientras te estés arriesgando a avanzar, te vas a mantener seguro. Mientras quieras estar seguro, vas a correr grandes riesgos. Y en el vs.6 dice: “Y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos”.

¿Qué tiene que ver el alma con los pepinos, los ajos y los puerros? Tú no dices que sientes bien tu alma por un ajo que te comiste, ni dices que sientes florecer tu alma por comerte un pepino. El maná no era el destino, sólo la provisión para llegar al destino.

Cuando luchas por algo que Dios te ha dicho, pero en el camino encuentras muy poco, puedes decir: “Mi ingreso apenas me alcanza para un día”. Pero esa provisión, en lo que Dios está formando tu carácter, es lo que recibes mientras llegas a la tierra prometida. Es decir, come del maná y avanza un día más, porque allá adelante hay algo mejor. Una cosa es lo que comes y lo que miras, y otra lo que vives y esperas.

Aquellos tenían su alma aferrada a los ajos. ¿A qué se aferra tu alma? ¿Al salario mínimo? Déjalo ya, haz algo más productivo que eso, ¡avanza! El salario mínimo fue destinado para el que cree que no puede. La tierra de las promesas es para aquellos que sí creen. Haz algo mejor que eso, estudia, prepárate y avanza.

Si tu empresa te absorbe mucho tiempo, es porque todavía no eres grande. La única manera de salir de allí es expendiéndote a lo que está adelante. ¿Por qué ganas eso, si puedes ganar más? No es pecado tratar de ser mejor, no es pecado rechazar la miseria. Los israelitas estaban aferrados a Egipto, a su comodidad, a lo poco que tenían. Decían: “¿Para qué intentarlo? Muchos se han muerto en el desierto”. Por qué pensar así, si se puede ser mejor.

Hay muchos millonarios de tu edad, y aun menores que tú. Hay gente millonaria que probablemente nació más pobre que tú. ¿Te has preguntado por qué tú no eres uno de ellos? Averígualo y cambia.

Lee Filipenses 2:5. ¿Quieres tener la actitud de Jesucristo? Lee el verso 6.

Jesús lo logró porque no se aferró nunca a nada. ¿Sabes por qué no has logrado algo mejor? Porque estás aferrado a lo que tienes, quieres ganar sin perder. La Biblia dice que Jesús no estimó el ser igual a Dios para hacerse hombre y tener éxito.

¿Estás aferrado a muchas cosas? ¿Estás aferrado a la casa que te heredó tu abuelita y por eso no pones un negocio? Si tu abuelita viviera, ya te hubiera regañado por no hacerlo.

¿Cuánta gente se ha aferrado a lo que tiene y cuando lo quiere vender, ya no lo puede hacer? Mientras tengamos cosas a qué aferrarnos, no vamos a tener más éxito. La gente aferrada a sus creencias, piensa que las cosas no cambian, y el mundo ha dado vueltas más de lo que creen.

Unos hombres tenían un negocio de venta de máquinas de escribir eléctricas, y pensaban que jamás se iban a dejar de vender. Cuando salieron al mercado las computadoras, les dijeron: “Dejen de vender máquinas eléctricas y vendan computadoras”. Ellos se dijeron que ese era el negocio que sabían hacer y en el cual habían entrenado a sus empleados. Ahora su personal no tiene trabajo porque toda la gente compra computadoras. Si tienes cosas que un día fueron ganancia y te aferras a ellas, puedes llegar a perder el éxito.

No te aferres a tu cultura, educación o profesión, eso no te va a llevar al cielo. De lo único que tienes que aferrarte es de nuestro Señor Jesús. ¿A qué te estás aferrando para no seguir a Jesús? No te aferres a nada, agárrate de Jesús. Si tú quieres recibir a Jesús en tu corazón y obtener la salvación como un regalo del cielo, rompe con el miedo ahora, atrévete a orar.

Haz esta oración: “Señor Jesús, en este momento te abro mi corazón, perdona mis pecados y dame la vida eterna. Yo creo que eres mi Señor y mi Salvador y que desde hoy soy salvo por ti Señor Jesús”.

Por Cash Luna

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2 Comentarios

  1. Hola Maribel. ¡Gracias por tus palabras! Son una bendición como siempre. Seguí creciendo y avanzando en el Señor día a día!!!!!

  2. QUE TEMA TAN LINDO….. ES MUY CIERTO QUE SI NOS AFERRAMOS AÚN A NUESSTRA FAMILIA NO VAMOS ALCANZAR EL ÉXITO QUE DIOS TIENE PARA NOSOTROS….

    USAMOS MUCHAS EXCUSAS PARA ESTAR EN LAS COSAS RELACIONADAS CON DIOS….. PERO PARA LAS DEL MUNDO? HAY ESAS EXCUSAS?

    DEBEMOS DISPONER NUESTRO CORAZÓN Y MENTE PARA SEGUIR ADELANTE LA BATALLA CON NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO….. NUNCA OLVIDEMOS «ÉL ES EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA»

    GRACIAS PASTOR

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